Navantia pide 360 millones más al Gobierno británico para hacerse con la quebrada Harland & Wolff
La empresa pública reclama que el importe de su macrocontrato con la Royal Army se eleve hasta rozar los 2.300 millones de euros a cambio de asumir las riendas de su socia quebrada
Navantia pone deberes al Gobierno británico para hacer frente a la compra de Harland & Wolff. De acuerdo al Financial Times, la empresa pública española reclama al Ejecutivo de Reino Unido que engorde en 300 millones de libras (unos 360 millones de euros) el macrocontrato de tres buques que se adjudicó hace casi dos años a cambio de asumir las riendas de la quebrada Harland & Wolff.
De esta forma, Navantia pide elevar hasta los 1.900 millones de libras (2.280 millones de euros) el importe de este contrato que se adjudicó mediante su alianza con la propia Harland & Wolff y BMT para construir tres barcos de apoyo logístico para la Royal Army británica.
El movimiento de Navantia se produce en un momento en el que todos los focos apuntan a la compañía que preside Ricardo Domínguez como máxima favorita para hacerse con su socia británica. Harland & Wolff consumó su entrada en concurso de acreedores en octubre después de ver cómo en verano naufragaba su petición de 200 millones de libras (240 millones de euros) al Gobierno británico para hacer frente a su pasivo.
Navantia, en la ‘pole position’
La intervención de Navantia, a la que el Financial Times ve en la «pole position» para hacerse con Harland & Wolff, se perfila como clave para blindar este macrocontrato y para asegurar el mantenimiento de 1.200 puestos de trabajo entre los astilleros de Belfast, Appledore, Arnish y Methil.
Según el medio económico, Navantia habría mostrado sus reticencias a adquirir estas dos últimas instalaciones, que en un principio se quedan al margen del macrocontrato con la Royal Army. El Gobierno británico informó en su momento de que14 de los 21 bloques que conformarán las tres embarcaciones se construirían entre los astilleros de Belfast y Appledore mientras que las siete restantes se ejecutarían en Puerto Real. Los trabajos finales de ensamblaje, por su parte, tendrían lugar en el astillero de Belfast, garantizando así una carga de trabajo al sector naval de Irlanda del Norte que su Gobierno no quiere dejar pasar.
“El contrato era claramente imposible de entregar al precio original y Navantia se ha dado cuenta de que entregar cuesta más de lo que pensaban”. asegura una fuente al Financial Times. “Harland & Wolff parece haber subestimado a todos para obtener el contrato en primer lugar”, recalca el medio, que asegura que Navantia ya viene prestando asistencia financiera a la empresa británica en las «últimas semanas».
Harland & Wolff busca nuevo dueño y enderezar el rumbo en un breve periodo de tiempo, toda vez que se aproxima la fecha de inicio de la construcción del primer buque. Este hito está previsto para 2025 y las estimaciones iniciales apuntaban que los tres buques estarían operativos en 2032.