Ignis desembarca en San Cibrao con la llave de la energía barata para Alcoa tras multiplicar por siete su beneficio
La compañía, que controla casi una cartera de más de siete gigavatios de potencia con su rama de gestión de energía, ultima un acuerdo clave para Alcoa en San Cibrao tras ganar siete millones de euros en 2023
El nombre de Ignis vuelve a unirse al de Alcoa. La multinacional con sede en Pittsburgh anunció este miércoles un preacuerdo con Ignis EQT, el accionista mayoritario de la compañía energética, para garantizar la «continuidad de las operaciones» en San Cibrao.
En el caso de fructificar las negociaciones, Ignis aportaría 25 millones de euros para hacerse con el 25% del complejo de A Mariña Lucense mientras que Alcoa desembolsaría otros 75 millones para acometer inversiones y retendría el 75% restantes. El acuerdo está supeditado a que tanto Gobierno como Xunta agilicen la tramitación de parques eólicos destinados a alimentar las necesidades energéticas de un complejo para el que piden mayores compensaciones por costes de emisiones indirectas de CO2. En la lista de deberes, Alcoa e Ignis EQT establecen también la aprobación del proyecto de depósito de barro rojo y mayor flexibilidad en el acuerdo de viabilidad sellado con el comité de empresa.
El salto de Ignis
Ignis, que ya en el pasado había hecho pública su alianza con GFG Alliance en el anterior proceso de venta de Alcoa para San Cibrao, estrecha ahora sus lazos con la multinacional estadounidense tras haber dado un nuevo empujón a su cuenta de resultados. Y es que según se desprende de la memoria de Ignis Energía SL, la principal sociedad del grupo, su beneficio neto se disparó desde los 1,2 millones de euros cosechados en 2022 hasta los 7,54 millones registrados en 2023.
La firma dio este estirón a sus ganancias pese a que su cifra de negocio retrocedió desde los 53,6 hasta los 44,1 millones de euros en un 2023 que ha sido su segundo ejercicio completo bajo la nueva etapa que inauguró en 2021. Fue en octubre de ese mismo año cuando Vortex Energy, compañía en manos del fondo de private equity EFG Hermes, desembarcó en su accionariado con una participación del 49% y la promesa de invertir 625 millones de euros.
La hoja de ruta marcada por Vortex Energy contemplaba el despliegue de 20 gigavatios en energías renovables a lo largo de seis países. En la actualidad, la firma maneja una cartera de algo más de siete gigavatios con su rama de gestión de energía. En este sentido, Ignis suministra alrededor de un teravatio/hora de potencia a 40.000 pequeñas y medianas empresas del país.
Entre su listado de clientes figuran gigantes como Henkel, GSK, Cisco o Schneider Electric, con quienes ha suscrito en el pasado diferentes PPA (contratos de suministro de energía a largo plazo). La firma vislumbra en este tipo de acuerdos una figura clave de cara a los próximos años hasta el punto de que su director de desarrollo, Ramón Cidón, llegó a proclamar en el Future Energy Summit Iberia 2024 «que todo lo que no tenga PPA no se va a poder construir o va a ser muy difícil”, en referencia a la tramitación de nuevos proyectos renovables.
Doble proyecto en Galicia
La compañía, que roza los 600 empleados en plantilla, se ha convertido, además, en un productor independiente de energía (IPP) y se marca el objetivo de alcanzar los 1,5 gigavatios de capacidad instalada propia en un periodo de cuatro años.
En la actualidad, Ignis cuenta con 30 gigavatios de desarrollos renovables a nivel mundial y recientemente ha llamado a la puerta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para captar 90 millones para su proyecto Soho. La firma prevé una inversión de 193 millones de euros para levantar otras seis plantas fotovoltaicas y acelerar así su proceso de crecimiento.
En el caso de que las conversaciones con Alcoa lleguen a buen término, Ignis volvería a sellar un acuerdo clave con la industria pesada de la comunidad como ya lo hizo en el pasado con Resonac.
La firma se alió con la antigua Showa Denko para comprar los terrenos en los que se asentaba Alu Ibérica. El fabricante japonés proyecta allí una planta de producción grafito para ánodos de baterías para coches eléctricos mientras que Ignis tiene intención de levantar una planta de hidrógeno renovable que será complementaria con el proyecto que tiene en marcha en el puerto exterior de Punta Langosteira.
Y es que Ignis ha recibido la autorización ambiental para construir una planta de amoniaco con una capacidad inicial de 200 megavatios (ampliables a 400) de electrolizador en el concello arteixano. De acuerdo a las previsiones, la planta entrará en funcionamiento en el segundo trimestre de 2028. A partir de entonces saldrán unas 145.000 toneladas anuales de estas instalaciones, una cantidad que podría llegar a doblarse una vez completada la segunda fase del proyecto, algo que tendrá lugar dos años y medio más tarde.