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La primera fortuna de Extremadura, con un grupo industrial que ingresa 1.800 millones, se atreve con Celsa
CL Grupo Industrial, la compañía de Jérez de los Caballeros no descarta acceder como inversor en Celsa, que busca un socio español
La corporación CL Grupo Industrial da el paso. El CEO de la división de Química del grupo, Víctor Leal, miembro de la familia fundadora, aseguró recientemente que se están planteando “entrar como inversores en Celsa”. Y es que el histórico grupo de la familia Rubiralta y, ahora, en manos de los fondos acreedores tiene ante sí el reto de encontrar un socio industrial español que tome una participación de alrededor de un 20% del capital.
Desde hace meses, el mercado daba por hecho que en la búsqueda de un socio industrial exigida por el Gobierno tres eran los candidatos sobre la mesa. No porque se hubiesen manifestado al respecto, sino porque la situación del sector no daba margen a muchas más opciones. En la quiniela figuraban la vasca Sidenor, la gallega Megasa y los extremeños de Cristian Lay (Grupo Industrial CL). El hecho que los de Juan José Jainaga estén inmersos ahora mismo en negociaciones con Talgo hacía prever que encontrar alguien dispuesto a entrar en el gigante catalán era una tarea complicada.
No obstante, este viernes, Victor Leal aseguró a El Economista que se estaban planteando acceder al capital de la compañía. El empresario indicó que el proceso aún no estaba abierto, si bien era consciente de que desde el principio se había especulado con la posibilidad de su desembarco, algo, asegura, que le gustaría, aún reconociendo que no es el mejor momento para el sector.
La fortuna española número 54
De materializarse esta opción, Celsa, con fábrica en A Laracha (A Coruña), pasaría a tener como socio a la primera fortuna de Extremadura. Y es que el fundador de la compañía no es otro que Ricarlo Leal, el único millonario con origen en la comunidad extremeña que figura en la lista de los 100 españoles más ricos de Forbes. Este año bajó ocho posiciones, hasta situarse en el puesto número 54 del ranking, aunque la estimación de su fortuna creció hasta los 860 millones de euros.
Leal montó un grupo que va de la bisutería al acero. Natural de Jerez de los Caballeros (Badajoz), comenzó como aprendiz de bisutería a los 14 años, pero en 1981 puso en marcha “la primera empresa española de venta por catálogo”, Cristian Lay. Hoy en día es un amplio conglomerado de empresas que se aglutinan alrededor de sus distintas divisiones de negocio: acero, energía, productos para animales, packaging, química y consumo.
Crecimiento inorgánico
A la familia Leal no le asusta el crecimiento inorgánico. En el verano de 2020 se hizo con el grupo siderometalúrgico Gallardo Balboa, en manos del fondo KKR. Su oferta salió adelante frente a la de los hermanos Freire Arteta, los dueños de Megasa, que también entraron en la puja de los activos.
Leal posee además acciones en la compañía química Iqoxe, en la distribuidora de energía Gas Extremadura y mantiene negocios conjuntos con Enagás. En concreto, Enagás Renovable –participada en un 5% por Amancio Ortega a través de Pontegadea– creó en 2022 una sociedad conjunta con Alter Enersun, filial energética de Cristian Lay, llamada Enalter, para generar energía renovable e hidrógeno en Extremadura.
Las dificultades del sector
El año pasado la actividad no fue sencillo para las grandes siderúrgicas si bien Víctor Leal indicó que la cosa había remontado este 2024. Las cuentas consolidadas de Cristian Lay, consultadas por Economía Digital Galicia a través de la solución analítica avanzada Insight View, revelan que el grupo extremeño no fue ajeno a la retracción del consumo de acero el pasado año. Con una plantilla conjunta que alcanza los 2.400 empleados, sus activos consolidados rondan los 1.300 millones de euros.
Con un patrimonio neto de 858 millones, la cifra de negocio del grupo pasó de 1.974 a 1.455 millones de euros mientras que, de un beneficio neto consolidado de 59 millones en 2022 pasó a unos números rojos de 14,8 millones el pasado 2023.
El informe de gestión de la compañía indica que el retroceso en la cifra de negocio del pasado año y la caída del resultado a pérdidas tuvo su origen, principalmente, “en el subgrupo Bigues Energía y Gallardo Balboa”. En todo caso, y aún con pérdidas, se trata de un grupo industrial solvente, con un fondo de maniobra de 185 millones de euros.
Nuevo plan estratégico
En todo caso, la corporación industrial tiene pensando seguir creciendo. Esta semana, el grupo hizo público su nuevo plan estratégico para el periodo 2025-2027, que tiene una inversión proyectada de 200 millones de euros para consolidar “las bases de un crecimiento sostenible” en los próximos años.
Asegura la empresa que durante ese nuevo periodo el grupo priorizará sectores estratégicos como la División Acero, negocio que genera la mayor parte de su facturación, y la División Packaging, que está experimentando una «importante transformación gracias a una clara apuesta por la innovación y la sostenibilidad».
«Este plan estratégico a tres años es una hoja de ruta para consolidar nuestro liderazgo en sectores clave, fortalecer nuestra posición en mercados estratégicos y, sobre todo, aumentar nuestra rentabilidad, garantizando un modelo operativo sostenible y eficiente en todo el Grupo», destacó Leal.
El plan estratégico establece como meta alcanzar un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 180 millones de euros en 2027, sentando las bases para cumplir su objetivo de 2030, que es un Ebitda de 300 millones de euros y mantener un crecimiento sostenido en la facturación.
CL Grupo Industrial prevé cerrar 2024 con una facturación superior a los 1.800 millones de euros, lo que supondrá un crecimiento del 3% respecto al año anterior. Asimismo, estima un Ebitda de 105 millones de euros, un 60% más que en 2023.