La industria gallega, sin miedo al futuro: “Los proyectos transformadores son más importantes que unos aranceles”

El foro organizado por Economía Digital Galicia y Finanzia Fintech analizó en una de sus mesas de diálogo el futuro de la industria en la comunidad en un momento clave, por la "relocalización" de empresas, la transformación de las ya asentadas y la necesidad de atraer inversiones y talento

Los integrantes de la segunda mesa, moderada por Manuel Carneiro: Mayte Gutiérrez, gerente de la Asociación Gallega del Hidrógeno; Miguel Vázquez Taín, presidente del Consello Galego de Economistas; José Manuel López Vilariño, responsable de I+D de Hijos de Rivera y presidente de BIOGA, y Olga López Arias, gestora de RRHH de Altri España y relaciones institucionales de Greenfiber

Los integrantes de la segunda mesa, moderada por Manuel Carneiro: Mayte Gutiérrez, gerente de la Asociación Gallega del Hidrógeno; Miguel Vázquez Taín, presidente del Consello Galego de Economistas; José Manuel López Vilariño, responsable de I+D de Hijos de Rivera y presidente de BIOGA, y Olga López Arias, gestora de RRHH de Altri España y relaciones institucionales de Greenfiber

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Una pulsión optimista se impuso a las incertidumbres de un mundo difícil de predecir en la mesa que analizó el futuro de la industria gallega. Fue en Santiago, en el foro organizado por Economía Digital Galicia y Finanzia Fintech, en el diálogo que mantuvieron el presidente del Consello Galego de Economistas, Miguel Vázquez Taín; la gerente de la Asociación Gallega del Hidrógeno, Mayte Gutiérrez; el presidente del clúster Bioga, José Manuel López Vilariño; y la gestora de RRHH de Altri en España, Olga López Arias. Procedieron con determinación los ponentes, convencidos de caminar en la dirección correcta en un momento en el que no parece sencillo acertar, con una transformación en marcha por el proceso de descarbonización, un contexto geopolítico convulso, y un agitado debate sobre el impacto social y ambiental de los proyectos.

Sin embargo, en la mesa que moderó Manuel Carneiro, socio director en Finanzia Fintech, se veía una oportunidad por cada crisis. Al menos ese fue el marco que fijó Vázquez Taín, quien aludió a las «oportunidades importantes» que Galicia debe aprovechar en el proceso, ya no de deslocalización, sino de «recolocación» industrial, pues las empresas buscan «aumentar su autonomía en suministros y energía» y fabricar cerca de los mercados. «Estamos en un momento clave para tratar de afrontar estas oportunidades que se abren en la reconfiguración de la industria, porque el que se quede parado pierde pie. Podemos verlo como un problema, pero prefiero verlo como una oportunidad de reindustrializar Galicia», aseguró el presidente del Consello Galego de Economistas.

No es que no haya motivos para adoptar un cariz otoñal. «China y la posibilidad de no exportar materiales clave, el proteccionismo de EEUU, el propio comportamiento de la UE… todo ello supone incertidumbre para el desarrollo industrial, pues nos podemos encontrar con sectores clave para Galicia, como la automoción, las conservas o el textil, con dificultades para desarrollar su actividad debido a que no tengan lo que necesiten o los plazos se dilaten demasiado», enumeró Mayte Gutiérrez. Pero al mismo tiempo puso en valor las posibilidades que abren los Next Generation y la confianza en que los problemas «ayudan a visualizar oportunidades que tenemos que aprovechar» . Ahí tenemos un elogio de la audacia o un primer consenso en el optimismo.

En honor a este, la gerente de la Asociación Gallega del Hidrógeno vaticinó que el nuevo vector energético ayudará a rebajar costes, que incluso podríamos encontrar una solución al problema de la energía a medio plazo «si sabemos aprovechar esta oportunidad para reubicarnos».

Mayte Gutiérrez, gerente de la Asociación Gallega del Hidrógeno; Miguel Vázquez Taín, presidente del Consello de Economistas; José Manuel López Vilariño, presidente de Bioga; y Olga López Arias, gestora de RRHH de Altri España, en una mesa de debate sobre el futuro de la industria conducida por Manuel Carneiro, socio director en Finanzia Fintech, durante el 'Foro la industria en Galicia' organizado por Economía Digital Galicia y Finanzia Fintech
Mayte Gutiérrez, gerente de la Asociación Gallega del Hidrógeno; Miguel Vázquez Taín, presidente del Consello de Economistas; José Manuel López Vilariño, presidente de Bioga; y Olga López Arias, gestora de RRHH de Altri España, en una mesa de debate sobre el futuro de la industria conducida por Manuel Carneiro, socio director en Finanzia Fintech, durante el ‘Foro la industria en Galicia’ organizado por Economía Digital Galicia y Finanzia Fintech

Trump y lo que de verdad importa

Cuando hablamos de anticuerpos monoclonales, a nadie le importan los aranceles. La sugerente idea es de José Manuel López Vilariño, presidente del clúster de la cadena de valor de la biotecnología, Bioga. Y los anticuerpos monoclonales son proteínas creadas en laboratorio que ayudan al sistema inmunitario a reconocer una enfermedad y destruirla. Lonza Biologics los desarrolla en O Porriño y está cuadriplicando su producción para mantener su liderazgo mundial en estos medicamentos.

El mensaje del también responsable de I+D en Hijos de Rivera (Estrella Galicia) es que, distraídos en las incertidumbres contingentes, no estamos mirando las revoluciones que están por llegar. «La incertidumbre no está provocada por el presidente temporal de un país. Nos va a afectar mucho más como país y como industria tecnologías como la IA o el nuevo paradigma de la biotecnología. Ahora mismo están coincidiendo desarrollos tecnológicos con una capacidad transformadora tan elevada que afectará a las próximas décadas. Eso es más relevante que unos aranceles que igual en dos años se cambian», explicó López Vilariño.

Galicia cuenta con mimbres para ese cesto. El presidente de Bioga destacó el ecosistema en torno al sector biotecnológico, con el respaldo de pymes e incluso mciropymes con conocimientos muy especializados; o la capacidad para retener talento y que jóvenes emprendan sus proyectos aquí en lugar de irse fuera. Este caldo de cultivo, auguró, permitirá emprender en el futuro proyectos más ambiciosos.

La palanca social

Vázquez Taín expuso alguna de las fortalezas que presenta Galicia para el desarrollo económico e industrial, como una estabilidad normativa, recurso para producir energía, capacidad para atraer capital humano o unas condiciones que pueden facilitar la inversión. Sin embargo, también aludió a la necesidad de activar la «palanca social», una pedagogía que permita trasladar a la sociedad civil que la industria genera «valor, empleo de calidad, resiliencia en la economía y, por tanto una mayor, estabilidad», apuntó.

La sacudida que supusieron las movilizaciones contra, por ejemplo, el modelo de desarrollo eólico de la Xunta, estuvo presente durante toda la jornada, no solo por las protestas, sino también por los procesos judiciales que han acabado por paralizar la instalación de aerogeneradores. De este problema pudo hablar con conocimiento de causa Olga López, representante de una empresa y un proyecto fuertemente cuestionado, el de la fábrica de Altri en Palas de Rei.

«La situación es complicada, pero tenemos que adaptarnos a los nuevos retos que suponen la descarbonización, la generación de empleo estable y el anclaje en el territorio. Tenemos que anticiparnos y contar siempre con el entorno, con la comunidad y con la posible contestación social que pueda haber», dijo la responsable de RRHH en España de la pastera portuguesa.

López abogó por «una comunicación y una transparencia» que generen «confianza en el entorno». «Tenemos que saber explicar los proyectos no solo en su impacto económico, sino también social. Nadie dijo que fuese fácil, pero ¿quién dijo que Altri tuviese miedo?«, sentenció. Además de poner en valor la factoría de fibras textiles por «valorizar la materia prima», «estar en línea con los objetivos de sostenibilidad de la industria textil a nivel de reutilización y reciclaje» y ser «un proyecto tractor de más industria», expresó su esperanza en que la declaración de impacto ambiental positiva de la Xunta «disipe las inquietudes sobre el proyecto», pues el proceso de evaluación tiene más «legitimidad» que las críticas que puedan verter determinados colectivos. 

Un abstemio en la fábrica de Estrella Galicia

Mayte Gutiérrez miró al pasado y en el reflejo vio una industria más guapa y transparente ahora que en épocas pretéritas. «Venimos de un pasado industrial que no tiene nada que ver, su forma de operar era de elefante en cacharrería. Una industria se quería instalar, se instalaba y punto. La sociedad empieza a reaccionar por industrias que contaminan porque no aplican los procesos para evitarlo; o porque no dejan en el territorio el beneficio que tienen que dejar. Todo esto ha generado una situación social de respuesta a cualquier movimiento industrial. En las industrias hay unas más limpias y otras menos, pero todas tienen impacto. Hay que trasladar a la sociedad lo que llamamos huella social, la solución para minimizar el impacto y, de paso, minimizar también que la sociedad pueda ser manipulada», dijo la gerente de la Asociación Gallega del Hidrógeno.

López Vilariño sintió partir de cierta posición ventajosa, pues «nadie pone la más mínima pega» al sector biotecnológico. «Nadie está en contra de que se desarrollen vacunas o nuevos ingredientes alimentarios», afirmó. «¿Usted no trabaja para una empresa que se dedica a producir alcohol?», incidió el moderador. El responsable de I+D de Hijos de Rivera dijo que así lo hacía, a pesar de ser abstemio.

«Hijos de Rivera es algo más que vender alcohol. La cerveza, curiosamente, es un producto muy regionalista. No solo en España, sino en todo el mundo. Si tú llevas una Mahou a Barcelona te la echan en la cara. Lo que ha conseguido Estrella Galicia habla muy bien de nosotros como comunidad autónoma. Los gallegos somos muy bien acogidos en el resto de España y eso ha funcionado muy bien como marca. Como Galicia tenemos mucho hecho, porque es una comunidad que cae bien. Pero también hace falta hacer las cosas muy bien para que ese marca te impulse más», razonó.

Tenemos que salir a vendernos

En la lista de tareas pendientes para el futuro de la industria gallega, Vázquez Taín resaltó uno: la de creer en sí misma. «Nos falta creérnoslo más, generar una imagen de marca como país atractivo para el desarrollo de inversiones, y salir a venderlo. Esa es la palanca que tenemos que activar, porque tenemos los mimbres», expuso.

Aún hizo una segunda recomendación. «La empresa tiene que ser consciente de que la innovación debe ser su core; y para expandir este corazón tiene que colaborar entre ella», advirtió.

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