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Vuelco en la construcción gallega: San José duplica en ingresos a Goa Invest, la promotora de Inditex
Goa se convirtió en la mayor constructora gallega en 2017, cuando facturó 685 millones y superó a San José; cinco años después, el grupo de Jacinto Rey supera los 1.000 millones de ingresos, el doble que la filial de Inditex
Grupo Empresarial San José ha consolidado su liderazgo como la mayor constructora gallega por ingresos. La compañía de Jacinto Rey alcanzó el año pasado una cifra de negocio de 1.092 millones, un 17,7% más que en el ejercicio anterior y casi tanto como la suma de Goa Invest, Copasa y Grupo Puentes, las otras tres grandes empresas gallegas del sector.
El crecimiento del grupo pontevedrés una década después de que la crisis financiera lo pusiera contra las cuerdas, hasta el punto de tener que desprenderse de su división inmobiliaria, es la principal novedad en el ranking gallego. En el año 2017, Goa Invest se convirtió en la mayor constructora de la comunidad con unos ingresos de 685,3 millones. La filial de Inditex, cuya actividad se centra en las tiendas e instalaciones de la multinacional o de la fundación de Amancio Ortega, superó aquel ejercicio a San José por apenas tres millones de facturación.
Pasados cinco años y una pandemia, la compañía de Jacinto Rey duplica los ingresos de la constructora de Inditex, que acabó 2022 con una cifra de negocio de 543 millones. Atendiendo solamente al área de construcción, el grupo de Pontevedra, aunque con sede central en Madrid, facturó 969 millones, un 78% más que la empresa de Amancio Ortega. San José añade a estos ingresos los procedentes de la división energética, el negocio de concesiones y el área inmobiliaria, con los que completa su cifra de negocio.
Pese a la diferencia de tamaño, Goa Invest logró más beneficios, con unas ganancias de 19,9 millones frente a los 15,3 millones que ganó la única constructora gallega que cotiza en bolsa.
Dos hitos para después del Covid
El contraste entre los resultados de 2017 y los del año pasado se explica en buena parte por el Covid. La constructora de Inditex atravesó un periodo de baja actividad coincidiendo con la reestructuración de la red de tiendas que puso en marcha la multinacional para enfrentarse a la pandemia, uno de los últimos servicios de Pablo Isla como presidente del grupo. En 2020 el gigante textil anunció el cierre de unos 1.200 establecimientos en dos años, proceso que fue acompañado de una fuerte inversión en digitalización para expandir el formato de venta online y de la apertura de unas 150 tiendas físicas de mayor tamaño en cada ejercicio. Aquel plan representaba el cambio de modelo que ya estaba en marcha desde años antes hacia las llamadas flagship, de gran tamaño y digitalizadas. Estas tiendas absorbieron la superficie comercial de los establecimientos más pequeños que habían bajado la persiana.
En medio de esta transformación, Goa Invest sufrió fuertes sacudidas. Del récord del año 2017 pasó a facturar solamente 291,8 millones en 2020, el año que estalló la crisis sanitaria. A partir de entonces y tras tres ejercicios de caída, mejoró progresivamente su cifra de negocio, subiendo a 352,5 millones de 2021 y a los 543 millones del año pasado. No está todavía en su mejores cifras la constructora que preside José Manuel Queijeiro Pérez, pero se asemejan bastante más a los volúmenes previos a la pandemia gracias, precisamente, a los grandes establecimientos que levanta Inditex.
La evolución de San José ha sido muy diferente, pues creció en ingresos incluso en el año del Covid. Apoyándose en una fuerte contratación en el mercado español, que representa el 80% de la facturación y el 85% de la cartera de contratos, superó el año pasado los 1.000 millones de cifra de negocio por primera vez desde 2009, cuando había facturado 1.083 millones. La crisis financiera cogió al grupo muy endeudado por la compra de la inmobiliaria Parquesol y muy expuesto al ladrillo, lo que dio inicio a un largo viaje para refinanciar deuda, entregar su inmobiliaria a la banca y volver a un volumen de negocio similar 13 años después.
Un buen año para todos
Al igual que las anteriores, también Copasa y Grupo Puentes crecieron en ingresos y beneficios el año pasado. El grupo ourensano facturó 390,6 millones, un 21,6% más, y obtuvo un resultado positivo de 16,1 millones en 2022, un avance del 36% respecto al ejercicio anterior. Grupo Puentes, ahora controlada por la corporación china CCCC, obtuvo unos ingresos de 209,8 millones, un salto del 52%, y unos beneficios de 4,5 millones, ligeramente por encima de los de 2021.
Tanto San José como Copasa y Puentes han llevado a cifras récord su cartera de contratos. La primera tenía 2.642 millones pendientes de ejecutar a cierre del primer semestre. La compañía de José Luis Suárez alcanzaba los 2.523 millones en cartera a cierre del pasado ejercicio, mientras que Puentes tenía trabajos pendientes de realizar por valor de 890 millones, prácticamente el doble que dos años antes.