La nueva etapa de Trison con el fondo de Liechtenstein: de los números rojos al “crecimiento ambicioso

La histórica proveedora de Inditex cerró el año 2023 con unas pérdidas de 2,7 millones pero con los ingresos sobrepasando los 100 millones; un año después, suma 400 empleados y acaba de cerrar una nueva adquisición

El fundador de Trison, Carlos Saavedra (primero por la derecha), durante la visita del exdelegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, a las instalaciones de la compañía

El fundador de Trison, Carlos Saavedra (primero por la derecha), durante la visita del exdelegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, a las instalaciones de la compañía

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A finales de 2023, Trison, histórico proveedor de pantallas LED para Inditex fundado por Carlos Saavedra y con base de operaciones en el ayuntamiento coruñés de Sada, cambió de manos. Su mayoría accionarial pasó del fondo Portobello, que desembarcó en la compañía en 2016, al luxemburgués L-GAM. Ese ejercicio lo cerró con unas pérdidas de 2,7 millones –que, no obstante, sus administradores relacionan con los costes no recurrentes relacionados con una operación de reestructuración societaria– y con unos ingresos de 105 millones de euros. Desde entonces, la firma ha continuado con su proceso de expansión, acabando el ejercicio 2024 con una compra, la de la empresa malagueña de grafismo Yellow Bricks. En sus últimas cuentas depositadas ante el Registro Mercantil, la compañía ya apunta que se ha marcado “un objetivo de crecimiento ambicioso”.

Según las últimas cuentas consolidadas de Cartera Trison, consultadas por Economía Digital Galicia a través de la solución analítica avanzada Insight View, el grupo finalizó el ejercicio 2023, el año en el que se produjo el cambio de propiedad, con unos activos que se elevaron de los 70 a los 75 millones, un patrimonio neto que se redujo de 6,4 a 1,3 millones y una cifra de negocio que, por primera vez y dentro de las previsiones, superó los 100 millones de euros. En concreto, en un año, la multinacional bajo la batuta de Alberto Cáceres incrementó sus ventas más de un 23%, hasta rozar los 105 millones de euros.

Con unos gastos de personal que se dispararon desde los 13,4 a los 22,2 millones, el resultado de explotación de la compañía, el propio de su actividad, fue positivo aunque menor que el obtenido en 2022. En concreto, de 2,5 millones frente a los 6,3 millones del ejercicio precedente.

Reestructuración societaria

En su informe de gestión, los administradores del grupo argumentan que las pérdidas netas presentadas se deben principalmente a los costes no recurrentes relacionados con una operación de reestructuración societaria y que, de no haber sido por ello, habría cerrado el año con beneficios. A finales de 2023, la sociedad dominante del grupo adquirió el 50% del capital que le restaba en la sociedad Akewuele y también se hizo con el 100% de las filiales TMM Trison SAS, domiciliada en Francia, Managed Information Technologies, en Reino Unido, y la española Trison Necsum, de las que poseía un 70%.

Así, a pesar de las pérdidas por esta operación de reestructuración, los dueños de Trison inciden en que la firma cerró 2023 con un fondo de maniobra positivo de 18,5 millones de euros y con “expectativas favorables para los próximos ejercicios, estimando que el grupo obtendrá y mantendrá resultados positivos a corto y medio plazo”.

La dirección del grupo remarcaba en su informe de gestión que “Trison tiene muchas posibilidades de crecimiento orgánico, por lo que se ha marcado un objetivo de crecimiento ambicioso”, manifestándose, además, “abierto a posibles alianzas para un crecimiento inorgánico”, es decir, para compras.

Hacia los 130 millones de euros

A falta de conocer los resultados del grupo correspondientes al ejercicio 2024, el primero completo con su nuevo dueño, el fondo L-GAM, las previsiones en Trison pasaban acabar el año con una cifra de negocio de 130 millones de euros.

La compañía deja claro en la documentación consultada por Economía Digital Galicia que en su hoja de ruta la expansión está clara. “Geográficamente, Trison sigue sin ponerse fronteras, estando dispuesto a desarrollar proyectos en cualquier país que ofrezca seguridad jurídica y ética suficiente”, indicaba, destacando que sus mercados prioritarios pasaban a ser los países del norte de Europa y Oriente Medio.

La plantilla crece casi un 30%

El primer ejercicio de Trison tras su cambio de manos finalizó con una operación de crecimiento inorgánico, con la compra, el pasado septiembre, de la malagueña Yellow Bricks, especializada en fan engagement y gestión audiovisual en eventos deportivos.  La compra permitirá al grupo gallego reforzar la división sports, donde ha trabajado con clubes como el Real Madrid, en la tienda oficial del Santiago Bernabeu, el AC Milan o el Deportivo.

Con esta operación, Trison indicó que su plantilla quedaba compuesta por más de 400 empleados y con 16 oficinas en 13 países. Muestra del crecimiento de la compañía es que hace dos años, la firma sumaba 311 trabajadores, por lo que desde entonces ha incrementado la plantilla en cerca de un 30%.

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