El legado de Amador de Castro, más allá de las ITV: un grupo que ingresa 58 millones al año sin problemas de sucesión

El pasado domingo fallecía Amador de Castro, uno de los grandes empresarios gallegos y también uno de los menos conocidos mediáticamente. Originario de A Coruña, este 24 de diciembre hubiera cumplido 77 años. Tras de sí deja una amplísima trayectoria profesional, que comenzó con los primeros pasos de Astano e Inditex y siguió con la puesta en marcha del negocio de las inspecciones técnicas de vehículos tanto en Galicia como en distintos países a nivel internacional. Tras la jugosa venta de las ITV a Applus, continuó invirtiendo con Figrupo, conglomerado empresarial con base de operaciones en la ciudad herculina y del que cuelgan unas ocho empresas, de sectores que van de la construcción a los vinos, el deporte náutico o el cuidado de mayores.

Amador de Castro, aquejado desde hace años de la enfermedad del Alzheimer, deja un grupo empresarial cohesionado y sin problemas sucesorios, pues en realidad ese proceso ya se habría puesto en marcha hace años. “Desde que Amador dio un paso al lado, su mujer Rosa, y sus hijas Marta, Susana y Blanca, se han encargado no sólo de que su grupo empresarial se mantenga, si no de que crezca y sea un referente en los diferentes sectores en los que tiene presencia”, explicaba el pasado domingo la familia mediante un comunicado remitido a los medios en el que informaba del fallecimiento del histórico empresario.

Lo cierto es que, según los datos del Registro Mercantil, en 2020, el ejecutivo dejó de ser presidente y consejero delegado de Logística Integral y Servicios, el vehículo de inversión de la familia detrás de Figrupo, para ser relevado por su hija Marta de Castro Torre. En la actualidad, sus hermanas, Susana y Blanca, figuran también como vocales del consejo de administración del grupo.

Un empresario bien acompañado

De Castro siempre supo rodearse de buenos compañeros del viaje, siendo uno de los primeros el propio Amancio Ortega, que lo fichó como financiero cuando Inditex estaba en la antesala de su gran despegue (de hecho, el grupo textil aún era GOA, el acrónimo invertido del nombre del padre de Sandra y Marta Ortega). El ejecutivo coruñés comentaba, al respecto del fundador de Zara, que uno de los secretos de su éxito radicaba, aún siendo el dueño de una cotizada con presencia global “era capaz de ver los modelos y saber si algo iba a sentar bien o no”.

También hizo carrera en el naval, concretamente en Astano, los astilleros de Fene que después darían paso a Navantia. En distintas etapas fue director financiero primero y, luego, director general.

Fue en 1987 cuando inició su andadura como empresario. Un año antes decidió presentarse al concurso para la concesión de las ITV en Galicia. A partir de ahí constituyó un discreto imperio de inspecciones técnicas que también contaba con presencia en Argentina y Costa Rica. Su compañero de viaje en esta empresa fue nada menos que Epifanio Campo, otro directivo gallego de relumbrón. Propietario de Cerámicas Campo, falleció en 2016 a los 63 años. Fue accionista de Banco Gallego y partner de Manuel Jove en el sector inmobiliario y renovable y en el siderúrgico de Manuel Añón. Juntos vendieron sus plantas en Francia, País Vasco y Galicia a la familia Rubiralta por 450 millones de euros.

La gran venta de De Castro

La sociedad con la que De Castro y Campo pilotaban el negocio de las inspecciones técnicas en Galicia dependía de su vehículo de inversión Macovit. Fue en 2017, ya fallecido Epifanio Campo pero con sus herederos en el capital, cuando Applus, hoy en pleno cambio de manos, acordó la adquisición del 80% de la sociedad del Grupo Fomento de Iniciativas por 89 millones de euros.

La compradora, firma de origen catalán nacida dentro del proceso de diversificación de Aguas de Barcelona pero ya entonces bajo el timón de fondos internacionales, se reservó el derecho a hacerse con el 20% restante de la sociedad en julio de 2022. Una opción que, efectivamente, acometió por otros 18 millones de euros.

Figrupo

Pero, aquella Macovit pasó a denominarse Figrupo Empresarial, una sociedad en la actualidad participada en un 94% por Logística Integral y Servicios, vehículo de inversión de la familia De Castro. Se trata de un conglomerado diversificado, del que en la actualidad cuelgan unas ocho empresas distintas.

Figrupo posee en 100% de una de las constructoras más longevas de la comunidad, Abeconsa, que nació en los 80 en Ferrol y que se incorporó al holding empresarial en 2004. En el año 2022, el consejo de administración de la firma optó por llevar a cabo una operación de escisión por la que los activos ligados a las operaciones de promoción inmobiliaria fueron transferidos a la sociedad de nueva creación Amma Desarrollos Urbanos.

El grupo también cuenta entre sus participadas a Desguaces Armonía, que define como “un proyecto innovador centrado en la descontaminación, el reciclaje y la economía circular de vehículos fuera de uso en Galicia” y con Figrupo Marinas, que explota los puertos deportivos Marina Coruña y Marina Viveiro, además de un varadero en la ciudad herculina. Gráficas Salnés, dedicada al diseño y fabricación de packaging, Raiola Residencial, de residencias para mayores, y Zero Housing, de construcciones sostenibles, son los principales negocios de la compañía, que el año pasado constituyó la sociedad Bodegas y Viñedos de Amador, entrando en el sector vitivinícola.

Cambios en el accionariado

Hasta 2021, el capital de la sociedad Figrupo Empresarial, según la información consultada por este medio, estaba repartido de la siguiente forma: un 64,5% estaba en manos de la sociedad Logística Integral y Servicios y mientras que otro 30,04% pertenecía a la sociedad Epifanio Campo SL, uno de los brazos inversores de la familia del histórico empresario.

No obstante, fue en 2022, cuando Logística Integral y Servicios –presidida por Amador de Castro hasta 2020, cuando fue sucedido por Marta de Castro Torres— adquirió la participación del 30% de los Campo en Figrupo Empresarial por unos 21,7 millones de euros, según la información contenida en su memoria anual.

Figrupo siguió creciendo tras el cambio accionarial y cerró el año 2023 con una cifra de negocios de 58 millones de euros. Este domingo, la familia de Amador de Castro indicó que, en en la actualidad, del mismo dependen unas 388 personas.

Más de 160 millones en activos

Los números de Logística Integral y Servicios, consultadas por Economía Digital Galicia a través de la solución analítica avanzada Insight View, dan muestra del poderío del grupo empresarial levantado por De Castro. La compañía cerró 2023 con un patrimonio neto de 117 millones de euros y con activos por valor de 161,1 millones de euros.

En todo caso, el legado de Amador de Castro va más allá de lo empresarial. En noviembre de este año se llevó a cabo la presentación pública de la Fundación Amador de Castro, con el objetivo de ayudar a personas con síndrome de Down y a otras diagnosticadas de Alzheimer. “Amador ha sido un ejemplo de compromiso social constante y discreto a lo largo de toda su vida. Él ha olvidado muchas cosas, pero nosotras tenemos grabados los valores que siempre inculcó a nuestra familia. Por eso, su mujer y sus hijas hemos puesto en marcha esta iniciativa, para seguir el camino que él fue marcando en todos sus años de actividad”, reza la página web de esta entidad sin ánimo de lucro.

«A partir de hoy, sin Amador, la vocación de la familia es seguir con su legado e intentar transmitirle a la sociedad una parte de la enorme huella que él ha dejado en todos los que tuvimos la suerte de conocerlo. Porque su impacto como empresario no es comparable al que tuvo como persona», indicaban el pasado domingo desde el entorno del empresario.