La heredera de Barreras multiplica por cinco sus ingresos con Armón, pero sigue en pérdidas

Astilleros Ría de Vigo rozó los 22 millones de euros de facturación en su primer año completo bajo la propiedad del grupo asturiano y recortó sus pérdidas un 23%

Imagen de archivo del antiguo astillero vigués Hijos de Barreras. EFE/Salvador Sas

Imagen de archivo del antiguo astillero vigués Hijos de Barreras. EFE/Salvador Sas

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Una de cal y otra de arena para Astilleros Ría de Vigo en su segundo año de andadura. La compañía creada por Armón tras la compra de la unidad productiva del astillero Hijos de J. Barreras cerró su ejercicio fiscal 2023 con unas pérdidas por valor de 2,18 millones de euros pese al salto en su volumen de negocio.

Según se desprende de la memoria anual a la que ha tenido acceso Economía Digital Galicia a través de la plataforma Insight View, Astilleros Ría de Vigo recortó sus números rojos un 22,7% respecto a los 2,82 millones de euros que se dejó en un 2022 en el que arrancó su andadura. Fue en mayo de 2022 cuando la magistrada titular del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra ratificó en un auto la opinión favorable emitida ocho días antes por los administradores del astillero y declaró ganador a Armón del proceso abierto para hacerse con la unidad productiva de una Hijos de J. Barreras que registró su tercer cambio de dueño en la última década después de haber declarado el concurso de acreedores.

De Pemex a Ritz Carlton y Armón

Armón abonó 14,2 millones de euros por las instalaciones y otros 500.000 euros por la chatarra de los cascos de Havila. El grupo asturiano tomó el relevo de The Ritz Carlton Yacht Collection y el fondo inversor americano Oaktree, que a finales de 2019 tomaron el control del astillero para abordar la recta final de su crucero Evrima, que, sin embargo, acabaría siendo trasladado a los astilleros Astander, en donde finalizaron las tareas de construcción.

The Ritz Carlton Yacht Collection y Oaktree tomaban el relevo de Pemex. La petrolera estatal mexicana desembarcó en el accionariado de Barreras en el año 2013 tras hacerse con una participación del 51% (superaba al 24,5% en manos de Albacora) y con una promesa bajo la manga para el encargo de un flotel (y otro para Navantia en Ferrol) que, sin embargo, nunca se llegó a materializar.

Casi diez años después de esta operación, Armón ha asumido las riendas del astillero vigués tras imponerse en un proceso de concurrencia competitiva en el que también estaban en liza Gondán y Marina Meridional (grupo empresarial de José Alberto Barreras) y acumula números rojos por valor de cinco millones de euros en el primer año y medio de andadura de la nueva compañía.

Casi 40 millones en activos

Astilleros Ría de Vigo ha repetido pérdidas en 2023 pese a que su cifra de negocio se disparó desde los 3,6 millones de euros cosechados en 2022 hasta los 21,6 millones del año pasado. El astillero ha plasmado así en su facturación el reguero de encargos que ha recibido durante esta nueva etapa. Entre ellos, un oceanográfico para Islandia, una patrullera para el servicio marítimo de la Guardia Civil, un pesquero para la viguesa Copemar y, además, vislumbra en el horizonte un ferri para la Polinesia francesa, un arrastrero congelador para Islandia y un oceanográfico para Irlanda del Norte. 

Astilleros Ría de Vigo cuenta con un patrimonio neto por valor de diez millones de euros y a lo largo del año 2023 disparó su volumen de activos desde los 24 millones de euros registrados en 2022 hasta los 38,35 millones del pasado ejercicio. La compañía tiene «avales a favor de los clientes para garantizar el cumplimiento de los contratos de construcción y las cantidades entregadas por los mismos en concepto de anticipos durante la construcción de los buques, por importe de 12,87 millones de euros», según recoge en su memoria anual.

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