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JP Morgan y Goldman Sachs emergen como grandes accionistas de Resonac en plena ola de proyectos en A Coruña
La irrupción de los dos gigantes bancarios coincide con la salida de pérdidas del grupo japonés, que aspira a cerrar el último ejercicio con un resultado neto positivo de más de 39.000 millones de yenes, unos 241 millones de euros al cambio
Goldman Sachs y JP Morgan entran como principales accionistas en Resonac tras la adquisición de 14,5 y 11,8 millones de acciones, respectivamente. Su participación en la antigua Showa Denko, que tiene en A Coruña su planta de producción de grafito para ánodos de baterías de vehículos eléctricos, solo estaría superada por Government Pension Investment (GPIF) –el fondo de pensiones del gobierno de Japón– que ostenta en la actualidad 16,3 millones de títulos.
La irrupción de estos dos gigantes bancarios en el grupo japonés coincide con la salida de la empresa de los números rojos.
En 2023 la compañía perdió 19.000 millones de yenes (unos 117 millones de euros al cambio) y las previsiones para 2024 pasan por cerrar el ejercicio con un resultado neto positivo de más de 39.000 millones de yenes (casi 241 millones de euros).
Los planes de Resonac en A Coruña
En mayo del año pasado la compañía recibió del Ministerio de Industria 2,5 millones procedentes del Perte de descarbonización industrial para sustituir 14 quemadores para que puedan funcionar con hidrógeno en lugar de con gas natural y el sistema de alimentación en los hornos de cocción para habilitarlos para la utilización de hidrógeno en sustitución del gas natural.
A finales de 2023 la compañía adquirió junto a Ignis las antiguas instalaciones de Alu Ibérica en el polígono de A Grela. Unos meses más tarde anunció la puesta en marcha de una inversión de nueve millones para levantar una planta piloto con la que pretenden completar el proceso de producción de grafito para ánodos de baterías de coches eléctricos.
Según los cálculos de la compañía dicha planta podría entrar en operación en la segunda mitad de este año y, en caso de obtener resultados satisfactorios en las pruebas, abren la puerta a realizar una inversión de 400 millones.
Ejecutar esta inversión supondría la construcción de unas instalaciones con capacidad para producir 60.000 toneladas anuales de grafito y que estaría cerca de la planta de hidrógeno que Ignis proyecta también sobre los antiguos terrenos de Alu Ibérica.