Navantia sale de la quiebra técnica en Reino Unido y despeja el rescate de su socia Harland & Wolff
Navantia UK, la filial británica de la empresa pública española, reestableció su equilibrio patrimonial el año pasado tras salir de pérdidas y se perfila como favorita para rescatar a Harland & Wolff, su socia en el macrocontrato con la Royal Navy
Navantia endereza el rumbo de su filial británica. Navantia UK, la sociedad que la empresa pública española constituyó en mayo de 2022, cerró su segundo ejercicio en funcionamiento (2023) con unos beneficios por valor de 62.741 libras (75.260 euros al cambio actual) gracias a los cuales logró reestablecer su equilibro patrimonial.
Y es que los números rojos de 59.839 libras en los que había incurrido en el año de su puesta en marcha habían provocado que su patrimonio neto se fuese a negativo (49.839 euros). Ahora, por el contrario, el trasvase de sus 75.260 euros de beneficios a las reservas de la compañía han permitido que su patrimonio neto arroje un resultado positivo por valor de 12.902 libras.
Navantia UK fue constituida a mediados del año 2022 con un capital social de 10.000 libras (unos 12.000 euros al cambio actual) para canalizar el macrocontrato de 1.600 millones de libras (1.920 millones de euros) para la construcción de tres buques de apoyo logístico para la Royal Navy. La filial británica de Navantia contó a lo largo del año pasado con una media de cinco empleados en plantilla y recientemente he quemado etapas de cara a la ejecución de un contrato que se ha visto salpicado por los problemas financieros de su socia Harland & Wolff.
Navantia UK encargó a la alemana MAN Energy Solutions el pasado mes de septiembre que se hiciese cargo del desarrollo del paquete de propulsión de estos tres buques cuya fecha de inicio de construcción estaba prevista para este 2025 con la previsión de que todos ellos pudiesen estar operativos en 2032.
El rescate de Harland & Wolff
La filial británica de Navantia se perfila como una pieza clave para salvar este macrocontrato. La entrada en concurso de acreedores de Harland & Wolff, uno de los tres integrantes del Team Resolute que se adjudicó este contrato junto a BMT y la empresa española, ha puesto en jaque un encargo milmillonario.
Harland & Wolff se enfrenta a su segunda gran crisis en cinco años (ya tuvo que ser rescatada por InfraStrata en el año 2019) y deja en el aire los 1.200 puestos de trabajo que despliega entre los astilleros de Belfast, Appledore, Arnish y Methil. El Gobierno británico desatendió el pasado verano la petición de 200 millones de libras en ayudas públicas que realizaron los administradores de la compañía antes de su entrada en concurso de acreedores.
Las peticiones de Navantia
Ahora, con la firma al borde del colapso, el Ejecutivo que capitanea Keir Starmer busca a contrarreloj un comprador que se haga cargo de estos cuatro astilleros. El Financial Times sitúa a Navantia en la pole position por el rescate de Harland & Wolff pero al mismo tiempo advierte del interés de Navantia solo por los astilleros de Belfast y Appledore.
En estos dos se construirán 14 de los 21 bloques que conformarán las tres embarcaciones de apoyo logístico, quedando los siete restantes en manos de Puerto Real (Cádiz). Las instalaciones de Belfast contarían con una doble función, ya que allí se llevarían, de acuerdo a estas previsiones, todos los trabajos finales de ensamblaje.
De acuerdo a la información del Financial Times, Navantia ha solicitado que engorde en otros 300 millones de libras (hasta los 2.280 millones de euros) el importe de este macrocontrato para asumir el rescate de su socia quebrada, a la cual, según el medio especializado, Navantia le viene prestando asistencia financiera en las «últimas semanas».
El desembarco de Navantia en Harland & Wolff es visto con buenos ojos por parte del ministro de Economía de Irlanda del Norte, país que alberga al buque insignia de Harland & Wolff: su astillero de Belfast. «Es el tipo de empresa en la que habríamos pensando, una que esté en el sector y que tenga los medios para invertir y retener al personal», destacaba en una reciente intervención el ministro Conor Murphy.