Naviera Elcano, inmune a la crisis del transporte en el Mar Rojo

La crisis del Mar Rojo pasa de largo por Naviera Elcano. La firma controlada por el Grupo Nosa Terra 21 (de la familia Silveira) y participada por Abanca y Naviera Murueta ha logrado esquivar estas tensiones en Oriente Próximo que han llevado a diferentes compañías del sector a desviar sus rutas marítimas para cruzar por el Cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica).

Es el caso de Maersk. La naviera danesa, un gigante que factura más de 75.000 millones de euros al año, fue una de las primeras del sector en anunciar un cese temporal de sus rutas por el Mar Rojo. Lo hizo después de que uno de sus cargueros sufriese un ataque por parte de milicias hutíes (grupo yemení con respaldo de Irán) ante la escalada de tensión por la guerra entre Israel y Palestina.

A Maersk le siguieron otra veintena de empresas (primero aquellas que operan portacontenedores y posteriormente otras que cuentan con metaneros y petroleros). Sin embargo, esta crisis que sacude al sector y que amenaza con un encarecimiento del precio del transporte ha pasado de largo por una Naviera Elcano, que tiene su particular blindaje ante este tipo de turbulencias en Oriente Medio.

Así opera Naviera Elcano

Y es que ninguno de los 22 que opera cubre rutas por el Mar Rojo. La compañía tiene exposición con sus ocho bulkcarriers a los países asiáticos que bañan las aguas del Océano Pacífico, así como a Brasil o Estados Unidos. Por su parte, sus cuatro LNG carriers (metaneros) centran su presencia en Estados Unidos (puntos de carga) como en las regasificadoras ubicadas en España, así como en el resto de Europa Occidental, en donde descargan gas natural en estado líquido para su posterior conversión a estado gaseoso y volcado a la red.

Naviera Elcano completa la actividad de su flota con sus tres tankers (buques cisterna), que operan en Argentina, el norte de África y España, así como con sus cuatro quimiqueros, centrados en rutas en Sudamérica. Se trata de una situación similar a la de sus tres LPG carrier (metaneros propulsados por diésel), que concentran su radio de operación en Brasil, uno de los mercados predilectos para la naviera que fue fundada en el año 1942 bajo la batuta del Instituto Nacional de Industria (INI).

Nueva etapa en Naviera Elcano

De esta forma, Naviera Elcano logra esquivar estas tensiones en Oriente Medio que han trastocado los planes de buena parte de las navieras. La compañía afronta así el arranque de un 2024 marcado por ser el primer año sin José Silveira. El histórico empresario nacido en Extremadura pero afincado en Vigo falleció a los 85 años de edad el pasado mes de octubre.

Fundador de Remolcanosa y presidente de Naviera Elcano desde su adquisición en 1997, Silveira llevó las riendas del Grupo Nosa Terra 21 a través del cual controló el Hospital Povisa hasta su venta a Ribera Salud y el grupo estadounidense Centene en 2019. El que fuera vicepresidente de la Cámara de Comercio de Vigo y Vigués Distinguido por el Ayuntamiento olívico en 2017, ejercía en los últimos meses como presidente de honor de Naviera Elcano después de haber dejado su presidencia en manos de su mujer, Rosario Martín Alonso.

La compañía había logrado salir de pérdidas en 2022, cuando se anotó un beneficio neto por valor de 6,1 millones de euros tras disparar su cifra de negocio de 767 a 928 millones de euros. La firma se quedó, de esta manera, a un paso de entrar en el selecto club de los 1.000 millones de euros antes de regresar a números rojos en la primera mitad de 2023.

No en vano, las cuentas de Abanca correspondientes a los nueve primeros meses del año desvelaban que, de sus participadas, Transmonbus había logrado enderezar su cuenta de resultados y salir de pérdidas, un recorrido opuesto al seguido por Naviera Elcano. Así, la compañía liderada por la familia Silveira pasó de ganar 1,03 millones de euros entre enero y septiembre de 2022 a perder 2,07 millones en el mismo periodo de 2023.