El ‘pelotazo’ del nuevo socio de EiDF: 460 millones en dividendos con la venta del líder del transporte frigorífico

EiDF ha encontrado otro punto de apoyo para dejar atrás la crisis de 2023 y reforzar el balance del grupo. La nueva etapa de la compañía de renovables, ya sin Fernando Romero como presidente y primer accionista, contará con Azahar Inversiones, una sociedad de inversión libre presidida por Juan Ignacio Conesa Alcaraz, como socio. El vehículo inversor del empresario murciano, uno de los fundadores de Primafrío, se hará con el 5,7% de los títulos de EiDF tras una ampliación de capital de 15 millones, convirtiéndose en el cuarto mayor accionista de la cotizada gallega.

Forbes estima el patrimonio de Conesa Alcaraz en 650 millones de euros y lo sitúa en el puesto 67 de los más acaudalados de España en su último ranking de grandes fortunas. La mayor parte de ese dinero procede de una operación reciente, la venta del 49% del grupo de logística y transporte Primafrío al fondo Apollo en 2022. La transacción permitió a los dos hijos del fundador, Juan Ignacio y José Esteban, repartir un dividendo de 915 millones a sus respectivas sociedades de inversión.

El nuevo accionista de EiDF lo hizo a través de Azahar Global Capital, el holding con el que creó el pasado agosto Azahar Inversiones, que ingresó 457 millones de dividendo procedente de Primafrío. Su hermano recibió esa misma cantidad a través de Ondina, según las cuentas presentadas por ambas sociedades en el Registro Mercantil y consultadas por este medio a través de Insight View.

Casi 1.000 millones en activos

Primafrío es un grupo logístico especializado en el transporte de mercancías por carretera a temperatura controlada. Con sede central en Alhama de Murcia, cuenta con una flota de 2.800 vehículos y opera en 25 países, moviendo principalmente frutas y verduras desde sus huertas de origen en España y Portugal. Los Conesa Alcaraz mantienen la mayoría accionarial tras conseguir colocar el 49% del grupo a Apollo, en una operación que valoró la compañía en 1.500 millones. Los hermanos consiguieron vender tras un intento fallido de salir a bolsa y en un contexto complejo, tanto por el encarecimiento de los combustibles como por la entonces reciente huelga de transporte en España, además de afrontar el proceso de descarbonización que encarecía los costes del grupo.

El mismo año de la transacción, Krone-Mur Servifrio, que actuaba como sociedad de cabecera del grupo, reparte los suculentos dividendos hacia las sociedades patrimoniales de la familia. José Esteban recibe 457 millones en Ondina Capital, que a cierre de 2023 tenía 591 millones en activos. En el caso del brazo inversor de Juan Ignacio Conesa son todavía más. Azahar Global Capital sumaba unos activos de 937,5 a cierre del pasado ejercicio y un patrimonio neto de 644,8 millones. Además de los 457 millones que recibieron ambas sociedades en 2022, los dividendos de Primafrío continuaron fluyendo el año pasado, en el que ingresaron 10 millones; en 2021, antes de la venta, alcanzaron los 20 millones.

De Paconsa a EiDF

Si la abundancia de liquidez de Juan Ignacio Conesa se debe a la apuesta de Apollo, el origen de la fortuna de los hermanos se remonta más atrás, concretamente, a 1963. Ese año, Juan Conesa y Josefina Alcaraz, sus padres, ponen en marcha Paconsa, que se convertiría en uno de los mayores grupos de transporte de España. La familia vendió por 120 millones la compañía a un fondo de capital riesgo controlado por Ana Patricia Botín y puso en marcha un nuevo proyecto que originalmente se denominó Transportes Reyli-H, semilla de la actual Primafrío.

La llegada de la sociedad de inversión de Juan Ignacio Conesa a EiDF da continuidad al desembarco de grandes fortunas españolas en las empresas gallegas, con Hortensia Herrero, vicepresidenta de Mercadona, en Malasa; los Ybarra en Ecoener; o los March en Profand.