La nueva vida de David Chipperfield en Galicia: dos sociedades y cuatro millones en activos
El célebre arquitecto, ganador del Premio Pritzker en 2023, deja su particular huella en Galicia a través de la Fundación RIA y de dos sociedades que rozan los dos años y medio de vida
David Chipperfield echa raíces en Galicia. El célebre arquitecto, que recibió el Premio Pritzker 2023, deja su huella en Galicia, comunidad que ha pasado de albergar sus veranos a acoger las principales iniciativas del artista responsable del Neues Museum de Berlin, el Museo de Literatura Moderna de Marbach o la Hepworth Wakefield Gallery.
Y es que el arquitecto inglés se centra actualmente en la promoción de los valores arquitectónicos y naturales de las Rías Atlánticas a través de la fundación privada sin ánimo de lucro RIA (Rede de Innovación de Arousa) y, además, cuenta con dos sociedades centradas en la ejecución de «toda clase de proyectos, estudios y/o informes o valoraciones sobre ingeniería, arquitectura y urbanismo”.
La huella de Chipperfield en Galicia
Se trata de David Chipperfield Architects Santiago de Compostela y David Chipperfield Studio Spain. Las dos sociedades, que fueron creadas a mediados de 2022 con un capital social de 3.000 euros cada una, eligieron a la parroquia ribeirense de Corrubedo como sede central en un primer momento para, meses después, hacer las maletas rumbo a Santiago de Compostela.
El arquitecto inglés adquirió un emblemático edificio del siglo XIX en la calle Virxe da Cerca de la capital gallega. Con la idea de ser «una casa abierta a todo el mundo», allí asienta la base de operaciones de la Fundación RIA y de estas dos sociedades que aglutinan 4,2 millones de euros en activos.
La mayor parte (3,36 millones de euros) se corresponden a David Chipperfield Studio Spain. La sociedad, dependiente al igual que David Chipperfield Architects Santiago de Compostela, de la firma británica DC Studio Limited, tiene como objeto social la realización «de toda clase de proyectos, estudios y/o informes y valoraciones sobre ingeniería, arquitectura, urbanismo» o topografía, así como la celebración de actividades de «formación empresarial» o la «planificación, promoción y organización de congresos y exposiciones».
La sociedad cerró su primer ejercicio completo (2023) sin ingresos y unas pérdidas por valor de 104.737 euros que fueron compensadas con la buena evolución de Chipperfield Architects Santiago de Compostela. Esta última suma 882.000 euros en activos y ya ha superado la barrera del medio millón de euros de facturación en su primer año completo en funcionamiento.
En concreto, su cifra de negocio se elevó desde los 81.201 euros cosechados en 2022 hasta los 665.414 euros el ejercicio pasado. La firma, que tuvo una media de 6,4 empleados a lo largo de ese periodo, aprovechó este tirón de ingresos para anotarse un beneficio neto por valor de 139.505 euros, multiplicando así casi por 14 los 10.197 euros del año anterior.
De Ribeira a A Coruña
Además de estas sociedades, la familia Chipperfield tiene como otra de sus principales inversiones en Galicia el Bar do Porto de Corrubedo. Tras casi 30 años cerrado, el arquitecto inglés insufló una nueva vida a este espacio en agosto de 2020 para ejemplificar con él la importancia de la figura del bar local «como espacio de encuentro y la relevancia de la comida del lugar».
Formado con figuras influyentes como Richard Rogers y Norman Foster, Chipperfield centra ahora sus miradas en Galicia, en donde ya ha ejecutado proyectos emblemáticos como la renovación de la fachada marítima de Palmeira (Ribeira) con la eliminación de barreras visuales como unto de los principales puntos. de su actuación.
El arquitecto inglés tendrá que afrontar ahora una tarea similar en el barrio coruñés de As Xubias. Chipperfield será el encargado de diseñar este proyecto para el desarrollo de la rehabilitación integral de este barrio costero que «va a permitir regenerar arquitectónica, social y medioambientalmente toda la fachada de la ría y crear un espacio para disfrute ciudadano». Para ello se apostará por la creación de zonas verdes y una senda costera, así como por una «política de rehabilitación de viviendas y también por la integración de viviendas de protección oficial».