Megasa acusa la caída de precio del acero y reduce su beneficio a la mitad, hasta los 140 millones

Bipadosa, holding a través del cual la familia Freire controla la siderúrgica Megasa, sufrió un recorte de casi el 15% en su facturación ante la caída de la demanda del acero

Megasa

Imagen de archivo de la fundición de Megasa / Europa Press

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Megasa se cae del selecto club de empresas gallegas que superan los 2.000 millones de euros de facturación. La siderúrgica controlada por la familia Freire ha hecho público este lunes su EINF (estado de información no financiera) correspondiente a un ejercicio 2023 en el que se ha visto lastrada por la desfavorable evolución del precio del acero tras un 2022 de récord.

Según se desprende de los resultados consolidados de Bipadosa, la sociedad holding que controla la siderúrgica con sede en Narón, su beneficio antes de impuestos se situó en los 138,2 millones de euros, una cifra que contrasta con los 339 millones de euros cosechados en un 2022 en el que la compañía se propulsó hasta lograr unas cifras nunca antes alcanzadas.

Una vez descontados los impuestos, el beneficio neto de Bipadosa retrocedió desde los 256,5 millones de euros logrados en 2022 hasta los 83,6 millones en 2023. «El pasado ejercicio 2023 ha estado repleto de retos, y se vio marcado por la incertidumbre. Las políticas aplicadas en occidente para el control de la inflación han provocado restricciones en la inversión, lo que unido a factores negativos tales como la inestabilidad política mundial, los precios de la energía y unas peores previsiones económicas afectaron negativamente a la demanda de acero en 2023«, subraya la firma en su memoria anual.

Megasa cae por debajo de los 2.000 millones de facturación

Esta caída en la demanda del acero, unida a un descenso de sus precios, ha provocado este descenso en las ganancias de Megasa y un retroceso en su cifra de negocios. En concreto, la facturación del grupo retrocedió un 14,6% tras pasar de los 2.228 millones de euros logrados en 2022 hasta los los 1.902 millones en 2023. De esta forma, los ingresos consolidados de Megasa han pasado a situarse en niveles prácticamente idénticos a los 1.910 millones de euros de 2021.

«En un contexto global marcado por la incertidumbre económica, social y política, hemos seguido generando valor y promoviendo el desarrollo económico en las comunidades donde operamos. Nuestro compromiso se extiende a nuestros clientes, accionistas, colaboradores y proveedores», destaca la firma en su EINF.

Megasa cuenta con una capacidad instalada de tres millones de toneladas anuales de corrugado, alambrón y palanquilla a través de su red de cuatro fábricas. De ellas, dos se ubican en España (Narón, Zaragoza) y otras dos en Portugal (Maia y Seixal). La compañía controlada por la familia Freire cuenta también con instalaciones de tratamiento y fragmentación de chatarra en Valencia y Seixal y de producción de productos transformados (Narón y Seixal).

Casi 1.300 trabajadores

«Contamos con empresas comercializadoras en España y Portugal encargadas de canalizar las ventas de la totalidad de productos siderúrgicos a clientes en todo el mundo, si bien nuestro principal mercado es Europa Occidental. Además, nuestros centros de distribución en España, Francia y Reino Unido nos permiten garantizar un excelente servicio a nuestros clientes», reivindica el grupo, que emplea a 1.287 personas (un 81% tienen contrato indefinido) y que invirtió 45,4 millones de euros a lo largo del año pasado.

«Nuestro modelo de negocio es un claro ejemplo de economía circular, ya que utilizamos la chatarra como materia prima (el acero producido en nuestras plantas está compuesto en más de un 92% por materiales reciclados), gestionamos eficientemente el uso del agua en nuestros procesos productivos, fomentando su reutilización y valorizamos casi la totalidad de los residuos que producimos», precisa Megasa en su EINF.

En este sentido, la empresa sigue avanzado en su apuesta por la descarbonización tanto con sus inversiones en eficiencia energética, la puesta en marcha de proyectos de autoconsumo fotovoltaico en plantas como la de Maia y la «firma de PPAs de energía renovable». De esta forma, Megasa ha reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 6,7% desde el año 2021.

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