Las estrecheces de la firma gallega de moda que cose a Pertegaz

La textil con sede en Boiro, dirigida por la tercera generación de la familia, cerró el pasado ejercicio con unas pérdidas de 4,1 millones

Modelos de Pertegaz, marca que explota la compañía gallega Jealfer

Varias modelos desfilan con las creaciones de la firma Pertegaz durante la 75 edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, este jueves en el recinto ferial Ifema de la capital. EFE/J.J.Guillen

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Fue a mitad de la década de los cincuenta del siglo pasado cuando Jesús Alonso, el fundador del imperio conservero Jealsa, inició la actividad de Jealfer, un pequeño taller familiar de prendas de punto que, con el paso de los años, se transformó el un complejo industrial textil en toda regla con una planta de 7.700 metros cuadrados en Boiro (A Coruña). Jealfer forma parte de ese grupo de grandes empresas desconocidas de Galicia, pues no todo el mundo sabe que en su portfolio se encuentran marcas de relumbrón dedicadas a las prendas de mujer como Pertegaz, Viriato y Jorge Vázquez.

Jealfer, con el respaldo de la Corporación Jealsa, está dirigido por la tercera generación de la familia. Desde el pasado año, su CEO es Silvia Lousa Alonso, hija de Purificación Alonso, su predecesora al frente de la textil. No tiene un reto pequeño, a tenor de las cuentas de la compañía, que arrastra pérdidas millonarias pese al reconocimiento de su producto.

Al margen de su ascenso como consejera delegada, según los datos del Registro Mercantil, a finales del pasado octubre, la compañía pasó de tener un consejo de administración con la presencia de Purificación Alonso, pero también de otros miembros de la familia conservera a estar dirigida por Silvia como administradora única.

Reguero de pérdidas

Según los datos consultados por Economía Digital Galicia a través de la solución analítica avanzada Insight View, Jealfer cerró el año pasado con unas pérdidas netas de 4,1 millones de euros, frente al negativo de 4,4 millones registrado en 2022. Con un resultado de explotación, el propio de la actividad de la compañía, negativo, por valor de 3,5 millones de euros, la firma textil se anotó el pasado ejercicio una cifra de negocios de 3,1 millones, casi un 14% por debajo del ejercicio precedente.

Con unos activos de 2,9 millones de euros, a cierre del año pasado, la empresa presentaba un patrimonio neto negativo de 17 millones de euros. Por este motivo, hace años se encontraría en situación de quiebra técnica, sin embargo, en su informe de gestión, los administradores de la compañía indican que se presentan como empresa en funcionamiento gracias a la normativa puesta en marcha tras el Covid. En base a la misma, los resultados negativos de los años 2020 y 2021 no deben computar a la hora de determinar la causa legal de disolución de una empresa. Además, también se acoge al Real Decreto Ley 7/1996 de medidas urgentes de carácter fiscal. por el que los préstamos participativos tienen la consideración de patrimonio neto a los efectos de reducción de capital y limitación de empresas.

Préstamos participativos y ERE

De esta forma, sin tener en cuenta los resultados negativos de los años 2020 y 2021, y computando que hasta diciembre de 2023 la Corporación Empresarial Jesús Alonso le inyectó unos préstamos participativos de 10,1 millones de euros, el patrimonio neto de la compañía sería de 1,9 millones, evitando así la causa legal de disolución obligatoria por pérdidas acumuladas.

Pese a los préstamos participativos que todos estos años ha otorgado a la compañía la Corporación Empresarial Jesús Alonso, la situación de la firma es complicada. La última aportación conocida se realizó en enero de 2023, concediendo el conglomerado industrial un préstamo a la sociedad cuyo límite asciende a 3,4 millones de euros, con fecha de vencimiento en 2030 y con un interés nominal del 4,5%.

Pese a esto, según se indica en sus últimas cuentas remitidas al Registro Mercantil, el 27 de diciembre del año pasado acordó la puesta en marcha de un expediente de regulación de empleo por causas económicas “por el que se procedió a la extinción de 44 contratos de trabajo”. Como consecuencia del ERE, la empresa reconoció indemnizaciones por importe de algo más de 680.000 euros.

Acuerdo con Pertegaz

La compañía, de momento, no ha sido capaz de cumplir con el plan estratégico que se había marcado, que pasaba por finalizar 2023 con una cifra de negocios de 4,4 millones, para alcanzar este año los 5,5 millones y los 6,1 millones en 2025. Ese año, según sus previsiones, podría conseguir salir de números rojos.

En noviembre de 2018 fue cuando, tras un acuerdo con la sociedad Marcas Comerciales SA, Jealfer obtuvo la licencia en exclusiva para fabricar, reproducir y comercializar prendas y calzado de mujer con la marca Pertegaz a nivel internacional, en todos los países excepto México. Dicho acuerdo se pactó con una duración inicial de 20 años, con opción a una prórroga por otros 20.

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