La patronal de Megasa critica el plan de la UE para abaratar la energía, insuficiente para competir con China y EEUU

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La patronal siderúrgica Unesid da un golpe sobre la mesa. No están contentas las empresas con las medidas planteadas por la Comisión Europea en el Pacto Industrial Limpio y el Plan de Acción y así lo ha hecho saber la organización, que integra a compañías muy relevantes en el tejido industrial gallego, como Megasa o Celsa, así como a Acerinox, ArcelorMittal, Sidenor, Gonvarri o CL Grupo, entre otras.

Las críticas de Unesid se resumen en que las propuestas europeas adolecen de una falta de ambición para proporcionar precios de la energía asequibles a las industrias, lo que hará imposible, o al menos muy difícil, competir con las empresas chinas o estadounidenses del sector. Y la solución que proponen es de calado, pues instan a la Comisión Europea a emprender una reforma estructural del mercado eléctrico europeo que desvincule los precios de la electricidad de los combustibles fósiles con el objetivo de abaratar los precios, el gran caballo de batalla del sector.

La ineficacia de los PPA

Dice la patronal que no abordan con eficacia el problema del elevado coste energético que afecta a la industria europea. «Los precios mayoristas de la energía siguen estando muy por encima de los niveles históricos y son entre dos y cuatro veces más altos que los de economías como Estados Unidos o China«, señalan en el comunicado.

Además, Unesid considera que una de las medidas clave que promueve la Comisión, como los acuerdos de suministro de energía a largo plazo (PPA), «no han generado hasta ahora beneficios tangibles para los consumidores industriales porque no traspasan los beneficios de las renovables al consumidor». Unesid cree que «sin una reforma estructural del mercado eléctrico europeo que desvincule los precios de la electricidad de los combustibles fósiles, el problema del elevado coste de la energía persistirá».

Las propuestas de las siderúrgicas

La organización pide a la Comisión Europea que fije unas directrices clara para diseñar e implementar acuerdos en suministros de energía que garanticen precios estables y competitivos. También solicita la aplicación de medidas concretas y armonizadas en toda la UE para rebajar los costes regulatorios que engordan la factura. «Si bien las iniciativas para acelerar la inversión en capacidad y redes de energía baja en carbono son un paso en la dirección correcta, sus efectos solo se reflejarán en el medio y largo plazo. Mientras tanto, la industria necesita soluciones inmediatas para garantizar su viabilidad y competitividad en el mercado global», aseguran.