Actualizado
Kiwi Atlántico, mayor productora de España, se pone las pilas con Datalife para tener plantaciones más sostenibles
Ensaya un sistema pionero de monitorización digital dirigido a optimizar y ganar eficiencia hídrica
Kiwi Atlántico acelera con la transformación digital encaminada a una mayor sostenibilidad. La plantación del grupo en Bonaval-Burgueira, en Oia (Pontevedra), acaba de acoger la presentación de un “demostrador digital frutícola”, un sistema para monitorizar y controlar el riego, entre otros parámetros, que se lleva a cabo de la mano del hub de innovación gallego Datalife.
El proyecto se enmarca dentro de HIBA+, una iniciativa hispano-lusa orientada a fortalecer los ecosistemas locales de innovación agroalimentaria a través de la digitalización, desarrollada dentro del programa Digital Europe, de la Comisión Europea.
La presentación realizada el pasado viernes en Oia sirvió para observar de primera mano el funcionamiento de esta tecnología, que se basa en la monitorización de las condiciones ambientales y del suelo de cultivo mediante un sistema de sensores y estaciones meteorológicas controlados por una aplicación digital que ofrecen datos en tiempo real.
El encuentro, dirigido a dar a conocer a nivel sectorial este sistema experimental avanzado de monitorización y gestión en una explotación frutícola en Galicia, sirvió también para destacar la apuesta por la innovación de Kiwi Atlántico, que ya trabaja con tecnologías digitales de control en sus plantaciones de mayor tamaño.
Optimizar riegos y ganar eficiencia
Paulo Estévez Blanco, director de Área de Cultivo, indicó que la monitorización mediante sensores con la que ya está experimentando la firma gallega permite controlar, entre otros parámetros, la evolución de las condiciones meteorológicas y el estado hídrico del suelo a diferentes profundidades, lo que hace posible optimizar los riegos y ganar en eficiencia, al reducir el gasto de agua y evitar incidencias que puedan afectar a la calidad de la producción. “Y una vez que podamos disponer de datos acumulados, las decisiones podrán ser aún más eficientes y ajustadas a las necesidades del cultivo, a través del análisis de toda esa información histórica”, explicó.
“Precisamente, el clima húmedo y sin temperaturas extremas de Galicia, unido a la profundidad y buen drenaje del suelo y a su PH, confiere al kiwi de origen atlántico su equilibrio de sabor característico y su calidad diferencial. De esta manera, sistemas tecnológicos como el que se ensaya en la plantación de de Bonaval- Burgueira permiten sacar el máximo provecho de unas condiciones únicas, reduciendo además el impacto de los cultivos, al poder prevenir los daños de las heladas o excesos de riego e incluso detectar, mediante estos sistemas de monitorización, el estrés de las plantas, para evitar de este modo interrupciones en el crecimiento o la producción óptima de la fruta”, comentan desde la compañía.
La empresa gallega, la mayor productora de kiwi en España y una de las primeras a nivel europeo, con una producción anual de 12.000 toneladas, cerró el pasado año con una facturación de 30 millones de euros.