José Carballo (Finsa) tercia en el conflicto eólico y apela a la creación de valor compartido con los territorios

Todo un referente de la empresa gallega fija posición sobre el conflicto eólico que mantienen actualmente la Xunta y las grandes empresas energéticas, que acusan al Gobierno gallego de mostrar un tic intervencionista con sus últimas propuestas. Es José Carballo, vinculado a Finsa gran parte de su trayectoria laboral en diversos puestos ejecutivos, y también presidente de la Fundación Arume y vicepresidente de la Cámara de Comercio de Santiago, que asegura al respecto que “las organizaciones que pongan el valor compartido con los territorios en el centro de sus estrategias de negocio no solo serán más competitivas, sino que serán infinitamente más sostenibles a largo plazo”.

Quién hace el trabajo

Carballo, que sigue vinculado a Finsa y es consejero de Fincorporativa, la sociedad holding de la familia propietaria, expone en la red LinkedIn sus reflexiones “a propósito de las medidas sobre energía eólica en Galicia” y alude al “territorio como espacio de valor compartido”. “¿Están haciendo el trabajo tanto el presidente Rueda como la conselleira Lorenzana que deberían de haber hecho los órganos corporativos de las grandes empresas energéticas con intereses eólicos en Galicia?”. Lanza esa pregunta Carballo, para aludir a la creación de valor compartido, “concepto acuñado hace más de diez años por los profesores Porter y Kramer, que sostiene que las empresas podrían y deberían ir más allá de la responsabilidad social corporativa (RSC) y que, el hacerlo, conlleva ventajas competitivas importantes, dada la inclusión de consideraciones sociales y ambientales en las estrategias de negocio de las organizaciones”.

Las energéticas y la minería

“¿Se han preguntado los órganos corporativos de las grandes empresas eólicas que operan en Galicia por qué hay 62 parques eólicos impugnados por las comunidades locales?”. Otra pregunta que lanza el histórico ejecutivo del sector maderero.  “Las viejas nociones relativas a la gestión del riesgo comunitario y la licencia social para operar no nos ayudarán en la lucha por la relevancia de la comunidad”, dice.

¿Un ejemplo a seguir? La minería del cobre de Chile (la primera potencia en el mundo), “que ha evolucionado de la protección al medio ambiente a la responsabilidad social empresarial y a la creación del valor compartido, incorporando el concepto de minería para el desarrollo sustentable, idea muy distinta a la minería sustentable”, dice.  “Estas reflexiones son aplicables a todos los proyectos presentes o futuros, que se aproximen a Galicia con propósitos exclusivamente extractivos”, advierte José Carballo al final de su exposición.