Xunta y tribunales frenan la mitad de los megavatios de Galenergy, primera socia de Recursos de Galicia

Galenergy promueve en Galicia seis parques eólicos que conforman una cartera de 185 megavatios. Dos de ellos, los de mayor tamaño en cuanto a potencia instalada, se encuentran en estos momentos paralizados, uno afectado por las suspensiones cautelares que ha decretado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, y otro debido a una declaración ambiental desfavorable emitida por la Xunta, al entender que el complejo afectaba a una reserva de la biosfera.

La primera alianza de la utility Recursos de Galicia, la sociedad mixta impulsada por el Gobierno gallego y participada por más de una treintena de empresas, sí que ha conseguido las autorizaciones para los parques Seselle, Feas, Prado Vello y Monte do Marco, estos dos últimos, de menor tamaño, promovidos a través de las sociedades Breotecnia y Aventoa. Entre los seis suman 90 megavatios.

Sin embargo, el frenazo de los otros dos proyectos, Fontella y Maxal, mantiene en la nevera 95 megavatios, más de la mitad de los proyectados por Galenergy en la comunidad, y una inversión prevista de más de 90 millones de euros.

Parques eólicos proyectados por Galenergy en Galicia. No figuran los dos parques de las participadas Breotecnia y Aventoa.

Los parques parados

El parque Fontella se iba a instalar en los municipios de Aranga y Oza-Cesuras, con 10 aerogeneradores que alcanzarían una potencia conjunta de 50 megavatios, convirtiéndose en el complejo de mayor capacidad instalada de los previstos por Galenergy en Galicia. El presupuesto de ejecución, según consta en el DOG, ascendía a 48 millones de euros.

La empresa de los hermanos José y Alfredo Núñez García se encontró con una declaración de impacto ambiental desfavorable. La Dirección Xeral de Patrimonio entendió que la instalación de los molinos tendría «efectos significativos» sobre la reserva de la biosfera Mariñas Coruñesas-Terras do Mandeo, lo que obliga a Galenergy a modificar el diseño del complejo. Según la resolución de Medio Ambiente, debería hacerlo de manera notable, pues señala que «toda la instalación se encuentra dentro de una de las zonas núcleo de esta reserva de la biosfera».

El parque Maxal, en cambio, sí que logró el visto bueno de la Xunta, aunque luego acabó en la larga lista de proyectos suspendidos de manera cautelar –hay 40 en esa situación, actualmente– por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia por riesgo para el medio ambiente. Ubicado en los municipios de Rodeiro (Pontevedra), Antas de Ulla y Taboada (Lugo), preveía la instalación de nueve aerogeneradores Siemens-Gamesa para conformar una capacidad instalada de 45 megavatios. El presupuesto de construcción ascendía a 44 millones.

Los otros proyectos

El resto de parques que impulsa Galenergy han conseguido, como mínimo, la autorización previa de la Xunta para su construcción y, en el caso de Seselle, el aval del TSXG, que rechazó una denuncia en la que se pedía su suspensión cautelar. Este complejo, de 35 MW, se ubicará en el municipio de Oza-Cesuras y tiene un presupuesto de 31 millones. Feás, que cuenta desde el año pasado con una declaración de impacto ambiental (DIA) favorable, está previsto en los municipios de Aranga y Coirós, donde se instalarán ocho aerogeneradores que suman una potencia de 40 megavatios. El presupuesto de ejecución es de 40,5 millones.

La aliada de Recursos de Galicia tiene otros dos parques aprobados de menor tamaño a través de dos sociedades participadas: el parque Prado Vello que promueve Breotecnia en los municipios de Taboada, Chantada y Rodeiro; y el de Monte do Marco que promueve Aventoa en los municipios de Monterroso y Palas de Rei. Entre los dos suman solamente 15 megavatios, aunque están ligados también a la construcción de dos líneas de evacuación de media tensión, la primera hasta Maxal en Rodeiro y la segunda entre Monterroso, Guntín y Portomarín.