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Iberdrola y Navantia cumplen 10 años de alianza en la eólica marina
El primer contrato cerrado con Navantia contemplaba la construcción de 29 cimentaciones fijas tipo jacket, en colaboración con Windar, y una subestación eléctrica en el parque Wikinger, situado en el Báltico alemán
En 2014 Iberdrola y Navantia firmaban el primer contrato de colaboración en el ámbito de la eólica marina que contemplaba la construcción, en colaboración con Windar Renovables, de 29 cimentaciones fijas tipo jacket y una subestación eléctrica para el parque Wikinger, situado en el Báltico alemán.
Ese mismo año la energética puso en marcha su primer parque offshore: el West of Duddon Sands, en el Mar de Irlanda, con una potencia de 389 megavatios (MW) de potencia. En esta década la compañía ha consolidado su posición en el sector. En lo que va de año ha alcanzado los 2.386 MW instalados en 2024 y con planes de ampliar su capacidad hasta los 6.500 MW hasta el 2030.
En este tiempo ha encontrado en Navantia y el astillero de Fene un aliado industrial para la fabricación de componentes de eólica marina como pueden cimentaciones para aerogeneradores y subestaciones como jackets y monopiles.
En la cartera de los de Sánchez Galán se encuentran proyectos como el Wikinger en Alemania y Saint-Brieuc en Francia u otros en desarrollo con el East Anglia Hub en el Reino Unido y Vineyard Wind I en Estados Unidos.
Entre los hitos recientes está el acuerdo de más de 1.000 millones con Siemens para Reino Unido o el fin de la instalación de los aerogeneradores en el parque Baltic Eagle en el Báltico.