Arenal, Trison, Iberconsa, Ingapán… Las ventas de grupos gallegos que hicieron de oro a sus fundadores

De los Vázquez Marzán a Carlos Saavedra o José Manuel Otero, muchos son los empresarios gallegos que han vendido la mayoría de sus compañías pero han seguido ligados a las mismas, con participaciones minoritarias y como ejecutivos

Establecimiento de Arenal en Burgos / Arenal

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Más allá de los Ortega, los Jove y otras familias con presencia en la lista Forbes, la comunidad gallega cuenta con numerosos empresarios que han levantado un discreto imperio a golpe de desinversión. Ejecutivos que han vendido la mayoría accionarial de sus compañías sacando jugosos beneficios y, en muchas ocasiones, manteniendo vinculación con la sociedad. Es el caso de los Vázquez Marzán con las perfumerías Arenal, en pleno proceso de fusión con Druni, Carlos Saavedra en Trison, histórico proveedor de pantallas LED a Inditex o la familia Chousa, que vendió Ingapán en dos fases al gigante catalán de Europastry.

Esta semana, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dio luz verde, aunque “con compromisos”, a la creación de la joint venture entre Arenal y Druni para crear un gran grupo de perfumerías en la Península Ibérica. Es el último peldaño de una historia de expansión por parte de la compañía fundada en Lugo por la familia Vázquez Marzán, que en 2016 dieron entrada en su capital al fondo Corpfin Capital, que se hizo con un 60% de la compañía, con el objetivo de apuntalar su expansión. Dos años y medio después, los inversores traspasaron su participación mayoritaria a Sonae. La compañía portuguesa nombró a Rafael Marzán CEO de la compañía.

Socios y caseros en Arenal

Más allá de lo embolsado con la venta original a Corpfin, la familia Vázquez Marzán ha continuado haciendo caja con Arenal. En primer lugar, porque la compañía no ha dejado de crecer en beneficios desde la entrada de Sonae. En segundo término, porque los fundadores de las perfumerías actúan como socios, directivos y caseros. Las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil por la sociedad Vazmar Lucus así lo revelan. Con unos activos de 70 millones de euros, es a través de este vehículo que los empresarios lucenses alquilan a Arenal parte de los locales en los que opera.

El importe de la cifra de negocios de la sociedad fue de 3,57 millones de euros el pasado 2023. De esta cantidad, casi el 75% procede del alquiler de establecimientos de Arenal, unos 2,6 millones de euros. Las ganancias netas de la citada sociedad ascendieron a 1,7 millones de euros.

La hoja de ruta de la fusión entre Arenal y Druni implica que la futura joint venture estará participada al 50% por Sonae y los Vázquez Marzán y al 50% por la familia valenciana Caps. El gigante luso aportará a la resultante su actual 60% en la cadena de perfumerías de origen gallego más una inversión adicional de 112 millones de euros, con lo que se hará con el 90% del paquete accionarial de los lucenses. Los fundadores gallegos, por tanto, verán su participación diluida hasta un 10% pero, aún así, se mantendrán en los órganos de dirección.

Los Chousa y el pan

Otra familia de empresarios lucense que engordó su patrimonio a golpe de desinversión fueron los Chousa, antiguos dueños de Ingapán. Fue en 2017 cuando Europastry, en manos de la familia catalana Gallés, se hizo con el 60% de la compañía gallega de panadería congelada para, a finales de 2019, adquirir el 100% en una operación en la que no trascendió la cantidad.

Los Chousa fueron desprendiéndose de su capital en Ingapán, cuyos activos están ahora integrados en Europastry, aunque permanecieron al frente de la empresa. Rubén Chousa ocupó la dirección general de Ingapán desde 1995 hasta noviembre de 2020. Entonces, según su perfil de LinkedIn, ocupó el puesto de director general de Dmanán Corporación, el holding inversor de la familia.

Los números de su cabecera, Dmanán Inversiones Empresariales, dan muestra de parte del imperio que amasan los empresarios lucenses. Sus últimas cuentas consolidadas disponibles para consulta son las del ejercicio 2021. Entonces, los activos de la compañía alcanzaban los 174 millones de euros mientras que el patrimonio neto rozaba los 140 millones de euros. La cifra de negocios de la compañía, un holding que se sostiene mayoritariamente sobre las promociones inmobiliarias, sobrepasó los 10 millones de euros. El resultado consolidado del ejercicio superó el millón de euros de beneficio.

Trison, Iberconsa y los fondos

Ingapán acabó en manos de Europastry, la multinacional que los Gallés tenían pensado sacar a bolsa (este viernes anunciaron que reculaban en su decisión). Sin embargo, en otros casos muchos casos, los fondos han jugado un papel fundamental en operaciones con empresas de capital autóctono. Por ejemplo, el fondo Portobello se mantuvo siete años en Trison, con una participación de un 70% de la compañía, quedando el 30% restante en manos de su fundador, Carlos Saavedra, que durante todo ese tiempo se ha mantenido como presidente de la compañía.

El pasado año, la gestora de fondos vendió su participación a L-GAM, el fondo de capital riesgo participado por la familia real de Liechtentein. El importe de la operación, de nuevo, no trascendió aunque según distintas fuentes del mercado pudo alcanzar los 200 millones de euros, lo cual también revaloriza la participación que mantiene Saavedra, que continúa como cabeza visible de la histórica proveedora de Inditex también en este nuevo cambio de manos.

Ibérica de congelados, Iberconsa, tercera gran pesquera gallega tras Nueva Galicia y Profand, fue fundada en la década de los ochenta por cuatro socios, cada uno con un 25%, de dos familias gallegas con arraigo en el sector pesquero, siendo su presidente el empresario David Ramos. En 2015, Portobello se hizo con el 55% de la compañía en una operación que supuso valorarla en unos 120 millones de euros. Desde ese momento comenzó un crecimiento tanto en ingresos como en perímetro que llevó a que en 2019 pasase a manos del fondo americano Platinum por unos 550 millones de euros.

En el momento de la venta de Portobello en el capital de la pesquera continuaban sus fundadores. Ramos controlaba el 15% a través de Barcial Inversiones mientras que también estaban presentes Carmen Martínez Costas (7,87%), Eva María Rodríguez (7,5%), Udra Investment (7,5%), así como Daniel Camaselle Martínez (3,57%) y su hermana Déborah (3,56%).

Aunque sin participación, en Iberconsa, hay también directivos que se han mantenido en la cúpula de la pesquera a pesar de los cambios de manos. Es el caso de Alberto Freire, que se mantuvo como CEO con Portobello y con Platinum hasta el pasado año, cuando ascendió a presidente ejecutivo.

Existen más casos de relumbrón en Galicia: en 2020, en plena pandemia, el grupo constructor Puentes y Calzadas cambió oficialmente de manos, al hacerse la firma China Road & Bridge Corporation con dos tercios de su capital. En este caso, el equipo gestor encabezado por José Manuel Otero se mantuvo al frente de las operaciones. En el momento de la venta, él y sus dos hijas controlaban casi el 70% del capital del grupo.

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