Pablo del Bado acumula más de 13 millones en inmuebles a su salida de Inditex

El exdirector general de Pull&Bear, relevado del cargo el pasado martes, controla junto a su familia las inmobiliarias Paper Shop y Gugu 19, con activos valorados en 13,5 millones y un patrimonio conjunto de 11,3 millones

Pablo del Bado junto a Agatha Ruiz de la Prada

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La vieja guardia de Inditex que flanqueó a Marta Ortega en su llegada a la presidencia de la multinacional sufrió el pasado miércoles una sensible baja con la salida de Pablo del Bado, el único director general que conoció Pull&Bear desde el nacimiento de la cadena en 1991. En un ambiente tensionado por la contestación interna a su manera de trabajar, el directivo deja atrás la compañía a la que dedicó una vida, pues llevaba ya tres años en la dirección de Zara Hombre cuando Amancio Ortega decidió crear Inditex y sentar las bases del grupo que hoy es la mayor cotizada española por capitalización, con 148.000 millones de valor en bolsa.

Bregado en mil batallas, buen conocedor de los proveedores y de una cúpula que va mutando sin pausa desde la salida de Pablo Isla, Del Bado estaba considerado uno de los ejecutivos más próximos al fundador, a cuyo abrigo creció profesionalmente empujado por el propio éxito de Inditex. En ese periplo que arranca con la expansión de Zara y culmina estos días con un nuevo récord de la multinacional en el IBEX, el eterno jefe de Pull&Bear tuvo sitio en la alta dirección como responsable de la tercera cadena del grupo por ventas y formó parte del primer comité de dirección de la compañía, formado por ejecutivos de dilatada experiencia y de la confianza de Ortega, llamados a afianzar el cambio de etapa que supuso el relevo en la presidencia y el nombramiento de Óscar García Maceiras como consejero delegado.

En tan ajetreado viaje, Del Bado tuvo tiempo para extender su actividad más allá de Arteixo y Narón e impulsar junto a su familia dos empresas inmobiliarias. Se trata de Paper Shop y Gugu 19, ambas con sede en Icaria, la urbanización de Oleiros que ha servido de residencia a múltiples directivos del gigante textil. Con memoria de pyme, una de ellas sin trabajadores y la otra con dos, las sociedades controlan 13,5 millones en activos de manera conjunta y suman un patrimonio que supera los 11,3 millones, equivalentes a los fondos propios que manejaban a cierre de 2022.

Los números de Pablo del Bado lejos de Inditex

La más antigua es Paper Shop, cuya constitución se remonta a 1999 y en la que Pablo del Bado ejerció como administrador único y, actualmente, como apoderado, según los datos del Registro Mercantil. En esta inmobiliaria concentra el grueso de los bienes. Acumula 12,2 millones en activos, conformados fundamentalmente por 6,5 millones en inversiones inmobiliarias y 4,9 millones de inmovilizado material, según el balance de 2022. El patrimonio neto alcanzaba los 11,3 millones, equivalente a los fondos propios de la sociedad. La inversiones de Paper Shop, según su memoria, se centran en «locales de negocio y viviendas destinadas al alquiler«.

La sociedad está gestionada por dos trabajadores asalariados a los que destinó una partida de casi 60.000 euros. La administradora única de Paper Shop, que tiene un capital social de 1,14 millones, es María del Bado Risueño, hija del exdirector general de Pull&Bear y de Ana Risueño, quien fue directora durante una década de Zara Woman hasta que dejó su puesto el pasado abril, anticipándose solo unos meses a la salida de su marido del grupo.

Gugu 19, con la misma administradora única y Pablo del Bado como apoderado, es menos voluminosa. El histórico directivo de Inditex, que tiene a dos hijos trabajando en la multinacional, la constituyó en 2021 enfocada al alquiler de inmuebles, a diferencia de Paper Shop que también es promotora. Los activos de la inmobiliaria ascendían a cierre de ejercicio a 1,2 millones y carecía de ingresos y trabajadores.

Las empresas familiares trazan así un curioso paralelismo con el que fue su jefe, diversificando la actividad de Del Bado entre Inditex y los inmuebles, aunque de una manera menos conocida y a mucha menor escala que la de Amancio Ortega.

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