Leche Celta aprovecha el tirón de la marca blanca y triplica beneficios

La compañía propiedad del grupo luso Lactogal ganó 3,4 millones de euros en 2023, de los cuales un tercio procedieron de Iberleche, la filial a través de la cual comercializa su marca blanca

Vista exterior de la planta de Leche Celta en Pontedeume

Vista exterior de la planta de Leche Celta en Pontedeume

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Nuevo salto de Leche Celta. La compañía controlada por la portuguesa Lactogal despidió su ejercicio fiscal 2023 pulverizando dos barreras psicológicas: la de los 300 millones de euros de facturación y los tres millones de beneficio neto.

Así se desprende de las cuentas anuales que la firma ha depositado ante el Registro Mercantil de A Coruña. La empresa con base de operaciones en Pontedeume cerró el año pasado con una cifra de negocio por valor de 342,7 millones de euros. Estos números representan un avance del 14,4% respecto a los 299,6 millones de euros registrados en un 2022 marcado por la invasión de Ucrania y la escalada tanto de las materias primas como de los precios de la energía.

El grueso de este crecimiento ha venido por la vía de las ventas de leche UHT. Este segmento, el core del negocio de Leche Celta, incrementó su aportación desde los 226,1 millones de euros alcanzados en 2022 hasta los 263,6 millones de euros en 2023. Los preparados lácteos, entre los que se encuentran los batidos con frutas, generaron otros 43,5 millones de euros mientras que la nata y la mantequilla supusieron una inyección de 25,6 millones de euros.

Desembarco en el segmento de quesos

A este mix de ingresos se incorporará este año una nueva línea: los quesos. Y es que Leche Celta ha ampliado su factoría de Ávila para desembarcar en este segmento. Para ello, la compañía ha invertido 13 millones de euros en su factoría del polígono industrial de  con el objetivo de ganar una capacidad de producción de 12.000 toneladas anuales en una primera fase. Leche Celta elevará su plantilla con la creación de 30 nuevos puestos de trabajo en estas instalaciones en las que se centrará en la producción de quesos crema pasteurizados y quesos fundidos.

«El grupo tiene como prioridad ofrecer un valor diferencial a los clientes, a través de su filial lberleche, esto significa mejoras en la calidad de los productos y potenciación de otros tipos de leche, trabajando en los vectores de sostenibilidad, tanto desde el productor dando valor a leches de pastoreo y ecológicas, cómo de cara al consumidor, trabajando el ecodiseño y la reciclabilidad. En este sentido, es por ello que, durante el ejercicio 2023, lleva a cabo una importante inversión para diversificar su oferta, incluyendo quesos y mantequillas», apunta la firma.

Leche Celta, que cosecha el 26% de sus ventas en el norte de España y se acerca al 30% que concentra en el sur, también da cuenta en su memoria anual de la concentración de sus ingresos en torno a tres grandes clientes. En concreto, Leche Celta apunta a que uno de ellos compró productos valorados en 103,9 millones de euros, mientras que los dos que completaron este particular podio generaron 44,5 y 40 millones de euros para los ingresos de la compañía.

En su balance anual, Leche Celta explica que «el consumo en hogares de leche envasada cae un 3,5% 2023 respecto a 2022, mientras que el de
quesos ofrece una tasa positiva del 2,5%. El consumidor se inclina por las marcas de distribuidor. En la segunda mitad del 2023, la marca blanca controla el precio a la baja, lo que hace que gane peso en la cesta de la compra por el menor poder adquisitivo de los consumidores», hasta el punto de abarcar el 60,9% de ventas de leche.

La baza de Iberleche

La compañía controlada por Lactogal cuenta con Iberleche como avanzadilla en este segmento. Leche Celta llegó a contar con Clun Capsa, el mayor operador español del sector, como compañeros de viaje en la marca blanca. El grupo asturiano, matriz de Larsa, entró en 2015 mediante una ampliación de capital en la que aportó contratos de suministro y derechos de uso de sus marcas de distribuidos.

Pero esta alianza se resquebrajó en 2018 tras la salida de Clun y se rompió definitivamente en 2023 después de que Capsa desapareciese de su capital, dejando como socio único a Leche Celta, que en el pasado ha abastecido a algunas de las principales cadenas de supermercado como GadisFroizDIA Aldi, así como a Carrefour o El Corte Inglés.

En medio de este auge de la marca blanca, Iberleche ha pasado de generar unas ganancias por valor de 146.643 euros para Leche Celta en 2022 a 984.432 euros en 2023. Esta cifra representa un 29,1% del total de 3,38 millones de euros que la firma con sede en Pontedeume se anotó como beneficio neto en 2023. Leche Celta ha logrado triplicar, de esta manera, los 1,15 millones de euros que se había embolsado el año anterior.

Leer más: Clun rompe su alianza con Leche Celta y Capsa en marca blanca

De cara al ejercicio en curso, la empresa vaticina un nuevo avance de la marca blanca y un respiro en materia de precios. «Con el comienzo del año el consumo doméstico registra un ligero descenso y cambios en la gama de productos que se eligen, y se prevé un aumento de la demanda de las marcas blancas. Además, también se espera un descenso tanto del precio de la materia prima como del precio de venta durante el 2024», revela la firma.

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