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Los valles del hidrógeno de REN, la ‘Red Eléctrica’ lusa participada por Amancio Ortega
La compañía lusa, aliada de Enagás en la construcción de las infraestructuras de transporte de hidrógeno, teje alianzas con empresas como Smartenergy o Madoqua para la producción de combustibles verdes
En el año 2021, Amancio Ortega avanzó en el proceso de diversificación de sus inversiones, muy concentradas hasta hace nada en el sector inmobiliario, y adquirió un 12% de REN, el operador de la red eléctrica de Portugal. El desembarco de Pontegadea en la compañía lusa dialogaba con las apuestas del fundador de Inditex en España por el sector energético, pues casi al mismo tiempo adquirió un 5% de Redeia y ya poseía el 5% de Enagás, a lo que sumaría el 5% de Enagás Renovable en el año 2022.
REN, con unos ingresos de 651 millones en 2023 y 514 millones de ebitda, conjuga en el país vecino las redes de transporte eléctrico y gasista, y es un aliado clave para Enagás en el despliegue de la red europea de hidrógeno, incluyendo la interconexión entre España y Portugal para el nuevo vector renovable en Celorico da Beira. De hecho, este mismo año, las dos compañías han firmado un acuerdo adicional al Memorando de Entendimiento para desarrollar y financiar los estudios que permitan desarrollar la conexión entre Celorico y Zamora para el transporte del hidrógeno renovable, proyecto al que la UE reconoció de interés común.
Hace solo una semana, un nuevo documento volvió a ligar a REN y a la compañía que dirige Arturo Gonzalo, esta vez en la creación de una alianza para el Corredor de hidrógeno del suroeste H2med entre, por un lado, los promotores de la red europea –Enagás, GRTgaz, OGE, REN y Teréga– y, por otro, una serie de compañías energéticas y tecnológicas entre las que estaban Moeve, DH2, thyssenkrupp nucera, Elyse energy, HDF, Hynamics, QAIR, SEFE, SHS-Stahl-Holding-Saar y Copenhagen Infrastructure Partners.
Amancio Ortega es el segundo mayor accionista de REN
Valle del hidrógeno verde de Leça
La compañía lusa, que el año pasado generó 149 millones de beneficio, ocupa, por tanto, un papel central en la construcción de infraestructuras de hidrógeno y, como sucede también con Enagás, aunque de manera menos intensa que la española, hilvana alianzas con compañías promotoras para favorecer la materialización de proyectos de producción. Enagás tiene una filial específica para esta materia, en la que también participa Amancio Ortega, así como Navantia, Ardian y FiveT Hydrogen.
Una de estas alianzas del grupo que dirige Rodrigo Costa la selló con la suiza Smartenergy que desde el año pasado promueve tres proyectos para la producción de combustibles verdes para aviación en los entornos de Lisboa, Aveiro y Oporto. El denominado Valle del hidrógeno verde de Leça, el más próximo a Oporto, tiene en su base un acuerdo con REN para la operación de un gasoducto que une Quereledo y Perafita y que abastecía a la antigua refinería de Matosinhos.
La intención de Smartenergy es producir hidrógeno en Quereledo y transportarlo hasta Perafita donde otro socio del proyoecto, Lipor, podría producir los combustibles. «Esta es potencialmente la primera reutilización de activos de gas en un gasoducto de gas hidrógeno puro, que conecta a los productores de H2 verde con los consumidores industriales de la zona. El gasoducto reutilizado es un facilitador rentable para el proyecto Smartenergy/Lipor y potencialmente para otros proyectos de producción y consumo en la región, lo que garantiza las condiciones para el desarrollo de un mercado de H2 verde competitivo», decía la compañía en 2023 en la presentación del proyecto, cuando ya contaba con un MoU con REN.
El hidrógeno de Sines
REN es con frecuencia un actor necesario en la materialización de los proyectos. Eso sucede en Leça, pero también más al sur, en Sines. Allí pretende sentar la base de un corredor de combustibles verdes la compañía luso-neerlandesa Madoqua, que presentó el pasado noviembre un memorando de entendimiento con cerca de una veintena de entidades y empresas para materializarlo. Entre las firmantes, por supuesto, estaba REN, y también Siemens, Hyperion, Thyssen Krupp, ING o el puerto de Sines.
Madoqua tiene un doble objetivo. Por un lado, crear un corredor europeo de transporte de combustibles sintéticos basados en el hidrógeno y, por otro, construir en Sines un proyecto de hidrógeno verde y amoníaco a escala industrial, con una inversión que podría alcanzar los 1.300 millones solo en su primera fase. Esta etapa inicial se centraría en el amoníaco verde, mientras que después se ampliaría al metanol y al combustible para aviación, lo que requeriría de otros 1.500 millones.