Actualizado
La costa gallega, en las rutas de transporte marítimo con más pérdidas de contenedores
El proyecto TopTier, en el que participa Maersk y que busca evitar estas pérdidas en el mar, destaca que las rutas del Atlántico y el Pacífico registran daños mayores debido tanto a la dureza del oleaje como a la envergadura de los buques portacontenedores
La costa atlántica y la del Pacífico son dos de las grandes zonas marítimas afectadas por la pérdidas de contenedores por parte de los grandes buques de carga. Caídas por la borda al mar que pueden acabar causando vertidos como los que ahora afronta Galicia y toda la cornisa cantábrica con la marea plástica de pélets. Lo dicen desde TopTier, un proyecto en el que participa la naviera Maersk junto con otros gigantes del sector y entidades públicas y que trata de estudiar las causas y poner en marcha medidas para evitar situaciones como la acaecida el pasado diciembre en las aguas frente a Portugal.
Documentos de TopTier, la iniciativa en la que participan grandes transportistas, fabricantes de amarres y autoridades estatales, indican que, en muchas ocasiones, la pérdida de contenedores por parte de los grandes buques está directamente relacionada con las inclemencias meteorológicas, aunque también con la envergadura de los navíos. Así, explican que los daños por oleaje en las rutas transatlánticas y del Pacífico son “mucho más graves” que en las rutas de transporte de Oriente y Europa. Indican que “la operación de estos buques y la sujeción de su carga en condiciones climáticas adversas requieren una mayor atención”.
Para hacerse una idea de los grandes buques de estas rutas hay que tener en cuenta que, por ejemplo, los buques que pasan por las rutas del Canal de Panamá, que conectan el Caribe con el Pacífico, acostumbran a ser del modelo Neo Panamax (NPX), de 49 metros de manga (medida de estribor a babor) y que pueden trasladar hasta 19 filas de contenedores sobre cubierta.
Las pérdidas de la gran naviera europea
El episodio de la marea plástica que azota las costas gallegas hizo aflorar un hecho y es que, anualmente, entra dentro de lo habitual la pérdida de contenedores de grandes buques de transporte. Tal y como ya publicó Economía Digital Galicia, en 2022, último año del que hay datos disponibles, Maerks, quien opera el barco del vertido de pélets, el Toconao, en régimen de time charter, perdió 118 contenedores en aguas de todo el mundo. De ese total, la caída de 117 se debió, según explica en su memoria de sostenibilidad, al mal tiempo.
Las pérdidas fueron mucho mayores en 2021, año atípico según la naviera holandesa, en la que perdió hasta 962 contenedores. Más de 700 solo con el buque Essen Maersk que, a causa de una tormenta, vio cómo caían por la borda en una ruta por el Pacífico.
Vertidos de pélets
La pérdida de contenedores y, en concreto, de containers con carga de pélets no es, por tanto, un hecho aislado. De hecho, un informe de la Organización Marítima Internacional (OMI) de febrero del pasado año alerta, a raíz de un episodio similar al del Toconao en las costas de Sri Lanka en 2021, de la dificultad de recoger esta carga en el mar.
«La contención y recuperación en el mar se utilizan a menudo como medios eficaces para minimizar la contaminación costera por hidrocarburos. Sin embargo, en el caso de los derrames de pellets de plástico, hay varias razones por las que es poco probable que se produzca una recuperación en el mar», recoge este informe.
La OMI insiste en que, en los casos conocidos hasta entonces, «rara vez se ha instigado una respuesta en el mar y, cuando se instigó, no se demostró que fuera eficaz».
La Xunta de Galicia insiste en la necesidad de que el Gobierno central, con las competencias marítimas, ataje la llegada de los pélets a la costa, si bien indica que su intención sería la de recoger los sacos enteros que aún no se han abierto y que formaban parte de la carga de uno de los contenedores perdidos del Toconao.
Cómo recoger las bolas plásticas
La Organización Marítima Internacional describe en este informe tres posibles escenarios en la pérdida de contenedores con pélets. En los dos primeros, los contenedores se rompen en cubierta, al contacto con el agua o posteriormente, tras liberar la carga. En estos casos, «lo más probable» es que la notificación de la pérdida de la carga sea «demasiado tarde» como para permitir una contención y una recuperación efectiva.
«Dado que la deriva de los gránulos de plástico está influenciada por las condiciones del océano, se dispersarían rápidamente desde el lugar del derrame. Como resultado de esta dispersión, así como de los desafíos descritos al observar pélets flotantes, es poco probable que la recuperación efectiva en el mar sea efectiva, si es que se lleva a cabo», explica la OMI.
En caso de que un contenedor se hunda hasta el fondo del mar «completamente intacto», este organismo recomienda «asegurarlo lo más rápido posible» y, si es factible, «recuperarlo».
Solo si los contenedores y la carga de los mismos se pierden en un puerto, y si la notificación se produce a tiempo, se recomienda el empleo de «barreras flotantes convencionales o barreras petroleras» para contener los gránulos. De la superficie, se pueden recoger con una red.