Lonia da otra alegría a Puig y a los hermanos Domínguez: dobla dividendo y reparte casi 50 millones

Lonia, la textil ourensana que explota las marcas Carolina Herrera y Purificación García, se ha convertido en todo un filón para sus accionistas a la hora del reparto de dividendos. En 2023, el pago a sus socios se acercó a los 50 millones de euros, a tenor de los resultados de los vehículos de inversión de sus propietarios.

El capital de Textil Lonia, con base de operaciones en Pereiro de Aguiar (Ourense), se reparte entre cuatro accionistas, cada uno con una participación de un 25%. Los tres hermanos fundadores, Jesús, Francisco y Josefina Domínguez (a la sazón, también hermanos del modisto Adolfo Domínguez) y la familia Puig, que adquirió el paquete accionarial en manos de LVMH en 2014.

Filón para Puig

Las últimas cuentas anuales de Puig Brands presentadas ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) revelan que Sociedad Textil Lonia había logrado a diciembre de 2023 un beneficio neto de 53,5 millones de euros, así como unos ingresos por encima de los 430 millones de euros. La cifra no se corresponde, en realidad, con el cierre del año fiscal de la textil ourensana, ya que esta finaliza ejercicio en febrero, como Inditex. En diciembre de 2022, el resultado declarado por Puig llegó a rozar los 70 millones de euros, lo que justificaría el aumento de los pagos al accionista repartidos el pasado año.

En concreto, según los administradores de Puig Brands, la compañía catalana percibió en 2023 unos dividendos de Lonia de 12 millones de euros, duplicando los seis millones de euros percibidos en 2022 y convirtiéndose en la participada que el pasado año le aportó un mayor pago al accionista, por encima de la compañía de productos dermatológicos Isdin, cuyo paquete de un 50% del capital le aportó 10,2 millones de euros.

La fortuna de Josefina Domínguez

También el Registro Mercantil acaba de hacer públicos los resultados correspondientes al ejercicio 2023 de Ver IV Proyectos, el holding inversor de Josefina Domínguez, como Puig, poseedora de otro 25% de Lonia. El vehículo se nutre fundamentalmente de los dividendos que recibe de sus participadas, siendo la textil ourensana la joya de la corona.

Con unos activos que se elevaron de los 81 a los 90 millones de euros y un patrimonio neto de 89,3 millones de euros, el beneficio de la sociedad se estiró más de un 170%, de los 4,7 a los 12,8 millones, siendo el resultado de explotación, el propio de la actividad de la compañía, de 12,7 millones. La cifra de negocios se quedó en 1,2 millones de euros pero, en su balance, la firma se anota unos ingresos financieros de 12,7 millones, frente a los 6,1 millones del año anterior.

Según la memoria consultada por Economía Digital Galicia, en 2023, la sociedad de Josefina Domínguez se anotó unos ingresos por dividendos de 12,3 millones de euros, así como unos ingresos en concepto de “prestación de servicios” a empresas del grupo de 1,2 millones de euros, una cantidad que también procedería del papel de la consejera en Lonia.

El informe de gestión de su family office desgrana sus inversiones financieras. Además de Lonia, en donde declara una aportación valorada en casi 52 millones de euros, también informa de otros 8,5 en Ediciones Linteo y casi un millón de euros en la inmobiliaria Habana 56.