Moody’s aplaude el golpe de timón de Ferroglobe y augura que se irá de compras
La agencia de calificación considera que la dueña de Ferroatlántica "puede embarcarse en inversiones de crecimiento o adquisiciones" tras haber salido de números rojos y haber enterrado su deuda

Marco Levi, CEO de Ferroglobe
Moody’s mantiene el rating de Ferroglobe y pone en valor su carpetazo a la deuda. La agencia de calificación ha reafirmado el rating de la matriz de Ferroatlántica, que se mantiene en B2, y ha revisado las perspectivas sobre la compañía, que pasan de ser «positivas» a «estables».
Tobias Wagner, vicepresidente de Moody’s Ratings, defiende que el informe «refleja las condiciones de mercado desafiantes y prolongadas, incluida una demanda moderada y presiones de oferta para las importaciones en los mercados clave de Ferroglobe en Estados Unidos y Europa».
Pese a ello, desde la agencia de calificación subrayan su previsión de que las «métricas de crédito, el balance y la liquidez de la compañía se mantendrán sólidas y en línea con el rating de B2». «Ferroglobe ha mejorado en los últimos años su balance de manera continuada aplicando la generación de flujo de caja a la reducción de la deuda y esperamos nuevas mejoras leves en 2025, pero la mayor parte de la mejora de su balance ya se ha realizado.
En este sentido, las previsiones de Moody’s apuntan a que la ratio entre deuda y ebitda se mantenga por debajo de las dos veces ante esta sólida posición financiera que incluso le podría servir para abordar nuevas compras. «Creemos que la compañía también puede embarcarse en inversiones de crecimiento o adquisiciones a lo largo del tiempo, aunque la calificación refleja la expectativa de que la compañía equilibrará cualquier inversión y el retorno para los accionistas manteniendo su sólido balance y perfil de liquidez adecuado», subraya la entidad.
Moody’s marca así un punto de inflexión para una Ferroglobe que en los últimos años se había visto obligada a desprenderse de activos estratégicos para poder sanear sus finanzas. En esta línea se enmarcaba, por ejemplo, la venta de su complejo de Cee y Dumbría y las diez minicentrales hidráulicas de los ríos Xallas y Grande al fondo Sixth Street Partners por 170 millones de euros. Estas instalaciones son propiedad de la checa Energo-Pro desde el mes de octubre de 2023.
El cambio de rumbo de Ferroatlántica
La compañía que preside Javier López Madrid cosechó unas pérdidas acumuladas de 342 millones de dólares entre 2020 y 2021 (unos 316 millones de euros al cambio actual), pero desde entonces encadena tres ejercicios consecutivos alejada de números rojos. Ferroglobe cerró el año pasado con un beneficio neto de 5,2 millones de dólares (4,8 millones de euros) y endereza el rumbo tras varios años de vacas clacas que forzaron la venta de activos e incluso un ERTE en España y una petición de ayudas públicas a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
La firma percibió 17,6 millones de euros a través de un préstamo participativo y otros 16,9 millones de euros a través de un crédito ordinario y ahora se prepara para abordar su devolución en dos fases: la primera en marzo y la segunda en junio. Ferroatlántica podrá abonar estas cantidades simplemente echando mano de su posición neta de caja de 38,9 millones de dólares (unos 37,1 millones de euros al cambio actual).
La firma presenta 133,3 millones de dólares de tesorería mientras que su deuda bruta ronda los 94,4 millones de dólares. Esta fortaleza en su balance le ha permitido retomar la senda de los dividendos y repartir cuatro pagos de 0,013 dólares cada uno en 2024. El casillero lo inaugurará este año con un nuevo pago de 0,014 dólares el próximo día 20 de marzo.