La mina de litio que enterró a António Costa: «Un proyecto clave para el Norte de Portugal y Galicia»

Una mina de litio ubicada a unos 30 kilómetros de la frontera con Galicia sacude la política portuguesa. El primer ministro del país vecino, António Costa, presentó su dimisión este martes tras una jornada que arrancó con registros en 40 oficinas y domicilios (entre ellas la del propio exmandatario luso) y las detenciones de su jefe de gabinete de Costa, Vítor Escária, de un consultor de Costa, Lacerda Machado, o del alcalde de Sines, el socialista Nuno Mascarenhas.

En el centro de las pesquisas policiales se encuentra la presunta existencia de un trato de favor por parte del Ejecutivo de António Costa a los proyectos de litio en Montalegre y de hidrógeno en Sines. En el caso del litio, los investigadores han puesto el foco sobre la llamada mina do Romano, para la que Lusorecursos ultimaba los detalles para iniciar su construcción.

La compañía se hizo en 2019 con una concesión de 20 años (ampliables hasta los 35) sobre estos terrenos. Además de este movimiento, Lusorecursos necesitaba que la Agencia Portuguesa de Ambiente (APA) diese el visto bueno a su declaración de impacto ambiental, algo que logró en septiembre. Pese a tener la alfombra roja para iniciar la construcción en 2025 y entrar en operación en 2027, el estallido de esta investigación policial pone en jaque a una mina con la que los promotores miraban también a Galicia.

Los guiños de Lusorecursos a Galicia

Y es que, según figura en la documentación aportada a las autoridades portuguesas, el de Montalegre es «un proyecto de interés nacional y global, que promoverá la región transfronteriza del norte de Portugal y Galicia». Según Lusorecursos, la puesta en marcha de este yacimiento situaría a Portugal en el «ranking mundial de reservas y producción de litio».

El país vecino alberga una de las mayores reservas probadas de litio, un metal clave para la producción de baterías para smartphones y vehículos eléctricos. Portugal es el primer país europeo y octavo del mundo con más reservas, lo que deja la puerta abierta a Portugal a formar parte del tablero global del litio, metal que se concentra, principalmente, en países de Sudamérica como Bolivia, Chile o Ecuador, así como en Australia.

Es por ello que Lusorecursos destacaba en su documentación inicial que el proyecto «tiene como objetivo despertar a una nueva era en la valorización de los recursos naturales en Portugal». Además, con este yacimiento se buscaba «desarrollar la región industrial para una economía sostenible y colaborativa», y se ponía como línea roja el «preservar, valorar y promover la Reserva de la Biosfera Xurés».

En clave logística, Lusorecursos también hacía referencia en su declaración de impacto ambiental a infraestructuras gallegas. En este sentido, la firma portuguesa hacía referencia a la llegada del AVE a Vigo y Ourense y la posibilidad de reactivar las instalaciones de Chaves (ubicadas en el norte del país) para «devolver dinamismo y un medio de transporte extra para las poblaciones aledañas».

También hacia Vigo miraba Lusorecursos para el transporte tanto por mar como por aire. «En cuanto a la infraestructura aérea internacional, la región presenta los aeropuertos de Vigo y Oporto, ambos a unos 170 km de la comarca de Barroso. En la ruta marítima, los puertos de Vigo y Leixões (Oporto), presentan condiciones de referencia de carga internacional, a una distancia de unos 170 km de la región de Barroso», destacaba la compañía.

Más de 600 millones de inversión

La mina do Romano se ubica a unos 15 kilómetros del concello de Verín. La hoja de ruta de Lusorecursos contemplaba la inversión de unos 650 millones de euros. El plan de Lusorecursos pasaba por iniciar en 2025 los preparativos en este yacimiento con el objetivo de que estuviese operativo en el año 2027 (con refinería incluida). Para entonces su producción alcanzaría las 18.000 toneladas anuales, unas cantidades que, según la compañía, ya tendrían asignado comprador, si bien la identidad nunca llegó a trascender.

La concesión de Lusorecursos en la mina do Romano abarca un área de 825,4 hectáreas, pese a que sólo está prevista la explotación de depósitos minerales de litio en una superficie de 637,5 hectáreas, de las cuales 29,7 serán explotadas a cielo abierto y el resto serán utilizadas para trabajos subterráneos.