Ofensiva de Alcoa y su patronal europea contra Bruselas por las compras de aluminio ruso

European Aluminum, asociación de la que forman parte Alcoa o Rio Tinto, considera insuficientes las últimas restricciones dictadas por Bruselas a las compras de aluminio ruso y pide ampliarlas por una "cuestión de principios"

La planta de aluminio primario de Alcoa detuvo su producción en diciembre del año pasado y hasta 2024. Foto: EFE

La planta de aluminio primario de Alcoa detuvo su producción en diciembre de 2021 y hasta 2024. Foto: EFE

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Alcoa vuelve a la carga para exigir restricciones a las importaciones de aluminio procedente de Rusia. European Aluminium, la asociación que cuenta en sus filas con miembros como Alcoa, Hydro o Rio Tinto, así como diferentes refinerías fundiciones y fabricantes de productos semiacabados ha decidido mover ficha al considerar insuficiente la nueva ola de medidas que la Comisión Europea ha impuesto al país que preside Vladimir Putin.

Estas se centran en la prohibición de importar diamantes y gas licuado de petróleo de Rusia. A ellas se suman prohibiciones a las compras de alambres, tubos y tuberías de aluminio procedentes del país de Europa del Este, pero, European Aluminium censura que estas tan solo afectan al 12% de las que se realizan cada año.

«Una cuestión de principios y previsión estratégica»

«Animamos encarecidamente a la Unión Europea a que acelere sus esfuerzos y amplíe su alcance para cubrir todas las principales categorías de productos», ha defendido Paul Voss, director general de la asociación europea en la que se integra Alcoa. «Estas sanciones son un pequeño primer paso», considera el representante de esta patronal.

«La industria europea del aluminio ya ha comenzado a eliminar gradualmente el aluminio ruso y está dispuesta a acelerar el proceso. Es una cuestión de principios y previsión estratégica. Es simplemente lo correcto en las circunstancias actuales», ha añadido Voss.

En este sentido, el representante de la asociación europea ha recordado que en lo que va de año ya se han reducido un 34% las importaciones de aluminio ruso. Es lo que definen como «punto de inflexión», toda vez que Rusia ha pasado a representar ahora el 9% de las importaciones totales de aluminio que cada año realiza Europa. Este porcentaje se ha ido debilitando desde el 25% que estas llegaron a representar en el mix años atrás.

«Los últimos datos de importaciones subrayan nuestros pasos proactivos hacia la diversificación de nuestra oferta, pero ahora nuestro foco debería cambiar hacia potenciar nuestras capacidades de producción doméstica«, ha remarcado Voss. «Si expandimos y salvaguardamos nuestra producción de aluminio primario y las operaciones de reciclado, podremos cubrir la creciente de manda de aluminio por parte de Europa y asegurar nuestra autonomía estratégica», ha reivindicado el representante de European Aluminium.

De Washington a Londres

Las importaciones de aluminio ruso han estado en el punto de mira desde que el país que preside Vladimir Putin invadiese Ucrania en febrero del año pasado. De hecho, Alcoa ya hizo presión en el pasado ante las autoridades estadounidenses para frenar las compras de este metal procedentes de Rusia.

La multinacional aseguró en octubre de 2022 que consideraba «que el Gobierno de Estados Unidos y otros países deberían sancionar el aluminio ruso». Alcoa había cortado de raíz las importaciones de aluminio ruso tras la invasión de Ucrania, después de que Gobierno de Joe Biden dejase en un primer momento al aluminio al margen de un paquete de restricciones que, por el contrario, sí afectaba a diferentes productos energéticos.

El Ejecutivo estadounidense justificó su postura por la necesidad de evitar una mayor subida de precios para los consumidores, ya que el aluminio se encuentra presente en todo tipo de productos (desde envases hasta latas de conserva pasando por utensilios de cocina o los pistones de motores de combustión interna).

En paralelo, Alcoa también llevó su batalla contra las importaciones de aluminio ruso ante el London Metal Exchange. La compañía solicitó al mercado de referencia en Europa para la negociación de materias primas que excluyese de negociación el aluminio ruso al entender que este amenazaba con distorsionar los precios. La firma envió diferentes cartas al London Metal Exchange tras detectar que el aluminio procedente de Rusia se iba a hacer con una posición mayoritaria en sus almacenes pese a que en el sector se ha seguido una dinámica mayoritaria de vetas sus compras como respuesta su guerra con Ucrania.

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