Monbus busca financiación para abaratar sus 200 millones de deuda tras sus primeros beneficios desde el Covid

El grupo que dirige Raúl López cierra su último ejercicio con 38,7 millones de ebitda, un 37% más, y con la perspectiva de explorar el mercado en busca de financiación que reduzca el coste de su deuda, que se comió la mitad de los beneficios

Flota de autobuses de Monbus / EP

Flota de autobuses de Monbus / EP

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El mayor grupo gallego de transporte de viajeros por carretera ha cerrado su último ejercicio en positivo. No es un hito menor para Monbus, que desde el ejercicio 2020, el año que estalló la crisis sanitaria, encadenaba números rojos, afectado por la lenta recuperación de la demanda, el precio de los combustibles y el coste de la deuda. En 2023, sin embargo, dio un salto en facturación y ganancias que ya aventuraba en el segundo semestre de 2022, cuando las ventas comenzaron a dar claros síntomas de recuperación.

Transmonbus, la sociedad que ejerce como cabecera del grupo de Raúl López, acabó el curso pasado con 5,3 millones de beneficio, frente a las pérdidas de 3,1 millones de 2022. El ebitda ascendió a 38,7 millones, con un avance del 37,7%, mientras que el resultado de explotación se situó en los 16,5 millones, casi ocho veces que en el ejercicio precedente.

También el ebitda normalizado, una vez descontados los ingresos extraordinarios por enajenación de activos y los costes por renting operativo, ha mostrado un crecimiento similar.

La ampliación de la actividad en el transporte urbano del área metropolitana de Barcelona y en el transporte escolar de la Comunidad Valenciana, que supone 6,7 millones de ingresos anuales, así como dos grandes contratos con la Generalitat de Catalunya y la Junta de Castilla y León para el suministro de más de 500 vehículos, contribuyeron significativamente al crecimiento de la empresa participada por Abanca (34%).

Monbus facturó en el pasado ejercicio 245,8 millones, frente a los 200 millones de 2022, lo que representa un incremento de más del 18%. Los activos del grupo acariciaban a cierre del año los 260 millones y el patrimonio neto había avanzado hasta los 42 millones.

La deuda se come la mitad del beneficio

El resultado final de la compañía, que está siendo investigada por un posible cártel con Alsa en el concurso de las líneas regulares de viajeros de viajeros de la Xunta, en el que fue la principal adjudicataria, se vio lastrado por los elevados costes financieros que asume en sus operaciones. De hecho, la deuda de Monbus fue al alza en el pasado ejercicio, en el que contrató tres préstamos bancarios por un valor cercano a los 48 millones. El pasivo de la compañía a 31 de diciembre alcanzaba los 199,9 millones, frente a los 170,7 millones del cierre de 2022. De este importe, 142,8 millones correspondían a deuda con entidades de crédito, también al alza respecto a los 120,8 millones del curso precedente.

Las cargas financieras implicaron un coste de 9,8 millones para el grupo de Raúl López, que registró en su balance un resultado financiero negativo de 8,3 millones. En la práctica, el pago de la deuda se comió la mitad de los beneficios operativos de Monbus, pasando de un resultado de explotación de 16,5 millones a unos beneficios antes de impuestos de 8,1 millones.

El grupo lleva al menos un par de años intentando poner remedio a este asunto. Ya en 2022 realizó una reestructuración de parte de su pasivo mediante la obtención de nueva financiación. En el informe de gestión de 2023, el operador reitera que en el último trimestre de este año, es decir, ahora, tiene intención de «obtener financiación alternativa» que le ayude a «mejorar el coste medio de la deuda anual». La evolución de los tipos de interés, en todo caso, favorecerá los resultados de la compañía en el presente ejercicio.

Perspectivas positivas

Monbus miraba con un cierto optimismo la evolución del mercado, más amable por la relativa estabilidad de los precios de los combustibles y la bajada de los tipos de interés. En este ejercicio estaba previsto que se consolidasen las cinco adjudicaciones que obtuvo en el Plan de Transporte de Aragón para comenzar a operar en 2025 y que empezasen a ejecutarse diversos contratos, como la concesión de larga distancia Madrid-Salamanca-Vigo y la línea Talavera de la Reina-Toledo. Respecto a la demanda de servicios, se esperaba un incremento moderado, «aunque más sostenida que en el ejercicio pasado».

Los resultados semestrales de Abanca avanzaron un resultado positivo para Monbus en el primer semestre del ejercicio próximo al millón de euros, si bien se situaría por debajo de los beneficios obtenidos en el mismo periodo de 2023.

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