La dueña de Profand entra en pérdidas por los costes de la expansión

Lucasiñas, la sociedad con la que Enrique García Chillón controla Profand, ha cerrado 2023 con pérdidas de 10,3 millones, un resultado que contrasta con los beneficios obtenidos en el ejercicio anterior, de algo más de cuatro millones. Los números rojos están provocados por el incremento de los gastos financieros, que mermaron en 52 millones el balance final del curso. La subida de tipos, con el consiguiente encarecimiento en el coste de la deuda contraída por el grupo para financiar su proceso de expansión, así como un efecto más negativo de los tipos de cambio, están detrás de las pérdidas.

La actividad, que coincide en los grandes números con la de Profand, es rentable e incluso mejora las cifras de 2022, al verse beneficiada por la contención de los costes que se habían disparado con la inflación, como el transporte, los combustibles o la electricidad. El gasto en aprovisionamientos, por ejemplo, descendió en 36 millones en 2023, lo que facilitó que se ensancharan los márgenes, ya que, cabe recordar, Profand elevó ligeramente su cifra de ingresos hasta los 932 millones.

De esta manera, Lucasiñas logró un resultado de explotación positivo de 42 millones, un 5,6% más, aunque los gastos financieros acabaran empujando el balance hacia las pérdidas. La radiografía es similar a la que hizo pública el gran proveedor de Mercadona hace unos meses, pues consiguió mejorar el ebitda un 14%, hasta los 68 millones, pero el pago de la deuda le dejó unas pérdidas antes de impuestos de 1,3 millones. El beneficio neto ajustado fue de 9,4 millones.

Inversiones financieras

Al margen de la actividad de la pesquera, el holding de García Chillón cuenta también con inversiones financieras, fundamentalmente, unos 19 millones en fondos de inversión, que aportaron un resultado positivo durante el pasado año de 2,1 millones. El resto de inversiones financieras, unos 24 millones, se corresponden con créditos a empresas del grupo o terceros.

Lucasiñas dice en su informe de gestión que prevé en los próximos años un incremento en la facturación gracias a la integración de nuevos productos con mayor valor añadido, y que continuará basando su crecimiento en la diversificación geográfica y de formatos de venta. De cumplirse esta premisa, Profand entrará en el club de los 1.000 millones de ingresos, una cota que en su sector solo alcanzó otra empresa gallega: Nueva Pescanova.

La deuda

Lucasiñas mantenía a cierre de ejercicio una deuda con la banca de 362 millones. La mayor parte de este importe procede del préstamo sindicado que firmó Profand en 2020, un año después de comprar a Mercadona el 100% de Caladero, por valor de 250 millones y vencimiento en 2027. Ese dinero sirvió para financiar el crecimiento del grupo, que cuenta con plantas de procesado en España, Senegal, Grecia, Perú, Argentina, India y Estados Unidos.

En los dos últimos ejercicios, el grupo ha adquirido las plantas acuícolas de la griega Kefalonia Fisheríes (lubina y dorada) por 18 millones; una granja de langostinos de Ecuador por 11,5 millones; o el 5% de Hiperbaric por 11,4 millones. Además, destinó 28 millones a sus plantas de procesado en Boston y casi 5 millones a la incorporación de flota. Actualmente, Profand opera con unos 24 barcos y tiene