Nueva vida de Amper en Galicia: velas de 40 metros de altura para petroleros en As Somozas

El director ejecutivo de BAR Technologies, John Cooper, explica cómo serán las velas rígidas que Nervión Naval Offshore fabricará en la comunidad gallega

Velas rígidas de Nervión, filial de Amper

Nervión, filial de Amper, fabricará velas rígidas en la planta de As Somozas. Foto: Nervión Naval Offshore

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Galicia se ha convertido en una pieza clave de la expansión de Amper, el grupo tecnológico presidido por el exministro de Defensa Pedro Morenés. A través de la filial Nervión Naval Offshore, la compañía pisa el acelerador en el terreno de la eólica marina con la puesta en marcha de su planta de componentes en As Somozas –anteriormente explotada por Siemens-Gamesa– que se complementará con las instalaciones proyectadas en el Puerto Exterior de Ferrol. No obstante, en su portfolio también figura otro negocio, el de la fabricación de velas rígidas para grandes embarcaciones. Esta semana, trascendió la firma de un acuerdo con BAR Technologies, autodefinida como líder en propulsión eólica y consultora de ingeniería marina con base de operaciones en Reino Unido para que Nervión gestione, dentro del mercado europeo, la producción de velas rígidas WindWings.

Básicamente, la firma española gestionará la cadena de valor de adquisición y construcción de estos sistemas de propulsión, así como su instalación en todos los astilleros de Europa. Según ha podido saber Economía Digital Galicia, este acuerdo se traducirá en carga de trabajo para Galicia, ya que los primeros pedidos de estas velas rígidas serán para la planta de As Somozas, estando aún en proyecto, a la espera del inicio de obras, las instalaciones del Puerto Exterior de Ferrol.

Pero, ¿qué es exactamente lo que se va a construir en las instalaciones gallegas de Amper? Jonh Cooper, el director ejecutivo de BAR Technologies, explica a este medio que los WindWings son “un sistema avanzado de propulsión asistida por el viento para grandes buques, como graneleros o petroleros”. Su diseño, explica, reduce el consumo de combustibles de estas embarcaciones y las emisiones de CO2, aprovechando la fuerza del viento.

Alas como un edificio de 10 pisos

“Los WindWings son alas dinámicas multielemento que pueden instalarse en la cubierta del buque y plegarse cuando no se utilizan (durante las operaciones portuarias, en las zonas de separación del tráfico o durante las condiciones meteorológicas extremas). Las alas están controladas por un sistema automatizado que ajusta su ángulo de ataque y su forma en función de la dirección y la velocidad del viento. El sistema también utiliza un avanzado software de optimización de rutas para encontrar la ruta más segura y eficiente en el consumo de combustible para el buque”, comenta.

Un WindWing mide unos 20 metros de ancho y 37,5 metros de altura, es decir, que es más alto que un edificio de 10 pisos. “La superficie total de cuatro alas es de 3.000 m2, que es más de tres veces la superficie de las alas de un avión A380 (843 m2). Los WindWings son aptas tanto para reacondicionamiento como para nuevas construcciones, y se pueden configurar para diferentes tipos y tamaños de embarcaciones”, expone el directivo.

Velas ‘verdes’

Explica Cooper que las velas que Amper fabricará en Galicia para el mercado europeo guardan grandes diferencias con las tradicionales. “Los WindWings son alas rígidas que generan sustentación y empuje mediante la creación de diferenciales de presión similares a los de las alas de los aviones. Este mecanismo genera una fuerza que impulsa el WindWing y la embarcación hacia adelante”, dice. “Además, a diferencia de las velas tradicionales, fijadas a un mástil y únicamente ajustables a través de alteraciones de ángulo o forma, las WindWings se montan en una base giratoria. Un sistema automatizado los inclina y gira para optimizar el rendimiento, de acuerdo con las condiciones de viento predominantes”, añade.

En tiempos de transición ecológica, esta nueva tecnología apuesta por reducir la pisada de C02 de las embarcaciones. “En las rutas mundiales medias, cada WindWing ahorra aproximadamente 1,5 toneladas de combustible al día, lo que contribuye directamente a una reducción sustancial de CO2 en el sector del transporte marítimo. Suponiendo que se utilice fuelóleo pesado para la propulsión principal, cada WindWing ahorraría alrededor de 4,65 toneladas de CO2 por día”, dice.

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