Alcoa quiere cerrar ya el acuerdo con Ignis pero advierte que el rearranque de San Cibrao “no está garantizado”
En la conferencia ante analistas después de la presentación de resultados, Bill Oplinger puso la pelota en el tejado de los trabajadores e indica que el acuerdo firmado con el Gobierno esta semana “no garantiza necesariamente la reanudación de la fundición”
El camino de San Cibrao no está despejado ni mucho menos, a pesar del memorándum de entendimiento firmado esta semana entre Alcoa, Ignis, Gobierno central y Xunta que, entre otras cuestiones, garantiza que el complejo de A Mariña recibirá más ayudas de compensación de CO2, una de las reivindicaciones de los americanos para mantener su actividad. Pese a esto, el CEO del grupo, Bill Oplinguer, asegura que también debe llegar a un acuerdo con los trabajadores para poder modificar el calendario de compromisos al que llegaron y conseguir acceso al capital que estaba reservado para inversiones y avanza que su intención es cerrar el acuerdo con su potencial socio en España antes de que acabe el primer trimestre.
Así se expresó el también presidente del grupo aluminero en la tarde de este miércoles (hora española) en la conferencia ante analistas que ofreció tras hacerse públicos los resultados anuales del grupo. Alcoa logró concluir el ejercicio 2024 con un beneficio neto de 57 millones de euros al cambio frente a los números rojos de 625 millones de euros contabilizados en 2023.
Quedan «piezas claves por encajar»
En la misma, el directivo destacó “los avances” en la resolución de la crisis de San Cibrao con la firma del memorándum de entendimiento con administraciones públicas y potencial socio esta semana. No obstante, los de Pittsburgh son conscientes de que tienen que llegar a un acuerdo con los trabajadores para poder variar la hoja de ruta de inversiones pactadas. “El memorando tiene cuatro elementos clave, que incluyen la cooperación de las partes: primero, el apoyo de los gobiernos a nuestro diálogo con los trabajadores de San Cibrao para priorizar la reanudación de la fundación por encima de las inversiones de capital que se pueden aplazar a una fecha posterior”, expuso. “Segundo, agilizar la autorización de proyectos de energía renovable e implementar políticas para lograr costos energéticos competitivos y, tercero, proporcionar un apoyo materialmente mayor para la compensación de CO2”, resumió. Además, recordó el compromiso de la Xunta de aprobar los proyectos relacionados con el almacenamiento de residuos, como el depósito de barros rojos.
Así, Oplinguer puso la pelota en el tejado de los trabajadores e insistió en que, a pesar del acuerdo, “la puesta en marcha de la fundición no se puede garantizar”. “Como mencioné, todavía tenemos varias piezas clave que deben encajar”, explicó.
“Actualmente, la fundición no es viable, por lo que aumentar la producción acelerará el consumo de efectivo a partir de la inversión propuesta, que debe reservarse para respaldar la viabilidad a largo plazo de las operaciones”, argumentó, para insistir en que debían hablar con el comité de empresa acerca “de la liberación del efectivo restringido”. “Por lo tanto, el memorando de entendimiento es un paso adelante, pero no garantiza necesariamente la reanudación de la fundición”.
Acuerdo con Ignis en el primer trimestre
Efectivamente, muchas piezas restan por encajar en el puzzle de San Cibrao. Para poder volver a obtener ayudas públicas, la compañía debe salir de la situación financiera de crisis en la que se encuentra y, para eso, es necesaria una inyección de capital, Juega un papel importante el acuerdo que la compañía negocia con Ignis EQT, por la que, en un primer momento, los americanos aportarían 75 millones de euros y la firma de renovables 25 más. Alcoa, espera cerrar las negociaciones cuanto antes.
“Alcoa Inespal e IGNIS EQT están trabajando para finalizar el acuerdo de asociación. Estamos trabajando para completar estos pasos lo antes posible en el primer trimestre de 2025”, expuso.