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Nueva Pescanova encajó 93 millones en pérdidas por la crisis del langostino antes de regresar a beneficios
La división de negocio que engloba las plantas acuícolas de Ecuador, Guatemala y Nicaragua concentró el 65% de los números rojos del grupo en el pasado ejercicio, debido a los efectos climatológicos de 'El Niño' y el desplome histórico de precios del langostino vannamei
Nueva Pescanova ha enderezado el rumbo en 2024, regresando a resultados positivos tras dos ejercicios muy duros, marcados por el incremento de costes asociado a la inflación, los efectos del tipo de cambio o la menor demanda en China. Estos factores llevaron a la mayor pesquera gallega por volumen de ingresos a encajar 131 millones en pérdidas en el pasado curso, antes de retomar la buena senda en este 2024, cuando la compañía anunció un ebitda positivo de 18,1 millones entre abril, el mes en el que comienza su ejercicio fiscal, y agosto. Es casi el doble que el obtenido en todo el año anterior, que se quedó en los 9,8 millones.
Los números rojos del pasado ejercicio, que llevaron al grupo controlado por Abanca a dotar 42 millones en provisiones para sanear el balance, estuvieron especialmente afectados por el comportamiento del langostino en Centroamérica. El Estado de Información No Financiera que acaba de hacer público Nueva Pescanova atribuye a las plantas de acuicultura de Ecuador, Guatemala y Nicaragua, dedicadas al langostino vannamei, un resultado negativo de 93,5 millones antes de impuestos y ajustes de consolidación.
Las pérdidas sufridas en el negocio del langostino representan el 65% de las sufridas por el grupo en su último ejercicio, que ascenderían a 141,3 millones si se toman en cuenta los datos antes de impuestos y consolidación. Nueva Pescanova es uno de los mayores productores mundiales de esta especie, con unas 60.000 toneladas de langostino procesadas al año.
El comportamiento de las plantas latinoamericanas fue mucho peor que el del resto de áreas de negocio, pues la actividad pesquera cerró con números rojos de 4,4 millones tanto en Mozambique y Namibia (África), como en Argentina y Perú (Cono Sur). Finalmente, la actividad comercial en Europa, Sudáfrica y Estados Unidos generó otros 39 millones en pérdidas antes de impuestos y ajustes de consolidación.
La crisis del langostino
Según explican fuentes de la compañía, dos factores influyeron en los malos resultados del vannamei. Por un lado, los efectos del fenómeno climatológico El Niño, que afectó a la producción. Por otro, la caída histórica de precios del langostino. Estos dos elementos, combinados con un periodo inflacionista, sirvieron de caldo de cultivo para las abultadas pérdidas de esta área de negocio.
Desde la entrada de Jorge Escudero como consejero delegado de Nueva Pescanova en septiembre del año pasado, el grupo ha rediseñado «la forma de cultivar, planificar y comercializar el langostino», lo que permitió una mejora del ebitda. Entre abril y agosto, la pesquera también incrementó su volumen de negocio en un 2% respecto al mismo periodo del año anterior.
«Las medidas estratégicas y operativas adoptadas por el nuevo equipo directivo han logrado revertir la tendencia negativa de la compañía en los dos últimos ejercicios y situarla en la senda de la recuperación», había indicado la empresa el pasado septiembre, cuando hizo públicos los resultados del último año fiscal.
10.000 trabajadores y 17 fábricas
A cierre de marzo de este año, Nueva Pescanova contaba con 17 fábricas ubicadas en España, Perú, Ecuador, Francia, Namibia, Nicaragua, Guatemala, Argentina, Irlanda e India. Desarrollaba su actividad pesquera con 59 buques a la captura de gambón, cefalópodos y merluza en aguas de Sudamérica; y langostino, merluza y rosada en la de África. Además de las plantas de Centroamérica, la compañía también desarrolla la acuicultura del rodaballo en España, completando unas 7.000 hectáreas de cultivo.
Nueva Pescanova, según su Estado de Información No Financiera, tenía en plantilla el pasado marzo a 9.353 trabajadores, con Ecuador, Namibia, Nicaragua y España como territorios con más personal. La plantilla media del ejercicio fue incluso superior, alcanzando los 10.752 trabajadores, aunque por debajo de los 12.300 del ejercicio anterior.