El proyecto de Insertega, el mayor del Perte de Economía social, en jaque por los retrasos del Ministerio de Trabajo

Iniciativa Social Emprendedora de Reciclaje Textil de Galicia (Insertega), el gestor de residuos textiles con base de operaciones en Sabón, pone en standby el proyecto para ampliar las instalaciones de Arteixo y levantar dos nuevas plantas en Madrid y Alicante. Esta iniciativa fue la que recibió mayor ayuda a nivel nacional del Perte de Economía Social. Entre las causas que justifican la decisión están los retrasos y plazos del Ministerio de Trabajo y la falta de apoyo del sector.

Según ha explicado el director de la compañía, Juan Mejide, a Economía Digital Galicia “la resolución del Perte se ha retrasado más de seis meses”. “Ahora llevamos dos para firmar la aceptación de la ayuda, con lo que ya nos estamos yendo a ocho meses. Dieron un plazo inicial de un año de ejecución. Montar estas plantas en un año de ejecución es un tiempo récord, pero seríamos capaces”. 

Mejide afirma que se han puesto en contacto con Trabajo para confirmar que ese plazo de ocho meses por la dilación en la resoluciones se ampliaría. “Desde el ministerio dicen que no. La última respuesta fue bastante tensa, nos dijeron que cuando llegase la resolución si no estábamos de acuerdo, que renunciásemos”. 

Servicio integral

Las nuevas plantas que contempla el proyecto están pensadas para prestar un “servicio integral”. Los residuos textiles que entrarían en ellas saldrían ya preparados para nuevos procesos, desde hilatura hasta automoción o construcción. 

El director de la compañía sostiene que también han tratado de buscar el apoyo al sector. “Si el ministerio no responde en plazo, la ayuda no se pierde, podríamos intentarlo pero necesitamos un compromiso del mundo de la moda”. Insertega lamenta el «escaso apoyo por parte del sector textil en la búsqueda de escalar las soluciones validadas en las producciones realizadas hasta el momento».

Todo ello ha llevado a que el proyecto se encuentre en la actualidad en una “vía muerta”. “Si el mercado está así y al final tampoco hay una voluntad de todos los actores lo que vamos a tener es una actitud conservadora. Seguiremos trabajando año tras año y cuando esto esté más maduro pues retomamos”, apunta el directo de la compañía. 

Oportunidad perdida

Mejide lamenta que el “mayor proyecto de Economía Social” que ha sacado el ministerio se quede en el aire. “Es una oportunidad única en todo el sector que un  año tengamos estas plantas operativas dando servicio”. Desde el pasado 1 de enero los ayuntamientos están obligados a la recogida separada de los residuos textiles, según lo establecido en la ley de residuos y suelos contaminados. 

En 2024 las instalaciones de Insertega  procesaron más de ocho millones de prendas, con una recuperación del 90,84 %, entre las líneas de reutilización y reciclaje. La compañía hace colaboraciones con empresas de sectores como mobiliario, construcción, decoración, descanso etc. creando Equore, una filial especializada en proyectos circulares. 

El proyecto para ampliar las instalaciones de Sabón y las nuevas plantas requeriría una inversión de siete millones y ha sido beneficiario de una ayuda de 3.217.437 euros. Esta iniciativa “daría cobertura a una de las principales trabas que nos encontramos en el reciclaje que es la identificación fiable del residuo post consumo a escala industrial siendo las primeras plantas de España capaces de transformar en un solo proceso prendas posconsumo en fibras clasificadas por composición y color”, explican desde la compañía.

También apuntan a que, de salir adelante, conllevaría la creación de más de 60 puestos de empleo orientados a personas con «especial dificultad de inserción en el mundo laboral».

Insertega está junto a Copasa en la fase final del concurso de licitación de la planta de reciclaje de residuos textiles que se levantará en las instalaciones de Sogama, en Cerceda.