Levantina, en manos de un fondo británico, quiere liquidar su negocio gallego de granito tras perder 2,2 millones

Con unos ingresos anuales de cerca de 30 millones de euros en su sociedad gallega, el gigante de la piedra plantea un ERE en O Porriño para 95 empleados tras los hachazos en su división de mármol

Planta de Levantina en O Porriño

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Crisis en toda regla en el granito gallego. El gigante de la piedra natural Levantina ha puesto en marcha los trámites para aplicar un ERE en su planta de O Porriño que, de llevarse a cabo en los términos planteados, afectará a la mayoría del personal: 95 empleados, de una plantilla de 116, y supondrá el cese de la actividad industrial en la factoría. La compañía toma la medida después de asestar otro gran hachazo, en los últimos meses, a su división de mármol. Inicialmente planteó la salida de 244 empleados, pero finalmente la cifra se redujo a 186 de la fábrica de Levantina Mármol en Novelda y las canteras de Monte Coto (Alicante), Vallanca (Valencia) y Los Losares (Albacete).

Este jueves, los sindicatos con representación en la planta pontevedresa pidieron la intervención de la Xunta, para tratar de buscar inversores que mantengan el negocio de granito que, asegura, es rentable y del que dependen muchas más de las casi 100 familias afectadas directamente por la medida.

Levantina argumenta que se ha visto avocado a esta situación “debido al impacto crítico en su viabilidad producido por la crisis del sector, derivada de la drástica y continuada caída de la demanda de piedra natural frente a otros productos sustitutivos en la última década”. “El inicio de este proceso de ERE tiene como objetivo adaptar la estructura de Levgranite (su sociedad gallega) a la realidad del actual mercado internacional de piedra natural y, especialmente, a la decreciente demanda de granito”.

Años de fondo a fondo

Pero, ¿quién está detrás de la histórica planta de granito de O Porriño? Hasta 2006, la factoría gallega estaba en manos de Graninter, cuya matriz se ubicaba en el concello pontevedrés y que presumía de ser la primera empresa española de granito. Ese ejercicio se integró en el grupo de mármoles de Novelda Levantina, en pleno proceso de crecimiento.

No obstante, la crisis del ladrillo impactó de tal forma en el grupo, que el mismo, en manos entonces de las firmas de capital riesgo Impala y Charterhouse, quedó en manos de los bancos acreedores, liderados por la francesa BNP Paribas, que en 2016 consumó la venta al fondo londinense Bybrook.

Los cambios en el accionariado no quedaron ahí. En 2022 Bybrook Capital se fusionó con su rival Cairn, una firma de gestión de activos propiedad de la italiana Mediobanca, para dar lugar a Polus Capital Management, el actual dueño de la histórica granitera gallega.

Pérdidas en la sociedad gallega

Las últimas cuentas disponibles de Levgranite, la sociedad gallega sobre la que ahora pesa la amenaza de ERE, son las correspondientes al ejercicio 2023. Con unos activos de 18 millones de euros y un patrimonio neto que se rebajó de los 11 a los 8,7 millones de euros, finalizó el año con una cifra de negocio de casi 27 millones de euros, un 13% menos que en 2022. La filial gallega de Levantina cerró el año con unas pérdidas de 2,2 millones de euros, frente al negativo de 120.000 euros del ejercicio precedente, según la documentación consultada por Economía Digital Galicia.

En su último informe de gestión, Levantina aseguraba que las expectativas para el ejercicio 2024 eran “positivas”, “impulsadas principalmente por la implementación de determinadas medidas de mejora de rentabilidad”, si bien indicaba que existían incertidumbres sobre las recuperación en España del sector de la construcción.

Refinanciación de la deuda del grupo

Las cuentas consolidadas del grupo en España, Levantina y Asociados Minerales, acumulan números rojos. En 2023, la compañía declaró unas pérdidas netas de 4,2 millones de euros frente a los 15,9 millones de 2022. El resultado de explotación, el propio de la actividad de la compañía, registró un negativo de 10,2 millones de euros, siendo en cualquier caso el gran problema del grupo el pago de la deuda a sus acreedores.

Ese ejercicio, el 2023, grupo acordó con sus financiadores un nuevo Plan de Reestructuración Financiera realizado mediante la suscripción de dos nuevos contratos de financiación con vencimiento en julio de 2029 por un importe de cerca de 150 millones de euros, “de los que 47,5 millones de euros” se corresponderían con “dinero nuevo”.

Pero esa refinanciación estaría destinada, fundamentalmente, a blindar sus inversiones en la división de negocio ligada a la fabricación de piedra sintetizada, que lleva a cabo bajo la marcha Techlam y que desarrolla bajo la sociedad Stoneluxe LT España.

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