El otro filón de Itínere en Galicia más allá de la AP-9: gana 6 millones con las autopistas de la Xunta

Doble botín para Itínere en Galicia. El grupo controlado por el fondo de pensiones holandés APG (controla un 60,2% de su capital y comprará otro paquete del 39,6% a Globalvia) saca provecho tanto de la AP-9, la autopista que vertebra Galicia desde Ferrol hasta Tui, como de las AG-55 y la AG-57.

Itínere gestiona estas dos infraestructuras a través de su filial Autoestradas de Galicia. El trazado de la primera une Carballo con A Coruña mientras que la segunda hace lo propio con Puxeiros y Baiona. Se trata de dos autopistas titularidad de la Xunta de Galicia que Itínere, a través de su filial, operará hasta, como mínimo, el año 2045, fecha en la que está prevista la reversión de la concesión.

Gana un 33% más

Según se desprende de la memoria anual depositada ante el Registro Mercantil de A Coruña, Autoestradas de Galicia cerró su ejercicio fiscal con un rebote del 33,1% en su beneficio neto. En concreto, este se encaramó desde los 4,55 millones de euros alcanzados en 2022 hasta los 6,11 millones el año pasado, cifra, eso sí, que se queda lejos de los 82,6 millones de euros que se embolsó Audasa tras crecer un 24,9% respecto al año anterior.

Autoestradas de Galicia logró, de esta manera, trasladar a sus ganancias su salto de dos millones en una facturación que se elevó desde los 16,34 millones de euros hasta los 18,36 millones el año pasado. «Durante este ejercicio destacamos una evolución positiva del tráfico en ambas autopistas con intensidades superiores a las registradas en 2019 último año de normalidad antes de la pandemia de la Covid-19», reivindica la firma en su informe de gestión.

«El tráfico sujeto a cobro de peaje ha crecido un 4,59% respecto al dato de 2022, que se distribuye en un aumento del 4,7% en los vehículos ligeros (que suponen un 95% del tráfico total de la autopista) y un aumento del 2,33% en los vehículos pesados», detalla la firma. El incremento del tráfico en ambas autopistas ha sido muy similar con un aumento del 4,92% en la autopista A Coruña-Carballo (AG-55) y del 3,88% en la autopista Puxeiros-Val Miñor (AG-57)», subrayan desde Autoestradas de Galicia.

La intensidad media diaria (IMD) del conjunto de todos los tramos operativos sujetos a peaje fue de 14.068 vehículos en la autopista AG-55
(13.408 vehículos durante 2022) y de 8.494 vehículos en la autopista AG-57 (8.177 vehículos durante 2022).

Peajes congelados

Autoestradas de Galicia afronta así un 2024 con un escenario distinto del de su hermana Audasa. Ambas firmas conforman junto a la vasca Gesbisa (concesionaria de la AP-8), la navarra Audenasa (con la que controla la AP-15) o Aucalsa (explota la AP-66 que une Asturias y Castilla y León) el universo de empresas propiedad de Itínere.

Pero pese a operar infraestructuras bajo concesión tanto con Autoestradas de Galicia como con Audasa, Itínere encuentra diferencias razonables entre una y otra. En primer lugar por la propia titular de estas autopistas. Mientras que la AG-55 y la AG-57 son de titularidad autonómica, la AP-9 es propiedad del Estado.

Los peajes en esta última se han vuelto a elevar un 6,55% de cara a este 2024 como consecuencia de la evolución al alza del IPC y las compensaciones para el pago de las obras de ampliación del Puente de Rande y la circunvalación de Santiago. En el caso de la AG-55 y la AG-57, por el contrario, los precios de cara al usuario final se mantienen congelados pero Autoestradas de Galicia sigue engrosando su particular bote.

«Con el fin de mitigar el impacto de la mencionada subida del peaje para el año 2024 (3,29%), el 29 de diciembre de 2023 se formalizó un nuevo convenio con la Agencia Gallega de Infraestructuras con el objeto de que los peajes que debe asumir el usuario durante el año 2024 no experimenten ninguna variación respecto al año 2023″, recalca la firma en sus cuentas anuales.

En este sentido, Autoestradas de Galicia apunta que «con el objeto de garantizar el equilibrio económico del contrato concesional, la Xunta de Galicia tiene la obligación de abonar a la sociedad la diferencia entre los ingresos resultantes de los peajes aplicados al usuario en el año 2024 y los
ingresos resultantes de los peajes contractuales oficiales aprobados mediante resoluciones de la Agencia Gallega de Infraestructuras del 29 de noviembre de 2023″.