Insertega, el gestor de residuos textiles gallego que está tras la nueva vida de 50 millones de prendas

La firma coruñesa con base de operaciones en Sabón cuenta con una red de 350 colectores de residuos textiles y transforma aquellos que no puedan ser reutilizados en materia prima para otras industrias, como revestimientos, pintura o mobiliario

Planta de Insertega en Sabón.

Planta de Insertega en Sabón. Captura video corporativo Insertega

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La cuenta atrás para la entrada en vigor de la nueva normativa en materia de gestión de residuos textiles ha comenzado. En poco más de dos meses las entidades locales tendrán que poner en marcha las medidas necesarias para garantizar la recogida separada de estos desechos que, hasta ahora, terminan en el vertedero. El reto no está solo en gestionar este servicio sino también en su preparación para reutilización, reciclado u otras operaciones de valorización. 

A finales de septiembre la Xunta anunció la construcción de una planta, la primera pública, para la gestión y recuperación de residuos textiles domésticos en Cerceda, dentro del complejo del Sogama, que estará operativa, previsiblemente, a mediados de 2026. Sin embargo, en la comunidad existen operadores que ya se dedican a la gestión de estos desechos. Uno de ellos es Iniciativa Social Emprendedora de Reciclaje Textil de Galicia (Insertega) empresa coruñesa, con base en el polígono de Sabón, que inició su andadura en 2013 gestionando desde entonces más de 50 millones de prendas

Según ha explicado el director de la compañía, Juan Mejide, a Economía Digital Galicia cuentan con dos plantas. A una de ellas es a la que van las prendas depositadas en la red de colectores de calle, que cuenta con más de 350 puntos de recogida en la comunidad. “Se hace una clasificación de lo reutilizable y lo no reutilizable, el objetivo es prolongar la vida útil de las prendas. En caso de que esté en buen estado, se pone en el mercado nuevamente para ser reutilizada”. 

En caso de que no valga para reutilización, estos residuos se destinan a la planta de reciclaje que tiene en Sabón, donde se procede a su “transformación en materia prima para nuevas industrias”. 

Esta reconversión de los desechos textiles ha sido, y es, una de las grandes apuestas de Insertega que ha puesto en marcha la filial Equore, en la que hacen “revestimientos, pinturas, mobiliario y equipamiento comercial” a partir de estos residuos. En este proyecto cuentan como socios con el grupo Ofimor,  dedicado a la construcción, reformas y equipamiento de comercio “que hace grandes obras a nivel nacional, con delegaciones en Madrid y Barcelona”. 

Canales de recepción de residuos textiles

Insertega no solo recibe prendas de su red de colectores, también recibe de contenedores de calle de otros operadores a nivel nacional que les envían “todo aquello que se pueda recuperar”. Además de ello, la planta de reciclaje de Sabón también gestiona el residuo postindustrial, es decir, aquel que se genera en la confección de prendas. “Como en España cada vez se fabrica menos puesto que se produce en terceros países, este residuo cada vez es menor, pero está ahí, es el único que está cada año bajando más”, explica Mejide. 

Otro de los flujos que trabajan en la planta de reciclaje es el procedente de los uniformes de las empresas. Se trata de un residuo “que está creciendo exponencialmente, cualquier empresa que tiene uniformidad genera este residuo y hay que gestionarlo, desde empresas de alimentación, acerías, empresas de automoción, conserveras…”.

Parte de los residuos que gestionan proceden del llamado canal pre consumer, que son aquellas prendas que por problemas de taras o calidad no pueden volver a ser comercializados. “Con la cantidad de millones de prendas que se producen en la industria de la moda es imposible que haya parte que no salga con algún defecto. Nosotros damos un servicio específico para garantizar que ese producto no vuelva al circuito comercial. Esto lo hacemos a través de un proceso en el que inutilizamos el producto para su posterior reciclado. Es algo que hacemos, por ejemplo, con los uniformes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, garantizamos que nunca van a ser reutilizados”. 

La última vía por la que reciben residuos textiles es la generada por la propia ciudadanía. “Los contenedores marrones reciben muchísimo textil, toneladas diarias. Independientemente de que esté creciendo la red de colectores de facción textil siempre va a haber una parte que está mal gestionada. A día de hoy supone la mayor de las entradas que se producen en esta planta. Todo aquel residuo textil, incluso de otros gestores a nivel nacional, que iría a vertedero, lo paran y nos lo envían a nosotros”. 

Expansión en Madrid y Alicante

Insertega está categorizada como Centro Especial de Empleo. El 100%  de su plantilla, de más de 200 trabajadores, tienen reconocida alguna discapacidad. En la actualidad la compañía está en pleno proceso de expansión, con aperturas de nuevas previstas para el próximo año en Madrid y Alicante. 

En 2023 cerró el ejercicio con una cifra de negocio de 448.269 euros, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil a las que Economía Digital Galicia ha tenido acceso a través de la plataforma Insight View en las que se apunta que el resultado de explotación, el propio de la actividad de la compañía, se situó en 2023 en los 48.142 euros duplicando los 22.726 del año anterior. 

La compañía fue una de las galardonadas en los Premios PEL 2024 de la Diputación de A Coruña en la categoría de Mejor Iniciativa Verde por su labor a favor del medio ambiente y la integración social, con importante innovación en el reciclaje y en la generación de puestos de trabajo para personas en riesgo de exclusión social.   

“Nos hemos desarrollado como gestores de residuos y lo que buscamos es que no vayan a parar al vertedero. Hacemos todo lo contrario, estamos sacando residuos de ellos y tenemos que buscarles salidas. Entre ellas, además de la hilatura, está el sector de la automoción, hacemos rellenos para la industria del descanso, hemos creado una empresa que se dedica al revestimientos, pinturas, creación de mobiliario, trabajamos con compañías que hacen suelo a raíz de los residuos, tenemos tablero de madera hecho con textil sin un solo gramo de madera… Todo esto no son proyectos, son cosas que se comercializan actualmente”.

Mejide pone en valor que el índice de recuperación de la planta es del 92% de todo lo que entra en ella. El año pasado por las instalaciones de la compañía pasaron unos 7 millones de prendas, cifra que estiman que este año aumentarán hasta los 9 millones. “Como gestores estamos muy orgullosos, somos una empresa muy pequeña pero trabajamos también a nivel europeo con empresas muy grandes”. 

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