La patronal de Cortizo, Exlabesa y Extrugasa cree que las sanciones a Rusia golpearán al aluminio europeo
La Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie, en la que también se integra Alcoa, considera que las sanciones a Rusia restringen el suministro de aluminio primario a la UE, que cuenta con una “potente industria transformadora”

Felipe Quintá Mariño, director general de Exlabesa, preside la Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA)
Una de las grandes patronales del aluminio que integra, entre otras, a las gallegas Cortizo, Exlabesa y Extrugasa, y que incluso tiene en su seno al gigante Alcoa, se levanta contra la propia UE y sus decisiones con respecto a Rusia. La Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA), que representa a más de 650 empresas del sector, ha demandado que las sanciones a Rusia respecto al aluminio tengan “un impacto real y no perjudiquen a la industria de la Unión Europea”.
En concreto, la organización que preside el director general de Exlabesa, Felipe Quintá, se ha expresado así en el contexto de la aprobación por parte de la Unión Europea del nuevo paquete de sanciones contra Rusia, coincidiendo con el tercer aniversario de la invasión a Ucrania y que contempla, entre otras medidas, restricciones al aluminio primario ruso. En este sentido, la asociación ha señalado que esta coyuntura genera “incertidumbre”, ya que, mediante dicha prohibición, se restringe el suministro de aluminio primario a la UE, con una «potente industria transformadora».
Estratégico para la competitividad
“Se trata de un material estratégico para la competitividad, tanto de España como de Europa y para la industrialización del continente, que sigue siendo uno de los principales objetivos de la política económica de la UE”, ha detallado la AEA, que también ha explicado que la industria del aluminio desempeña un papel “fundamental” en la descarbonización a través de sectores clave como la edificación, la automoción, el transporte o las energías renovables, y resulta “esencial” para el fortalecimiento de la soberanía industrial de la región.
En esta línea, la asociación ha manifestado que no se puede obviar la preocupación del sector por la elusión de las sanciones, ya que no debería ser posible que el aluminio primario ruso, cuya importación primero sufrirá restricciones y posteriormente será prohibida en Europa, termine llegando transformado y sin aranceles al mercado europeo a través de Turquía, que se suministra de Rusia, China e Irán.
“Es fundamental que se tomen medidas para evitar esta situación, de manera que las sanciones tengan un impacto real y no se diluyan a través de intermediarios, mientras se daña a la industria transformadora europea”, ha enfatizado la AEA, que asimismo ha querido llamar la atención en relación a la situación actual del sector del aluminio, al tiempo que ha puesto el foco en la necesidad de trabajar junto al Ministerio de Economía para afrontar los retos que se presentan.
Mecanismo de ajuste en frontera
En este sentido, la organización ha querido expresar su agradecimiento al departamento liderado por Carlos Cuerpo por “su continuo apoyo, colaboración y la fluida comunicación mantenida a lo largo de este proceso”.
“La relación con el Ministerio es clave para poder abordar de forma conjunta los desafíos que enfrenta el sector y continuar avanzando en la defensa de los intereses de la industria del aluminio en España y Europa”, ha indicado la asociación, sin dejar de recordar que el sector de transformación del aluminio se encuentra en un momento “particularmente complejo debido a la confluencia de varios factores externos”.
Uno de esos factores es la aplicación del Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM), que, tal y como destaca la organización, funciona como un segundo arancel a la importación de primario, y puede suponer una pérdida de competitividad “inasumible” para el sector, que se enfrenta igualmente a la amenaza de aranceles adicionales por parte de Estados Unidos, derivados de las políticas comerciales del presidente Trump.