Galicia afronta otra crisis industrial pese a un precio eléctrico por debajo de Francia y Alemania
Alcoa aplaza inversiones clave en San Cibrao y Ferroatlántica prorroga su ERTE en Sabón mientras el precio de la electricidad en el mercado mayorista español ya se sitúa por debajo del registrado en algunos de los principales países competidores europeos
Nuevo episodio de crisis industrial en Galicia. Alcoa y Ferroatlántica, dos de los mayores exponentes de la industria electrointensiva en la comunidad ven alterados sus planes de cara a un 2024 que ambas firmas tenían marcado en rojo en el calendario. No en vano, la primera tenía previsto haber materializado una inversión superior a los 190 millones de dólares para reactivar su planta de aluminio de San Cibrao mientras que la segunda se preparaba para una nueva etapa tras dejar atrás un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para sus plantas españolas que expiraría, en un principio, este mes de diciembre.
Sin embargo, estas perspectivas han dado un giro drástico en la última semana. Y es que Alcoa anunció que dejaba en suspenso la compra de un horno de cocción de ánodos por el que tenía pensado desembolsar 109 millones de dólares, alrededor de un 57% de la inversión total que proyectaba sobre su centro de trabajo en A Mariña Lucense de cara a su reactivación. La decisión, que se ha topado con la oposición tanto del comité de empresa como de la Xunta de Galicia, no incumple, según Alcoa, su acuerdo con los trabajadores y se enmarca dentro de la «situación financiera complicada» y de las «pérdidas significativas» en las plantas de aluminio y alúmina.
Es por ello que la compañía ha decidido paralizar hasta nuevo aviso esta inversión a un mes de la fecha prevista para el reinicio de las series de electrólisis. Según el calendario previsto, Alcoa pondrá en marcha inicialmente un 6% de ellas para, ya en abril, tener operativas unas 32. No será hasta octubre de 2025 cuando la factoría vuelva a operar a plena capacidad.
Por su parte, Ferroatlántica pactó la semana pasada una prórroga de seis meses al expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que llevaba en vigor en sus tres plantas españolas (Sabón, Boo y Monzón) en todo lo que va de año. Esta extensión del ERTE se articulará por un periodo de tiempo que será la mitad del inicialmente planteado por la empresa (un año) y supondrá una rebaja en el porcentaje de afectación a su plantilla del 75% al 55%.
La compañía ha justificado la medida por los elevados precios de la electricidad y los insuficientes avances a a la hora de firmar contratos de suministro de energía a largo plazo (ppa). El único anunciado hasta ahora ha sido el rubricado con Adelanta Corporación mediante el cual la empresa ourensana suministrará 125.000 megavatios hora anuales de la electricidad generada en sus tres parques en fase de tramitación (Coto da Mina, Serra do Faro Ampliación II y Coto Loureiro), que cuentan con 81 megavatios de potencia.
A vueltas con la factura energética
De esta forma, Alcoa y Ferroatlántica afrontan nuevas crisis por la crisis energética, pero bajo un escenario diferente al de año atrás. No en vano, según los datos que maneja la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (la patronal de la industria electrointensiva bajo la cual se integran ambas compañías), el precio mayorista del megavatio/hora se sitúa ahora por debajo del registrado en países como Francia, Alemania o Italia.
Gráfico de Aege con el desglose del precio mayorista de la electricidad en España, Francia y Alemania
En concreto, este se sitúa en los 88 euros el megavatio/hora tras haber registrado una media de 167,5 euros en 2022 y 111,9 en 2021. Los 88 euros actuales contrastan con los 97,8 que se pagan en Alemania (235,4 en 2022 y 86,5 en 2021), los 98,8 en Francia (275,9 en 2022 y 109,2 en 2021) o los 129,3 en Italia (304 en 2022 y 126,9 en 2021).
Los precios en el mercado mayorista español ya son más baratos que los de los principales países del entorno, pero, sin embargo, la tarifa extra por costes regulados y la falta de compensaciones en materias como el CO2 hacen que la factura final siga siendo más abultada. Así, los precios eléctricos finales en España rondan, según Aege, los 93,8 euros al incorporarse los casi 15 euros en costes regulados y descontarse 11,6 euros en compensaciones por emisiones de CO2.
Gráfico de Aege con el desglose de la factura eléctrica en España, Francia y Alemania
Es por ello que, pese a contar con un precio eléctrico inferior en el mercado mayorista, la industria electrointensiva gallega sigue contando con un sobrecoste respecto a instalaciones similares en Francia, en donde se abonan 42,4 euros el megavatio/hora o Alemania, en donde esta rúbrica ronda los 68,3 euros.