La Inteligencia Artificial ya es clave para el mayor proyecto genómico de Galicia

La jornada organizada por Ahosgal sobre el impacto de la IA en la medicina muestra la capacidad de esta tecnología para mejorar el diagnóstico, ofrecer un tratamiento más personalizado y facilitar el acceso a la información clínica de los pacientes

Ángel Carracedo, catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Santiago y director de la Fundación Pública Gallega de Medicina Xenómica

Ángel Carracedo, catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Santiago y director de la Fundación Pública Gallega de Medicina Xenómica

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

El carácter disruptivo de la tecnología depara tiempos de revolución permanente. Las transformaciones en el acceso a la información o los modos de consumo se producen en la antesala de los nuevos cambios que vendrán. Esa sensación impera a la hora de abordar las capacidades de la Inteligencia Artificial, que en el ámbito de la medicina tiene potencialidades para mejorar los diagnósticos, ofrecer tratamientos cada vez más individualizados y, por tanto, especializados, y cambiar la relación del paciente con su médico y con su propia información clínica, al mejorar el acceso y la comprensión de la misma.

Todos estos asuntos abordó Ahosgal, la Asociación de Hospitales de Galicia, en una jornada celebrada el viernes en Santiago y que reunió a una amplia gama de expertos de los grupos sanitarios más relevantes que operan en la comunidad, así como del sector público. Entre ellos estuvo el catedrático, Ángel Carracedo, director de la Fundación Pública Gallega de Medicina Xenómica, quien puso de manifiesto que el mayor proyecto genómico impulsado en Galicia y el más ambicioso del conjunto del Estado depende en buena medida de la Inteligencia Artificial.

Carracedo se refería a Xenoma Galicia, una iniciativa que pretende secuenciar el genoma de 400.000 gallegos y que «no sería posible sin la IA para asegurar el manejo de los datos», apuntó. Señaló también el catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Santiago que esta herramienta contribuirá a reducir el tiempo de diagnóstico de las enfermedades.

El encuentro, que contó con la colaboración de DKV Seguros y Abanca, ha permitido conocer proyectos que se están aplicando en los hospitales públicos y privados y que permiten la simplificación de las tareas burocráticas de los médicos, mayor capacidad en el diagnóstico o bien la atención posterior a enfermos crónicos, tarea que está en el centro del proyecto Lola, una cuidadora virtual que el grupo Ribera Salud está implantando en sus centros hospitalarios, como en el hosptial Povisa de Vigo.

El papel del médico: ¿máquinas contra humanos?

El presidente de Ahosgal, José Ignacio Vidal, aseguró que no se debe ni se puede «prescindir de la Inteligencia Artificial en la sanidad. “Tiene muchas aportaciones positivas, que facilitan la labor de los profesionales, permite optimizar recursos y que beneficia al usuario, que es la parte más importante en la atención sanitaria,” explicó.

Eso si, Vidal subrayó que es “evidente que el papel del médico se mantendrá” en el futuro, porque “seguirán siendo necesarios su conocimiento científico y la experiencia en la relación con el paciente y el entorno”. Además, “la IA aporta mayor seguridad a los usuarios y permite humanizar el tiempo de relación médico-paciente, con un trato más personal y directo, sin la mesa del despacho por medio”.

El presidente de Ahosgal advirtió que el “desarrollo de la IA en la atención sanitaria debe realizarse desde una óptica integradora, de colaboración público-privada, porque es importante aunar los esfuerzos y compartir los avances alcanzados para ponerlos a disposición de los usuarios”. “Debemos superar de una vez por todas la dicotomía entre sanidad pública y privada, porque las dos partes somos necesarias para disponer del mejor servicio sanitario” concluyó.

Los ponentes estaban dispuestos a superar la cinematográfica dicotomía entre máquinas y humanos, que se pasea como un fantasma ludita por todos los sectores empresariales. Senén Barro, investigador, profesor de IA y director del CiTIUS de la USC, aseguró que la “medicina cambiará con el uso de la IA, pero no tanto” porque las máquinas están “años luz de los humanos”. No obstante, tiene capacidades para “ver cosas que no ve el ojo clínico y no dan puntada sin hilo”, en alusión a la precisión que aporta la cirugía robótica.

Según expuso, la IA no acabará con la función de los médicos, sino que realizará parte de las tareas rutinarias y burocráticas de forma automatizada y permitirá disponer de “más tiempo para realizar labores de más alto valor añadido”. Sin embargo, expuso su deseo de que la inteligencia artificial pueda ”cambiar la forma de enseñar la medicina”.

Una atención más humana

Carmen Ezquerra Bernad, responsable de desarrollo de salud digital en DKV, aseveró que los “beneficios potenciales de la IA constituyen un imperativo ético y moral para su uso”, porque contribuye a “mejorar los resultados de salud para todos”. No obstante, advirtió que existen algunas “barreras” que hay que superar, como son la “falta de estándares en los datos”, la “fragmentación del sistema de salud global”, las dudas sobre la “responsabilidad en la toma de decisiones” o la “falta de confianza y entendimiento de la salud digital”.

Joan Ferri Campos, director general de IRENEA y miembro del Instituto de Neurociencias de Hospitales Vithas, destacó en su ponencia los avances significativos de la integración de la inteligencia artificial (IA) en la rehabilitación neurológica. Así, resaltó la importancia de la IA no solo en la optimización de los tratamientos, sino también en el apoyo a los cuidadores, ya que algunos proyectos están transformando el enfoque de la rehabilitación mediante el desarrollo de mundos virtuales persistentes, técnicas de machine learning y deep learning. Además, abogó por el compromiso de integrar la ética y la bioética para asegurar tratamientos seguros, respetuosos y efectivos.

Qué es Ahosgal

La Asociación de Hospitales de Galicia está formada por todos los centros hospitalarios que están acreditados por el Sergas: HM Modelo, IMQ San Rafael, Quirónsalud A Coruña; HM La Rosaleda, Ribera Juan Cardona, Ribera Polusa, Quirónsalud Lugo, Hospitales Cosaga, Centro Médico El Carmen, Ribera Povisa y Vithas Vigo, Sanatorio Concheiro; y Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez.

La asociación promueve una asistencia sanitaria de calidad y la aplicación de las mejores prácticas médicas con el objetivo de promover la salud de los pacientes. Los 13 hospitales de Ahosgal forman parte del sistema sanitario gallego, mediante la actividad hospitalaria concertada. En conjunto cuentan con 1.860 camas hospitalarias y generan más de 5.000 empleos directos.

Comenta el artículo
Economía Digital Galicia

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta