Nueva vida para Navantia en Reino Unido: dispara ingresos y encarga a KPMG la valoración del astillero del Titanic

Antes de completar la adquisición de Harland&Wolff, la filial de la compañía naval pública incrementó su cifra de negocio un 46%, acometió una ampliación de capital de casi 90 millones y se aseguró una línea de crédito para lo relativo a su reciente compra

El presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, visita los astilleros de Harland&Wolff en Belfast tras la adquisición de los mismos por la filial británica de la empresa dependiente de la SEPI

El presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, visita los astilleros de Harland&Wolff en Belfast tras la adquisición de los mismos por la filial británica de la empresa dependiente de la SEPI. Foto: Navantia

Navantia cambia por completo su negocio y sus números en Reino Unido. La compañía española de construcción naval dependiente de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) cerró a principios de año la adquisición de los cuatro astilleros británicos de Harland&Wolff, en una operación que estuvo coordinada con el propio Gobierno del país y con la que el grupo español se aseguró el cumplimiento del millonario contrato que había suscrito para la construcción de tres buques de apoyo logístico para la Royal Navy, con lo que blinda su futuro en el territorio. Antes de completar la adquisición de esos activos en quiebra, su filial, Navantia UK, cerró el ejercicio 2024 dando muestras de su nuevo rumbo: en beneficios, con patrimonio positivo y con una cifra de negocios que se estiró un 46%. Además, acometió una ampliación de capital por valor de casi 90 millones de euros para asegurarse la adquisición y con el compromiso de una línea de crédito con su matriz.

Así se indica en las cuentas de Navantia UK recientemente remitidas al equivalente británico del Registro Mercantil y que han sido consultadas por Economía Digital Galicia. En las mismas, los administradores de la compañía explican, aunque no indican el importe, que el pasado 7 de marzo firmaron una enmienda al contrato de construcción naval FSS para el Ministerio de Defensa Británico para formalizar el encargo de los tres buques. “Ese compromiso implica aumentar el precio del contrato del programa FSS y retrasar la fecha de entrega para realizar las actualizaciones necesarias para cumplir con la nueva fecha de entrega acordada”, explican.

Ya en los meses anteriores a la compra de los astilleros famosos por haber trabajado en la construcción del Titanic, la prensa británica indicó que el Gobierno británico estaba dispuesto a ampliar en unos 300 millones de libras el contrato para la construcción de esos tres buques auxiliares a cambio de que rescatase al que era, inicialmente, su socio británico en el proyecto. De esta forma, el monto total del contrato ronda los 1.900 millones de libras, unos 2.300 millones de euros.

«Crecimiento y éxito a largo plazo»

Las cuentas de Navantia UK relativas el ejercicio 2024 fueron firmadas por el director financiero de la filial de los astilleros españoles el pasado 11 de marzo. En las mismas, también se indica que la confianza de la compañía en que la transacción de compra de los astilleros “demuestra su compromiso a largo plazo con la industria británica y contribuya a su crecimiento y éxito a largo plazo”.

Ahora, de cara a la formulación de las próximas cuentas del grupo, que evidenciarán el cambio de escala y de activos del negocio de Navantia en Reino Unido, la compañía debe “registrar los activos adquiridos a su valor razonable, determinado con base en su valor de mercado”. En concreto, el grupo de Ricardo Domínguez se hizo con los cuatro centros de trabajo de la histórica compañía en Irlanda del Norte (Belfast), Inglaterra (Appledore) y Escocia (Methil y Arnish).

La valoración de la compra de Navantia se encargó el pasado 24 de enero a KPMG “y actualmente se encuentra en proceso de elaboración”.

Ampliación de capital y línea de crédito

Y es que una cosa es la valoración de mercado y otra el importe que Navantia pagó por unos astilleros que elevaron sus pérdidas en 2023 hasta los 122 millones de euros al cambio y que, a finales de ese año aumentó su línea de crédito con Riverstone Credit Partners hasta los 115 millones de dólares, lo que fue clave para su quiebra.

Según queda explicitado en la memoria de Navantia UK, en al apartado de operaciones relevantes realizadas a cierre del ejercicio, unos días antes de ejecutarse la compra de Harland&Wolff, la filial británica acometió una ampliación de capital de 75 millones de libras, casi 90 millones de euros al cambio, suscrita por su matriz, es decir, por Navantia. “Esta inyección de capital subraya el compromiso de los accionistas para de apoyar las iniciativas estratégicas de la compañía”, explican los administradores de la filial británica, que añaden que, además, “se ha establecido una línea de crédito para proporcionar el apoyo financiero necesario para la adquisición y las operaciones posteriores de los negocios recién adquiridos”.

Crecen beneficios y cifra de negocio

Por otro lado, Navantia UK encara su acelerado crecimiento con una situación saneada. La sociedad cerró el ejercicio 2024 como su segundo año consecutivo sin patrimonio neto negativo y disparando su cifra de negocio de los 49,9 a los 73 millones de libras, un 46% más, un crecimiento que la compañía achaca “al mayor porcentaje de finalización del contrato de FSS” con el Estado británico, lo que, no obstante, también disparó los gastos administrativos en un 337%.

Los beneficios de la compañía, por otro lado, pasaron de poco más de 62.000 libras a 1,6 millones de libras.

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