Grandes fortunas emergen tras el capital de Galy, la startup participada por Inditex
Tres inversores estadounidenses que superan los 1.000 millones de patrimonio se suman a Inditex, H&M y Bill Gates en apoyo de la empresa de algodón sostenible, que recauda 33 millones de dólares
Inditex anunció en su última junta de accionistas que entraba en el capital de la startup Galy, dando paso más en su apuesta por respaldar la innovación en sostenibilidad. Anteriormente, la multinacional de Amancio Ortega hizo lo propio con Circ, especializada en reciclaje textil, e Infinited Fiber, enfocada en la producción de fibras sostenibles. Galy, fundada por el exdirectivo de Deloitte Antonio Bueno y con sede en Boston, promueve una innovadora solución para la generación de algodón sostenible, que requiere un 99% menos de consumo de agua que el tradicional y reduce un 77% las emisiones de CO2.
La empresa ha encontrado numerosas manos tendidas para desarrollar su investigación y su plataforma de agricultura celular, base sobre la que se asienta la generación del nuevo producto. El mes pasado anunció que obtuvo 33 millones de dólares (algo más de 30 millones de euros) en su ronda de financiación, que acabó con sobredemanda. Galy usará ese dinero para avanzar en la producción de algodón en laboratorio bajo su propia patente y para extender su esfuerzo investigador hacia nuevos productos con base de algodón y otras células vegetales.
La ronda de financiación estuvo liderada por Breakthrough Energy Ventures (BEV), firma fundada por Bill Gates, y respaldada por la propia Inditex y H&M. Junto a ellos, un puñado de nombres habituales de la lista Forbes emergen como inversores de la startup.
Galy atrae a los grandes patrimonios
En la ronda de financiación participó también John Doerr, presidente de la firma de capital riesgo Kleiner Perkins y un conocido inversor en el sector tecnológico, donde hizo fortuna entrando tempranamente en Google o Amazon. En el caso de Galy, acudió a la ronda de financiación a través de su family office, que opera con la firma Eighty Eighty Group. Forbes estima su patrimonio en 12.800 millones de dólares.
En el capital de la startup también está Sam Altman, el CEO de OpenAI, la tecnológica especializada en inteligencia artificial responsable de ChatGPT. La entrada en Galy, sin embargo, fue a través de Hydrazine Capital, una firma de capital riesgo que creó junto a su hermano. La startup finalizó su ronda de financiación un mes antes de que OpenAI recaudara más de 6.000 millones de euros en la suya, que otorgó una valoración de 157.000 millones a la tecnológica que fundó. Forbes estima su patrimonio en 1.000 millones de dólares.
También apostó por Galy el inversor Tim Draper, socio fundador de la firma de capital de riesgo Draper Fisher Jurvetson, que cuenta entre sus inversiones a Skype, Hotmail, Tesla, Baidu, Theranos y Overture. Draper, que forma parte de una conocida saga de inversores de Silicon Valley, amasó una fortuna invirtiendo en criptomonedas. Forbes calcula que su patrimonio ronda los 2.000 millones de dólares.
La fragilidad de la agricultura
Según la información trasladada por la propia Galy, también contribuyeron a la ronda de financiación Material Impact, Artesian, BRINC y Reaction Global, que son inversores recurrentes en su proyecto. A ellos se sumaron Indorama Ventures, Endeavor Scale-up Ventures o Unreasonable, entre otros.
“Estamos encantados de contar con inversores que reconocen el papel crucial que nuestra tecnología de adaptación climática desempeñará en nuestra vida diaria”, afirmó Luciano Bueno, quien advirtió del impacto del cambio climático en la agricultura y de la fragilidad de sus cadenas de suministro. «Pronto, el mundo se enfrentará a una mayor volatilidad en la agricultura convencional a medida que las condiciones climáticas extremas se vuelvan más frecuentes. Cuando llegue ese momento, Galy estará preparada, equipando mejor a nuestra economía para resistir estos impactos”, zanjó.