La patronal gallega critica al Gobierno por “excluir” a los agentes sociales de sus decisiones
La Confederación de Empresarios de Galicia cuestiona las “imposiciones unilaterales” del Ejecutivo central “tomadas a hurtadillas, sin contar con los más afectados por medidas, los empresarios y empresarias”
La Confederación de Empresarios de Galicia considera que «las ocurrencias» del Gobierno central «complican administrativamente el día a día de las empresas” y “provocarán un deterioro de las condiciones de los trabajadores». Así lo ha destacado en un comunicado en el que hace referencia a lo que considera “imposiciones unilaterales” del Ejecutivo central “tomadas a hurtadillas, sin contar con los más afectados por medidas: los empresarios y empresarias”.
En concreto, la patronal gallega hace referencia a la modificación del Estatuto de los Trabajadores, con la que se otorga prevalencia a los convenios autonómicos sobre los estatales. Desde la CEG considera que se trata de un cambio con varias implicaciones en el empresariado.
El presidente de la CEG, Juan Manuel Vieites, ha citado, por ejemplo, «el incremento en la complejidad administrativa». «Las empresas que operan en múltiples comunidades autónomas deberán gestionar diferentes convenios, lo que puede aumentar y complicar la gestión de los mismos y, sobre todo, los costes asociados al cumplimiento normativo», ha ejemplificado.
El presidente de la CEG ha advertido, a renglón seguido, que las negociaciones colectivas descentralizadas requieren «más recursos y esfuerzos de negociación por parte de las empresas». La «reciente frustración» de la reforma del real decreto que «buscaba implementar esta prevalencia», añade, indica «la complejidad y la controversia que rodea esta modificación en el ámbito laboral español».
Exclusión de los agentes de diálogo social
Tal y como ya se han pronunciado desde CEOE y Cepyme al respecto, la CEG también recuerda que «son cambios que ya no se incluyeron en la última reforma laboral pactada en el marco del diálogo Social tripartito y que se adoptó como hito necesario para poder seguir recibiendo los fondos europeos previstos».
Por lo tanto, el presidente del empresariado gallego se suma al «rechazo absoluto a esta aprobación, a hurtadillas, sin contar con todos los agentes implicados, despreciando una y otra vez al Diálogo Social y a los sectores productivos, a las empresas que generan riqueza, que contribuyen al Producto Interior de España».
«Este Gobierno repite de forma constante la misma dinámica y es que el subsidio por desempleo tampoco se ha llegado a pactar con los empresarios y empresarias de este país», ha agregado, antes de incidir en que «la exclusión de los agentes del diálogo social» en la toma de decisiones tiene consecuencias, dado que «genera desconfianza y descontento».
«La sociedad española percibe esta exclusión como una falta de transparencia y de legitimidad en el proceso de toma de decisiones, lo que genera desconfianza hacia las instituciones y descontento entre los trabajadores y ciudadanos», ha reflexionado.
«La falta de participación de los agentes sociales está incrementando la polarización y el conflicto social, ya que no nos sentimos representados en decisiones que afectan directa y duramente a nuestras vidas cotidianas», ha añadido.
Incertidumbre y riesgo en el entorno laboral y normativo
La CEG ha concluido que las empresas gallegas perciben «una mayor incertidumbre y riesgo en el entorno laboral y normativo», ya que «decisiones unilaterales pueden resultar en normativas menos consensuadas y más susceptibles a cambios y disputas legales».
Por último, subraya que, «a nivel internacional, la falta de diálogo social es vista como una señal de debilidad en la gobernanza democrática y en el respeto por los derechos laborales, afectando la imagen del país en foros internacionales y con potenciales inversores».
«La exclusión puede ser vista como un incumplimiento de las normativas y estándares internacionales de trabajo, lo que podría traer sanciones o pérdida de apoyo de organismos internacionales. No contar con los agentes del diálogo social erosiona la confianza y cooperación necesarias para un desarrollo sostenible y justo», zanja.