Rehabilitar edificios y reducir el tráfico, las propuestas de David Chipperfield para “humanizar” Galicia
El reconocido arquitecto insta a las administraciones públicas a adoptar estrategias “ a largo plazo” y se muestra partidario de desarrollar una normativa que permita "recuperar, expropiar y reformar" edificios abandonados para "volver a ocuparlos"
David Chipperfield, reconocido arquitecto británico “enamorado” de Corrubedo, hace un llamamiento a las administraciones para “encontrar la forma de humanizar” las ciudades y pueblos de la comunidad. En ese sentido les insta a adoptar «estrategias a largo plazo» en aspectos como la rehabilitación de edificios abandonados o la reducción del tráfico en el centro de las ciudades.
El Premio Pritzker, conocido como el Nobel de la arquitectura, ha ofrecido este jueves en Santiago una conferencia en el marco de unas jornadas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sobre protección del patrimonio.
Así, después de ofrecer diferentes ejemplos de sus intervenciones en distintas partes del mundo, como las realizadas en el Neues Museum de Berlín, Chipperfield ha mencionado la situación de la comunidad gallega y el problema por el abandono de gran cantidad de edificios en el centro de las ciudades.
«Galicia se ha autoinfligido cierto grado de daño» que no deriva de «bombas ni ejércitos invasores», sino que se debe a una «ordenación pobre» y «falta de normativa», entre otras dificultades en una autonomía con «mucha dispersión».
El arquitecto, que pasa grandes periodos al año en Corrubedo, en el municipio Ribeira (A Coruña), ha citado precisamente a este ayuntamiento para llamar la atención acerca de que cerca del 40% de edificios está abandonado. Recuerda que, en una visita que hizo por la villa con Alberto Núñez Feijóo cuando era presidente de la Xunta, llegaron a contar 32 inmuebles vacíos en un paseo de 400 metros.
Chipperfield sostiene que «no tiene sentido pavimentar una plaza» sin actuar sobre edificios abandonados. «Lo único que podemos hacer es llamar la atención sobre estos aspectos», asevera, con el fin de «llegar a las instancias a las que tenga que llegar».
De hecho, se ha mostrado partidario de una normativa que permita a las administraciones locales «recuperar, expropiar y reformar» edificios abandonados para «volver a ocuparlos». Algo que debe hacerse: «Si queremos que los jóvenes se queden en Galicia». Y es que sus ciudades deberán «ser más bonitas y su medio ambiente mucho mejor». En su intervención se ha mostrado partidario de que reformar un edificio siempre será más sostenible medioambientalmente que tirarlo y hacerlo de nuevo.
Invasión del tráfico
El arquitecto también ha apelado a las administraciones a «corregir» el problema del tráfico en Galicia, con vehículos que invaden el espacio público en el centro.
Lamenta que cuando habla con un alcalde le dice que pueden tratar cualquier tema «menos el tráfico», ya que temen perder su puesto por intentar cambiar ese aspecto. Por ello, pide mirar a largo plazo sin guiarse por el cortoplacismo de cuatro años de mandato.
A modo de ejemplo, durante la charla ha proyectado fotografías antiguas de Palmeira, en Ribeira, para ver cómo la que era la calle principal se ha convertido en una carretera. Lo que «antes era elemento unificador», ahora «separa». De hecho, ha llegado a decir que le entra «nostalgia» al ver «lo bonito que era» en el pasado.
Además de ello, Chipperfield considera que «el tráfico está estropeando la ciudad» y aboga por «crear conexiones» entre espacios, pero observa una burocracia en Galicia que impide cambiar las cosas, «una gobernanza de manera vertical» en lugar de ser «horizontal». Considera que cuando un vehículo entra en un pueblo gallego, «el coche se tiene que sentir que es el invasor y no al revés».
No obstante, el arquitecto ha apuntado a que la crisis medioambiental ofrece una «oportunidad» para enfrentarse a estos retos.
También señala como un «problema en Galicia muy importante» el «entusiasmo» con el que la administración pública concede proyectos a «contratistas privados», con lo que «se quitan el problema de encima». Avisa de que eso acarrea «condiciones en cuestiones medioambientales que son muy poco concisas» y «muchas veces se acaba teniendo un proyecto que no vale la pena». Pide un mayor control público sobre esos trabajos, tal y como ocurre en otros países como Alemania.
Principales fortalezas de Galicia
En el turno de preguntas de esta charla, se le ha cuestionado qué haría si fuese el presidente de Galicia. Chipperfield ha dicho que «es importante que Galicia se defina a sí misma», «que tenga una idea de en qué debería estar basada su economía». Aquí resalta el potencial del entorno natural, con «un 70% del territorio que es bosque».
Valora la calidad de vida que tienen los gallegos y ve a una Galicia que siempre ha estado «a la cola» en cuestiones como industrialización, pero que ahora «se encuentra en una muy buena posición» para ir en cabeza de la sostenibilidad y el respeto medioambiental. Cree que la comunidad debe apostar por sus «fortalezas» que pasan por sus recursos naturales.