Reino Unido corteja con un premio a Navantia en plena cuenta atrás para el rescate del astillero del Titanic
La empresa pública ha sido premiada en los UK-Spain Business Awards, con los que la embajada británica distingue a las compañías que apuestan por fortalecer las relaciones comerciales entre ambos países
Reconocimiento de la Embajada de Reino Unido a Navantia. La empresa pública ha sido galardonada este martes en la nueva edición de los UK-Spain Business Awards, en los que se premia a las empresas que apuestan por las relaciones comerciales entre España y el país británico.
Ricardo Domínguez, presidente de Navantia, ha sido el encargado de recibir el galardón de manos del embajador de Reino Unido en España, Alex Ellis. La compañía naval ha compartido protagonismo durante este evento con la empresa de ingeniería Pearson Engineering, que ha sido la otra firma premiada.
Navantia engrosa, de esta manera, el listado de empresas españolas que han sido distinguidas en los UK-Spain Business Awards. En el pasado lo fueron compañías como Facephi, Trison (proveedor de Inditex), Sanitas, Irízar o Meliá Hotels.
El rescate de Harland & Wolff
La distinción a Navantia se produce en un momento marcado por el ruido de tambores en torno al rescate de Harland & Wolff. El Financial Times apuntaba hace dos semanas que la empresa pública española es la principal candidata para la compra de la firma británica, con la que en su día se adjudicó un macrocontrato de 1.600 millones de libras (unos 1.920 millones de euros) para la construcción de tres buques de apoyo logístico para la Royal Navy.
De acuerdo al medio económico, Navantia reclama que el importe de esta adjudicación se eleve en 300 millones de libras (unos 360 millones de euros) a cambio de asumir las riendas de la quebrada Harland & Wolff. Esta última consumó su entrada en concurso de acreedores en octubre después de ver cómo en verano naufragaba su petición de 200 millones de libras (240 millones de euros) al Gobierno británico para hacer frente a su pasivo.
La firma, célebre en su día por la construcción del Titanic, busca una solución para poder mantener su actividad y los 1.200 puestos de trabajo que despliega entre los astilleros de Belfast, Appledore, Arnish y Methil. Según el Financial Times, Navantia habría mostrado sus reticencias a adquirir estas dos últimas instalaciones que no tienen carga de trabajo específica para este macrocontrato.
El Gobierno británico informó en su momento de que dos tercios de los bloques que conformarán las tres embarcaciones se construirían entre los astilleros de Belfast y Appledore mientras que las siete restantes se construirían en Puerto Real (Cádiz). El astillero de Belfast tendría doble encargo, ya que además de estos bloques, se encargaría de asumir los trabajos finales de ensamblaje.
“El contrato era claramente imposible de entregar al precio original y Navantia se ha dado cuenta de que entregar cuesta más de lo que pensaban”. asegura una fuente al Financial Times. “Harland & Wolff parece haber subestimado a todos para obtener el contrato en primer lugar”, recalca el medio, que asegura que Navantia ya viene prestando asistencia financiera a la empresa británica en las «últimas semanas», en vísperas de que en el arranque de este 2025 se alcance la fecha prevista para el inicio de construcción de unos buques que estarán operativos en 2032.