Maersk, de los pélets del ‘Toconao’ a la tragedia del puente de Baltimore
Las acciones de la naviera danesa caen más de un 5,5% después de conocerse que está detrás del barco de carga, con bandera de Singapur y gestionado por Synergy Marine, que impactó contra el puente más largo de Baltimore
Las autoridades de Maryland, en Estados Unidos, han decretado estado de emergencia después del derrumbe del puentes Francis Scott Key, en Baltimore, de casi tres kilómetros de longitud y cuatro carriles, se derrumbase este martes después de que un barco de carga con bandera de Singapur colisionara contra él, provocando que varios vehículos se precipitasen al río Patapsco. Según las primeras informaciones, unas 20 personas habrían caído al agua, habiendo sido rescatadas dos.
El barco accidentado es un carguero de contenedores con bandera de Singapur, el Dali, de casi 300 metros de largo. El buque partió de Baltimore a la una de la madrugada, hora local, y se dirigía a Sri Lanka, donde tenía previsto llegar el próximo 22 de abril. El propietario del buque es Grace Ocean y su gestor es Synergy Marine Group. En el momento del accidente, el mismo estaba fletado por Maersk, la gran naviera danesa, conocida en España ya que tiene en marcha un millonario proyecto de hidrógeno y metanol verde que se asentará en los puertos de Huelva y Langosteira, en A Coruña.
Comunicado de Maersk
Tras conocerse el alcance de la tragedia, Maersk ha enviado un comunicado en el que indica: “Estamos horrorizados por lo ocurrido en Baltimore y nuestros pensamientos están con todos los afectados”. El gigante danés explicó que, en estos momentos, “estamos siguiendo de cerca las investigaciones realizadas por las autoridades y Synergy y haremos todo lo posible por mantener informados a nuestros clientes”.
Hacia la una de la tarde, hora española, las acciones de la naviera caían más de un 5,5% después de conocerse que estaba tras el buque que derrumbó el puente más grande de Baltimore.
El caso del ‘Toconao’
Aunque las magnitudes no son comparables, no es la primera vez que Maersk se enfrenta a problemas por un buque fletado, es decir, que no pertenece a su propia flota. La compañía danesa tenía bajo ese régimen al Toconao, el barco que el pasado diciembre perdió seis contenedores frente a las costas portuguesas que, posteriormente, provocarían un vertido de pélets plásticos que llegaría a Galicia.
En este caso, el Toconao es propiedad de una empresa domiciliada en Bermudas. La titular de la embarcación es Polar 3 Ltd, una de las sociedades de Columbia Ship Management, grupo fundado por el alemán Heinrich Schoeller y con sede en Chipre. El buque tiene una capacidad nominal de 8.700 TEU y navega en el servicio ME7 de Maersk entre el norte de Europa y el Mediterráneo con bandera de Liberia.
Al no ser propietaria del buque, Maersk se encargó de negociar con los clientes afectados por el extravío de los contenedores, pero fue la propietaria del Toconao la encargada de trabajar sobre el terreno, es decir en las playas afectadas por el vertido, a base de contratas. La naviera, en todo caso, indicó que mantenía una línea de colaboración y contacto permanente con las autoridades. «Estamos en estrecho contacto con los clientes cuya carga se ve afectada debido a este desafortunado incidente, así como con los propietarios del barco chárter. Ofrecemos la cooperación que puedan necesitar por nuestra parte», señaló a Economía Digital Galicia el pasado enero, a raíz de la crisis de los pélets.