Caminos opuestos de los negocios de Manuel Rodríguez: Rodman mejora beneficios y Metalships agranda sus pérdidas

Mientras Metalships se anotó unos números rojos de 3,2 millones, lo que provocó una nueva inyección de capital de su propietario, Rodman encadenó su segundo año de ganancias e incrementó sus ventas un 27% por encima de los 20 millones de euros

Manuel Rodríguez, administrador único de Rodman y Metalships

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Metalships y Rodman. Dos empresas históricas del naval vigués, con el mismo propietario, Manuel Rodríguez, pero con caminos y retos distintos. La primera vivió un 2023 convulso con una huelga que duró dos semanas y con acusaciones por parte de los sindicatos de una “descapitalización”, precisamente, a favor de Rodman Polyships. Así, mientras una cerró el pasado ejercicio ampliando sus números rojos, la segunda encadenó su segundo año en negro, ahuyentando las pérdidas e incrementando sus beneficios.

Según la documentación recientemente remitida al Registro Mercantil, y consultada por Economía Digital Galicia, el pasado año Metalships & Docks finalizó el ejercicio ampliando sus pérdidas. De los 2,2 millones de euros que se anotó en 2022 pasó a un negativo de 3,2 millones de euros. Si bien la cifra de negocios de la compañía se redujo ligeramente de los 8,6 a los 8,4 millones de euros, el gran problema del astillero vigués estuvo en la falta de contratos, que ha hecho que en los últimos ejercicios encadene números rojos (en 2021, la facturación era de 14,3 millones de euros). Con unos activos que se redujeron de los 15,2 a los 11,7 millones de euros, el patrimonio neto de la sociedad también se minoró de 4,5 a 2,7 millones de euros.

La clave, los contratos

Con dos líneas de negocio diferenciadas, la de nuevas construcciones y la de reparaciones, los administradores de la compañía indican en el informe de gestión de sus cuentas anuales que los mayores problemas vinieron derivados de la falta de contratos en el área de construcción, a pesar del alto número de ofertas realizadas. A cierre de 2023, explicaban que “lamentablemente, no se consiguió ningún contrato de nueva construcción, pero se considera que alguno de ellos podrá firmarse durante 2024, dado el enfoque hacia objetivos más asequibles dada su menor exigencia de financiación”.

Hay que tener en cuenta, no obstante, que a finales de 2023, Metalships indicó que tenía en manos un nuevo contrato para ensamblar un “buque especializado” que se encontraba en fase de financiación. Algo que podría cambiar su cuenta de resultados en los próximos ejercicios.

En cuanto a la división de reparaciones, destacaban que esta tuvo a lo largo del año pasado “un volumen de facturación aceptable pero insuficiente que ha de potenciarse en el mercado de las conversiones y grandes reparaciones con el objetivo de crecer un 20% en la facturación anual”.

“La estrategia comercial sigue centrándose en nuevos nichos de mercado con menor competencia en España, tanto en nueva construcción como en reparaciones”, añaden.

Rescate de su propietario

La situación de Metalships provocó que, el pasado diciembre, su propietario tuviese que salir al rescate. En la cuentas de la compañía se explicita que “en los últimos ejercicios, la actividad de la sociedad, asociada principalmente a nuevas construcciones de buques, se redujo de manera significativa, lo que provoca que presente pérdidas de explotación recurrentes, que en 2023 ascendieron a 1,8 millones de euros”. Además, a cierre de ejercicio, la compañía presentaba un fondo de maniobra negativo de 3,6 millones de euros.

Así, para solventar la situación, el accionista único de la compañía (Abada, el holding de Manuel Rodríguez) llevó a cabo una reducción de capital por valor de 4,3 millones de euros para restablecer el equilibrio patrimonial de la sociedad y, posteriormente, realizó una inyección de 1,5 millones de euros (555.000 euros mediante aportación dineraria y 945.000 euros mediante compensación de deudas).

Al margen de las inyecciones de su propietario, en pandemia, Metalships obtuvo dos préstamos ICO por importe de 3,5 millones y 500.000 euros. El pasado año, la compañía canceló el crédito más pequeño mientras que consiguió ampliar el periodo de vencimiento del primero, consiguiendo una prórroga de dos años y estirando su devolución hasta 2027.

Rodman dispara facturación

La otra cara de la moneda de los negocios de Rodríguez la representa Rodman Polyships, que en 2023 incrementó sus activos de los 14,8 a los 17 millones de euros. Con un patrimonio neto que se estiró de 6,7 a 7,6 millones, su cifra de negocio se incrementó un 27%, hasta los 20,8 millones de euros. Con un resultado de explotación, el propio de la actividad de la compañía, que pasó de 84.000 euros a 1,2 millones de euros, el beneficio neto se disparó de unos discretos 32.000 euros a 935.000 euros, encadenando además su segundo año consecutivo sin pérdidas.

La compañía también mejoró su rentabilidad, ya que su ebitda (beneficio antes de intereses, tasas, depreciaciones y amortizaciones) creció desde los 700.000 a los 1,8 millones de euros. Un incremento que, según la firma, “refleja nuestra creciente rentabilidad operativa y la capacidad para gestionar eficientemente los recursos y compromisos financieros”.

Con una situación bien distinta que en Metalships, los administradores de Rodman indican en sus cuentas que el notable crecimiento en ventas “se ha visto impulsado principalmente por la sólida actuación de la división de náutica profesional”, que compensó la ralentización de su otra pata de negocio, la náutica de recreo.

Cartera de pedidos de 30 millones

“En cuanto a nuestra situación financiera, al cierre del ejercicio 2023, nuestro activo total ascendió a 17,1 millones de euros, en comparación con los 14,9 millones de euros en 2022. Este incremento se debe principalmente a los aumentos en el activo corriente, que alcanzó los 12,9 millones de euros en 2023, frente a los 10,6 millones de euros en 2022. Sin embargo, también hemos observado un aumento en el pasivo corriente, situándose en 9,4 millones de euros en 2023, siendo 1,26 millones de euros superiores a los registrados en 2022. Estas variaciones reflejan la mayor demanda y la necesidad de financiación para cumplir con los compromisos adquiridos. A pesar de ello, hemos gestionado adecuadamente nuestros recursos para no comprometer la solidez financiera de la empresa”, exponen.

Las previsiones de Rodman son halagüeñas. Con una cartera de pedidos de casi 30 millones de euros a cierre del año pasado, “principalmente en el segmento de embarcaciones de vigilancia costera y catamaranes”, la compañía asegura que “mirando hacia el futuro, nos enfrentamos a un panorama positivo”. “La cartera de pedidos y el crecimiento en nuestra división de náutica profesional nos brindan una base sólida para el crecimiento económico de la empresa “, indican. Este 2024, la firma de Manuel Rodríguez cumple 50 años.

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