Navantia encadena 16 años en números rojos pese a que su cartera de contratos crece a doble dígito

Con una cifra de negocio inflada por los submarinos S80 y por las fragatas, la compañía pública incrementó sus pérdidas un 25% hasta los 122 millones de euros

Ricardo Domínguez, presidente de Navantia / Navantia

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Navantia crece, pero es incapaz de esquivar los números rojos. Este viernes, los astilleros públicos presididos por Ricardo Domínguez presentaron sus cuentas correspondientes al ejercicio 2023. La cifra de negocio se incrementó un 7%, hasta los 1.434 millones de euros. En la escalada influyeron principalmente los contratos de los submarinos S-80 de 236 millones de euros, además de las fragatas F-100, de 209 millones de euros, y las corbetas a Arabia Saudí de casi 130 millones, al margen de proyectos de reparación con la Armada por valor de 91 millones y de gaseros por otros 84 millones. Sin embargo, la empresa dependiente de Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) elevó sus pérdidas un 25,7%, pasando de un negativo de 96,9 millones a casi 122 millones de euros. Los administradores de la compañía achacan el aumento a los mayores gastos financieros y a los tipos de interés y defienden que el resultado de explotación, el propio de la actividad del grupo, fue negativo, pero se redujo de 98 a 63 millones de euros. Pese a todo, la empresa naval acumula 16 años consecutivos con resultados negativos. En realidad, en su historia, solo tuvo un año en negro: 2007.

En esa altura, Navantia llevaba dos años constituida, aglutinando a los astilleros militares segregados de Izar. Logró un discreto beneficio neto de 159.000 euros y hasta ahí; nunca más volvió a salir de los números rojos. Desde entonces hasta ahora, el peor año que se anotó fue 2017, con unas monumentales pérdidas de 296 millones de euros que, efectivamente, ha conseguido ir minorando con el tiempo. En 2020 se apuntó un negativo de 137 millones de euros, que redujo hasta los 82,4 millones de euros de pérdidas en 2021 para volver a elevar a 96,9 millones en 2022 y 122 millones en el pasado 2023.

Cartera de contratos al alza

Navantia está apretando el acelerador para lograr enderezar su situación, pero no es sencillo. A pesar de las pérdidas, cerró el año con una cartera de pedidos acumulada de 8.214 millones de euros, lo que supone un incremento anual de un 11%, un crecimiento de doble dígito, tras haber firmado nuevos contratos por importe de 1.746 millones de euros. Pero hay que tener en cuenta que, según su balance, el pasivo no corriente de la compañía sumaba a finales de 2023 unos 5.300 millones de euros frente a más de 2.000 millones de pasivo corriente. Una losa que atenaza el balance de la compañía pública.

Así, ¿es posible abandonar los números rojos? Según la memoria consolidada de Navantia, consultada por Economía Digital Galicia, los astilleros públicos tienen buenas expectativas de futuro. Aseguran que, en lo que respecta a su principal negocio, la construcción naval, trabajan con Defensa para la construcción de dos nuevos BAMs (Buque de Acción Marítima) y un buque de aprovisionamiento para la Armada española (este último fue anunciado por Pedro Sánchez a principio de año, en la precampaña de las elecciones autonómicas).

Arabia, Australia, India y Polonia

Además, se ha acordado con Arabia Saudí la construcción de tres corbetas, adicionales a las cinco unidades que está acabando de suministrar Navantia. Por otro lado, el Ministerio de Defensa de Australia ha invitado a los astilleros a participar en un proceso competitivo para construir 11 fragatas, en una adjudicación que se conocerá en 2025. También indican, aún en el terreno internacional, que India y Polonia se han mostrado interesadas en la construcción de submarinos basados en el S-80.

De la cifra de negocios total de Navantia, 653 millones de euros se corresponden con la actividad de construcción naval, mientras que 310,5 millones proceden del área de reparaciones. En este caso, la mayoría de las actuaciones lo llevan a cabo los astilleros del sur. De los 90 buques comerciales reparados el pasado ejercicio, 21 se localizaron en los astilleros de Ferrol, 48 buques en la dársena de Cádiz y otros 21 en Cartagena.

Eólica marina

En el futuro de Navantia también cobra cada vez más importancia el área de componentes de eólica marina y proyectos de hidrógeno verde, que realiza a través de Navantia Seanergies, con importante desarrollo en Galicia. El área denominada de energía verde realizó proyectos el pasado año por valor de 145,2 millones de euros, un 80% más, siendo el área de negocio que más crece. Además, en 2023 cerró contratos por valor de 180 millones de euros, teniendo en cartera en estos momentos casi 450 millones en proyectos.

Explican los administradores de la compañía que, para los próximos ejercicios, la mayor parte de las oportunidades de contrato se concentran entre los años 2025 y 2027 en Reino Unido, Alemania y Francia.

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