Losán, segunda maderera gallega, negocia con la banca tras ser incapaz de devolver cinco millones en pagarés

La maderera gallega Losán no ha podido atender el vencimiento de cinco millones en pagarés que debía abonar el pasado martes, cinco de marzo. Los problemas de liquidez han obligado al grupo a aplazar el pago hasta el día 19, aunque todavía no hay garantías de que pueda proceder en esa fecha a la amortización. Según explica la compañía en un comunicado al MARF, ha iniciado conversaciones con los tenedores por si fuera necesario dilatar más el proceso. El impago procede de una emisión de 25 millones realizada en enero de 2023.

Losán es la segunda mayor maderera gallega por detrás de Finsa, con unos ingresos en 2022 que alcanzaron los 345 millones, cerca de la mitad gracias a la fabricación de tablero, principal actividad del grupo. Controlado por la familia López Sánchez, cuenta con plantas en Curtis, Vilasantar, Soria, Cuenca y Zamora, a las que se suman un centro de producción de muebles en Ciudad Real y fábricas en el extranjero, concretamente, en Rumanía, Holanda y Chile. Esta red de centros de producción hizo que la SEPI la considerara una empresa estratégica para Galicia, Castilla y León y Castilla-La Mancha, otorgándole financiación por valor de 35 millones procedentes del fondo de solvencia habilitado tras la crisis del Covid.

Apenas dos años después de aquella inyección, los problemas financieros regresan a Losán, que achaca la falta de liquidez y el incumplimiento de sus compromisos de deuda a uno de los bancos con los que tenía abiertas líneas de crédito y que ha decidido cerrar el grifo. «Dicha situación viene motivada por el hecho de que la tesorería del grupo maderero se ha tensionado de forma repentina por la negativa de una entidad del pool a renovar su cuota de financiación de circulante«, señala la compañía.

Ante esta situación, Losán ha abierto una doble vía de negociación. Por un lado, con las propias entidades financieras, pues según indica «sus financiadores bancarios estudian ya la rehabilitación urgente de las líneas de financiación de activo corriente que se habían visto súbitamente interrumpidas por las reticencias mencionadas de una entidad a renovar su cuota». Y por otro, con los tenedores de los pagarés, «para su eventual renovación en el caso de que la rehabilitación de las líneas de financiación de activo corriente no llegara a tiempo».

Previamente a esta comunicación, Losán informó de que la agencia Ethifinance Ratings había rebajado la calificación de sus pagarés a CCC, un rating fuera del rango de inversión y que indica problemas para cumplir con los compromisos financieros, riesgo de incumplimiento en los próximos 12 meses y dependencia de unas condiciones económicas y financieras favorables.

Préstamos y garantías de Losán

La compañía que capitanea Luis López Rico ha recibido crédito de un grupo de bancos, aunque el principal financiador, según indican fuentes del sector, es BBVA. En la estructura de deuda del grupo está un préstamo sindicado de 18,7 millones avalado por el ICO y firmado en 2020, al calor de la crisis del Covid. También otros dos préstamos sindicados más antiguos, firmados en 2009 y 2012, el primero por valor de 78,4 millones y el segundo de 10,4 millones. Ambos fueron novados en 2014 y 2018 y tienen su vencimiento en 2025, según explica Losán en sus cuentas anuales.

Para la obtención de esta financiación, incluida la ayuda de la SEPI y la emisión de pagarés, Losán ha puesto como garantía prácticamente todo, las filiales, las marcas y los activos inmobiliarios. A pesar de ello, los problemas de tesorería persisten.

Retrasos en las nóminas

Más allá de la espantada de un banco a la que alude Losán, los problemas de liquidez parecen instalados en el grupo desde principios de año. Eso denotaba la denuncia que presentó el sindicato CCOO en materia de relaciones laborales por retrasos continuados en el pago de los salarios en la fábrica de tablero del grupo en Soria. La central advirtió el pasado enero que la empresa había incumplido con la puntualidad exigida por la normativa en los cuatro meses anteriores, indicando que las nóminas se habían ingresado el día 6, el día 9 y el día 12, mientras que la de diciembre no se había pagado el 10 de enero, cuando el sindicato hizo pública la denuncia.

En esa misma planta, Losán acordó un ERTE para 160 trabajadores el 29 de noviembre y cuya finalización está prevista para comienzos de mayo.